La nueva vida de Estela.

Capítulo 5

...alguien me levantaba la mano diciendo que me sentara a su lado.

No sabía quien era, pero a medida que me acercaba, su cara me sonaba y me era familiar.

- Estela, siéntate aquí si quieres, hay un sitio libre-me cedió Andrés.

-Vale - le sonreí.

-Empecemos la clase. Hoy vamos a dar las raíces cuadradas. Sacad los libros y apuntad lo que ponga yo en la pizarra.

A mi las mates me encantaba, siempre sacaba sobresalientes.

Empecé a sacar el bolígrafo junto con el cuaderno y el libro de la asignatura, cuando Andrés me dijo algo que no entendí, y le dije:

- ¿Cómo? Repítelo, que no me e enterado.

-Que si te gustaría ir esta tarde a patinar en un centro deportivo de por aquí cerca.

- ¡Encantada! - Dije emocionada - Pero..¿Vamos solos?

-No!, iremos con más amigos y amigas. Yo te invito para que te lo pases bien y conozcas a mas gente.

-Vale, gracias por la invitación. ¿A qué hora quedamos y donde?

- Quedamos en la fuente del "parque los 3 barcos" a las 5. ¿Te parece bien?

- ¡SILENCIO!-chilló la profesora.

Pegue un brinco y algo nerviosa me puse a mirar el libro de mates, pero seguí hablando.

-Me parece estupendo. Allí estaré.

Andrés no me dijo nada, pero por la mirada que me echó, supe que me siguió.

Terminó la clase y empecé a recoger las cosas.

-Nos vemos esta tarde, no te fallaré Andrés.

-Eso espero, nos vemos.

Salí de la clase y me dirigí a la parada del bus cuando a lo lejos vi a Pedro que me dijo adiós con la mano.

El autobús vino rapidísimo.Esperé a que se montasen algunos hombres que estaban delante de mí y al montarme pagué el viaje y me senté en la primera silla que vi.

Saqué los cascos y el móvil y me puse a escuchar música ya que el camino era algo largo y aburrido.

Llegue a mi casa, a las 3:30, media hora después de coger el autobús y me preparé unos espaguetis con queso, algo rápido, porque me tenía que duchar y arreglar para ir a patinar.

Tardé como una media hora en comer ya que me entretuve viendo los Simpson.

Al terminar, me fui al baño y me duché pensando qué me iba a poner, ya que soy muy "pija" para la ropa.

Cuando acabé, saqué el vestido y lo metí en la mochila con la botella de agua y algunos chicles.

Me pinté los ojos, como siempre, y me puse unos pendientes, era mi pasión.

Al bajar, sonó el timbre e ilusionada abrí la puerta con entusiasmo.

Era él, el chico de mis sueños.

Me empezaron a sudar las manos con solo verlo y a temblar la voz. Creo que estaba algo colorada.

-Buenas, estas muy guapa para que vallamos solo a patinar - Echó a reír.

- ¿Sí?, pues espera, que me cambio ahora mismo.

- ¡No, no!, estás bien, no perdamos mas el tiempo y vámonos.

- Espera que cojo la mochila, quédate aquí.

Subí las escaleras pensando en él. Estaba decidida, me gustaba tanto que e llegado a quererlo, y es que estas cosas que me pasan cuando lo veo, nunca lo e sentido. Lo reconozco, estoy enamorada, y se lo tengo que decir cuanto antes.

Bajé las escaleras con la mochila en la mano, cogí las llaves del vestíbulo y cerré la puerta.

-Vamos - Sonreí.