Capítulo 3

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¡Oye!, ese niño me es familiar, como si lo hubiese visto antes...

Me paré a pensar; ese pelo, esos ojos, esa cara, ese cuerpo, esa mirada...¡Claro, ese  niño es el mismo que el del autobús!.

Me quedé observándolo el tiempo que habló con el profesor, un periodo corto, la verdad, pero lo suficiente para sentir ese cosquilleo en mi pecho.¿Por qué será?

Mientras él conversaba con el profesor, intenté escuchar lo que le decía, y solo entendí algo "de un cambio porque allí estaba muy adelantado". Se giró y se remangó los brazos, al parecer tenía calor:

-Hasta luego-dijo en voz baja.

-Adiós Andrés.

-!Adiós¡-exclamé.

Al decírselo, se me quedó mirando y yo aparté la cara, avergonzada, no sabía porqué me había despedido de él sin conocerle, me salió de dentro y no lo pensé antes.

Ignacio, me miró y sacó una sonrisa.

 -¿Te mola no?

-¿Qué? que va, no me llama la atención - Mentí.

-Seguro, seguro... y echó una carcajada.

 Entonces, le miré y sonreí.

Miré el reloj, (la hora se me estaba haciendo muy larga), las 9:55.

Qué casualidad, cada vez que miro la hora, quedan dos o tres minutos para tocar. Guardé el móvil en el bolsillo del pantalón y empecé a recoger las cosas, cuando tocó el timbre. Al parecer tocó antes, no sé el porqué.

Me levanté de la silla y le pedí paso a Pedro que me estaba interrumpiendo el camino y no podía seguir. Se apartó y salí al pasillo, menos mal, que asco de clase, estaba deseando que terminara.

Me entró ganas de ir al baño, a hacer "pis" y, aunque estaba prohibido ir entre clase y clase, fui, no podía aguantar más.

En el camino me puse a mirar a mí alrededor y a la derecha veía a un grupo de niñas hablando, a mi izquierda, a niños jugueteando entre ellos, en fin, a muchos alumnos.

-Al fin llegue- me dije.

 Antes de entrar miré hacia un grupo de personas que estaban hablando sobre un campeonato de hockey, y lo volví a ver, a él, a sus ojos, a su cuerpo... Me hipnotizaba. Se giró y me sonrió. Me asombré, y rápidamente entré al baño. Me quedé algo estupefacta pero a la vez estaba contenta, porque me había mirado el chico más guapo de todo el Inst.

Me llevé como unos 4 minutos en el baño, y al salir me dirigí hacia mi clase, pero no había nadie y la puerta estaba cerrada.

 Me quedé algo confusa y nerviosa, no sabía hacia donde tenía que ir ni que clase me tocaba.

Decidí acercarme a la sala de profesores, pero antes de llegar, alguien me puso la mano en el hombro y me dijo hola.

Giré la cara y lo vi, era él, ¿como puede ser?. Me empezaron a temblar las piernas y las manos y volví a sentir ese cosquilleo por el pecho. Era tan guapo...

-Hola- pronuncié temblándome los labios.

-Hola, ¿cómo te llamas?

-Soy Estela ¿y tú?

-Yo soy Andrés, un gusto conocerte.

-Lo mismo digo- sonreí.

-¿Qué te pasa? te veo algo nerviosa.

-Es que me e despistado un momento y no sé dónde está mi clase.

-Bueno, yo te puedo ayudar, sígueme.

-Vale, gracias Andrés.

Diiiiios, estaba hablando con el chico de mis sueños, ¿es esto real? Sea o no lo sea, es el mejor momento de mi vida, y si es un sueño, no quiero despertar.

Le seguí.

La nueva vida de Estela.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora