Al darme la vuelta no me imaginaba que Pedro estuviese allí.
- ¿Él viene conmigo?
-Efectivamente.
- Pe-pe-pero-balbuceé contenta- Si el no tiene dinero y tú tampoco ¿Cómo va a ir?
- Estela, cariño, yo tenía ahorrado dinero desde hacia años atrás. Por unos 300 euros… no pasará nada. Además, prefiero que vaya él, sé que así no te aburrirás de camino allí y también estoy más seguro de que no te pasará nada a su lado ¿a que no Pedro?
- Eso seguro. Estará sana y salva conmigo, no lo dudes.
Abracé a Pedro con fuerzas y le dí un beso en la mejilla. Luego me dirigí hacia mi padre e hice lo mismo.
-Eres el mejor, papá. Te quiero.
-Lo sé hija-sonrió.
- ¿Cuándo sale el avión?
- Esta tarde, a las ocho.
-¿Esta tarde? Que rápido ¿no?
- Sí, asíque ya sabes, prepara las cosas ya que sino después no te da tiempo.
-Vale.
-Bueno, yo haré lo mismo. Nos vemos esta tarde-siguió Pedro.
- A las siete aquí ¿eh?
-A las siete estoy aquí.
Pedro se fue despidiéndose de mí con un abrazo fuerte y un beso. Luego me fui a mi cuarto y empecé a preparar las cosas.
La maleta iba a reventar con todas las cosas que había metido dentro.
Mi padre se acercó a la habitación.
- Cariño, estos años contigo me han demostrado que te quiero con locura y que eres lo mejor que me ha podido pasar.
- Gracias papá. Han sido inolvidables.-nos abrazamos muy fuerte y algunas que otras lágrimas cayeron por las mejillas.
-Ahora, llama a tu madre para decirle que te espere allí en el aeropuerto cuando llegues ¿no?-cambió de conversación.
- Esta bien. Ahora la llamo.
-No tardes que tenemos que comer ¿vale?
- Vale. No tardaré.
- El teléfono está en la cocina. Yo voy a comprar pizzas.
- Muy bien.
Oí el portazo de la puerta, significaba que mi padre se había ido. Entonces accedí llamar a mi madre.
-¿Mamá?
- Dime cariño.
- Mira, tengo una sorpresa.
-¿Una sorpresa? ¿Cuál?
-No te lo vas a creer. Mi padre me ha dejado ir a verte con Pedro.
- ¿En serio? ¿Y cuando vienes?
-Cojo el avión a las ocho.
-¿Hoy vienes?
- Claro.
-Entonces te espero en el aeropuerto.
- Eso te quería decir. Cuando te pegue el toque es que estoy ya montada.
-Vale hija. Entonces esta tarde me presentarás a tu novio ¿no?
-Que pesadita eres-reí- Si voy con él lo más lógico es que te lo presente, ¿no crees?
- Ya, ya.
-Bueno mamá, te dejo que ya papá esta aquí con las pizzas.
-Que rico-rió- bueno, esta tarde nos vemos cielo. Te quiero.
-Y yo. Adiós mamá.
En ese momento mi padre entraba por la puerta.
-¿Estabas hablando con mamá?
- Sí. Se ha puesto muy contenta con lo de que yo voy para allá.
-Me alegro. Bueno, vamos a comer ¿no?
-Si, porque tengo un hambre insoportable.
-Pues a comer.
Al cabo del rato, ya habíamos terminado de comer, quedamos hartos y yo seguí con la maleta y haciendo memoria por si se me quedaba algo atrás.
Al terminar, encendí el portátil y hablé con Laura desde tuenti.
-¿A que no sabes dónde voy?
-¿Dónde?
-Voy a Nueva York, a ver a mi madre con Pedro.
-Que guay. También me gustaría ir yo también.
- La verdad que estoy muy contenta.
- ¿Cuándo te vas?
-Tengo el avión a las ocho. Salgo de aquí a las siete.
- Quiero verte antes de irte.
-Sólo me iré hasta que comiencen las clases de nuevo.
-Ya pero… quiero verte.
-Bueno mira… son las cuatro y media. Voy a echar una buena siesta y me levantaré sobre las cinco y media. ¿Quedamos en la puerta del gimnasio a las seis? Así estaré una hora más o menos contigo.
- Esta bien. No te retrases.
-No lo haré. Bueno luego nos vemos. Adiós.
Me desconecté y puse la alarma a las cinco y media antes de acostarme, sino me quedaría dormida.
Me eché en la cama y quedé roncando a los cinco minutos. Tenía que dormir algo ya que el camino era algo largo y no podría dormir.
En mi quinto sueño suena el despertador. Las cinco y media. Me levanté rápido y me cepillé los dientes. Me vestí con lo primero que vi y me fui al gimnasio.
- Estela. ¿Qué pasa?
-Pues no sé, dime tú.
- Te echaré de menos. ¿Lo sabes?- me abrazó.
-Y yo también. Pero sólo es este verano, no sé porqué estás tan triste.
Hubo un silencio y Laura prosiguió hablando.
-Yo también me voy.
- Que buenas vacaciones ¿no?
- Y curso…
- ¿Qué?
-Lo que has escuchado. Me voy de la ciudad.
-Pe-pe-pero ¿por qué?
-Mi madre… la tienen que operar del pecho y aquí no hay curas.
- Lo siento…
- No pasa nada.
- Espero que se ponga bien. Ahora entiendo las prisas por verme.
-Era por eso. Bueno, este año no estaré aquí pero el año que viene nos veremos.
- Sí-miré la hora. Las siete menos tres minutos- OH, no. Laura, te tengo que dejar sino voy a perder el avión.
- Claro. ¿Estaremos en contacto?
- ¡Claro! Para eso están las redes sociales ¿no?
- Vale. Pasa un buen verano. Te quiero.
- Yo también. Te quiero- le abracé.
Me despedí de ella y volví a casa. Ya estaba Pedro allí.
- Menos mal. Creía que no vendrías ya-rió.
-Lo siento, se me hizo tarde.
-No pasa nada. Vamos, montaos en el coche.
- ¿Y mi maleta?
- Ya la subí yo. Tranquila-sonrió Pedro.
ESTÁS LEYENDO
La nueva vida de Estela.
Teen FictionEstela, una chica de 15 años que se muda con su padre al divorciarse de su madre. Esta chica vivirá momentos únicos e inolvidables. Se enamorará apasionadamente de un chico, pero no sabe lo que le deparará estar a su lado...