13 - Las cosas mejoran

809 125 18
                                    

Bakugō acercó lentamente la mano hasta colocarla sobre la mejilla rocosa del pelirrojo.

—[¿Ba-bakugo? ¿Qué haces? ¿Y si te ataco de repente? No deberías acercarte tanto a mi...]

Kirishima se puso hecho un manojo de nervios. No quería volver a herir a Bakugō. ¿Por qué se arriesgaba a ser golpeado?

Ambos jóvenes esperaban una reacción, mas esta nunca llegó.

Tenía el rostro del rubio a apenas unos centímetros y su mano estaba rozando su mejilla. ¿Por qué no reaccionaba?

—¿Eh? ¿No pasa nada? Juraría que ibas a rugirme y lanzarme por los aires...

—[Gracias a Bakugō parece que empiezo a tener el control sobre mi mismo]

—Jeh, parece que empezamos a entendernos— Dijo Bakugō formando una pequeña sonrisa ladina. —Pero que me ignores de esta forma es realmente molesto, ¿sabes? Normalmente estarías hablando sin parar sobre alguna de tus tonterías.

|En otra parte de la ciudad|

Kaminari caminaba tranquilamente al mismo tiempo que observaba con detenimiento las fachadas ubicadas a su alrededor. Tetsutetsu le había enviado un mensaje con una descripción física de la casa en la que vivía el misterioso anciano, sin embargo, por mucho que andase parecía no querer mostrarse ante él.

Suspiró con frustración y, cansado de dar vueltas sin sentido, se sentó en un antiguo banco que había en esa misma calle.

Tetsutetsu le había dicho que el anciano vivía en una vieja y tenebrosa casa. Se supone que debía ser fácil diferenciarla de las demás... ¿Por qué no era así?

—¡Ahhh!— Gritó con desesperación. —¿Dónde está esa maldita casa fantasmagórica?

Un hombre mayor que pasaba por ahí se acercó a él al oír sus palabras.

—¿Buscas la casa del terror?

—Dicho así parece que hablemos de un parque de atracciones...— Murmuró.

—Dicen que dentro de ella vive un viejo chiflado que cuenta historias de fantasmas a los niños. Sus vecinos afirman que por la noche se escuchan ruidos extraños y a veces gritos...

—¿Gri-gritos.. ?

—Así es. Lo siento mucho joven, pero eso es todo lo que te puedo decir sobre ello. Los vecinos de por aquí tenemos cierto miedo a ser capturados por ese hombre así que pocos accederán a revelar cualquier tipo de información.

—¡E-espere! Al menos dígame cómo encontrarla— Intervino justo antes de que el anciano se diese media vuelta.

—Uhm... ¿Realmente quieres saberlo? Nadie sería lo suficientemente idiota como para querer acercarse a un sitio así después de oír esto.

—Tengo un par de amigos que no dejan de decir que soy un idiota, así que eso no es un problema- Respondió despreocupadamente.

El hombre suspiró y se sentó con algo de dificultad a su lado.

—Si tan seguro estás de ello supongo que no hay problema en decírtelo... Antes de nada, ¿qué estás buscando en esa terrible casa?

—Yo... Bueno, hay algo importante que debo preguntarle a ese hombre. Probablemente sea la única pista que tengo para salvar a mi amigo— Respondió con un tono serio y de preocupación.

—Ya veo... Eres un buen chico— Dijo el hombre golpeando amistosamente su hombro mientras sonreía. —Si quieres encontrar aquella casa lo que debes hacer es...

El héroe y el hombre de piedraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora