- Pedro, hecho de menos a mi madre, quiero ir a verla…
-Pues vámonos.
-No puedo, mi padre no me deja ir sola y no tenemos dinero para ir los dos.
- ¿Por qué no ahorras?
- ¿Cómo voy a ahorrar si mi padre no me da pagas ni nada?
- Pues no sé… ¿Por qué no buscas empleo?
-Buena idea, pero… tengo 17 años. ¿Qué trabajo puedo encontrar con esta edad?
- Mm...¿Dependienta?
-¿Dependienta? Yo no tengo ni idea de eso. Bueno mira, da igual, cuando mi padre tenga más dinero, iré.
-Como quieras. Bueno, te dejo, me tengo que ir a comer. Esta tarde te busco y nos vamos a nadar a la piscina un poco ¿te parece?
- Claro, te espero aquí. ¿A que hora vendrás?
- Sobre las seis más o menos.
-Vale, aquí estaré. Te quiero mucho.
- Y yo- me dio un beso y se fue.
Me puse a ver un rato la tele hasta que llegase mi padre y picoteé algunas patatas.
La puerta se abrió y mi padre apareció por ella.
-Hola cariño ¿Viendo la tele?
- Sí, esperando a que llegaras tu para comer.
- Ah, ¿A que no adivinas que te he traído para comer?
-¿Qué es?
-Adivínalo-levantó las cejas.
- Mm… ¿pizza?
-¡No!
- Mm… no sé, no quiero pensar más. Me rindo.
-Vale. Es lasaña a la boloñesa.
- ¡Que rico! Vamos a comer ya ¿no?
-Tranquila, que hay que calentarlos.
-Pues venga, mientras lo calientas, yo voy poniendo la mesa.
-Hecho.
Empezamos a comer. Hacía ya mucho que no comía esto. Estaba ilusionada y hambrienta.
Al terminar de comer, recogí la mesa y fregué los platos. Me fui a mi cuarto a chatear un rato con Laura.
- ¿Qué pasa? ¿Cómo te está yendo el veranito?-preguntó Laura.
-Pues perfectamente, la verdad. ¿Y a ti?
-No tan bien como a ti. Estoy estudiando todos los días. Que asco.
-Normal hija, es que quedarte tres…
-Y las más complicadas, claro.
-ajá jajá.
- Bueno te dejo, que tengo que seguir estudiando. Deséame suerte.
-Suerte. Ya nos vemos.
- Adiós.
Eran las tres, estaba acalorada y decidí meterme en la ducha para refrescarme.
Al salir, me vestí algo cómoda con el bañador debajo y me llevé una toalla con algo de comer en mi bolso. Me fui a la puerta esperando a que Pedro llegara, era muy puntual. Apareció por la esquina con un bañador azul y un chaleco blanco, le quedaba genial.
- ¿Nos vamos guapa?-me dio un beso.
- Vale, espera.
Entré dentro de casa y avisé a mi padre que me iba.
- ¡Papá me voy!
- ¿Dónde vas?
-A nadar un rato con Pedro.
-Ah vale. Pásatelo genial hija.
- Vale, adiós.
Salí de casa y Pedro me cogió de la mano.
- ¿Te llevo el bolso?
-No hace falta. No te preocupes.
-Como quieras-sonrió.
A pesar de que andamos bastante, llegamos a nuestro destino. Había gente, pero no mucha, así que podía bañarme sin estar atenta de que le voy a dar a alguien mientras nado o chapuceo.
Nos llevamos allí como unas tres horas y luego nos fuimos a tomar algo, invitó él.
Al terminar, me llevó a mi casa y él se fue a la suya, como hacía siempre.
Entré en casa y quería hablar con mi padre sobre irme a ver a mi madre, lo mismo que le conté a Pedro.
- Ya estoy aquí.
-¿Cómo te ha ido cariño?
- Bastante bien, me lo e pasado genial.
- Me alegro mucho. Ahora dúchate para quitarte el cloro.
- Vale, pero antes quería hablar contigo. ¿Puedo?- me acomodé.
-Claro hija, dime-dejó lo que estaba haciendo y me atendió.
-Sabes que llevo tiempo sin ver a mamá-él asintió- Bueno, pues había pensado en ir a verla este verano, pero como no tienes dinero para que vallamos los dos, quiero ir yo sola a pasar este verano juntas. Si puede ser…
-Cariño, sabes que de más que no me gusta que viajes sola.
-Ya papá, lo sé. Pero tengo 17 años y ya soy mayorcita para ir a los sitios sola ¿sabes?
- Déjame que me lo piense y ya te aviso con lo que sea ¿vale?
-Vale. Bueno eso era todo.
- Muy bien. Y ahora a ducharte cariño.
-A eso voy.
Me duché y cené, las dos cosas me sentaron genial y me eché a dormir sin mirar el tuenti ni nada.
A la mañana siguiente, mi padre me despierta con un desayuno echo por él.
- Vamos cariño, a desayunar.
-¿Hoy no trabajas?- balbuceé.
- Hoy es domingo, y los domingos no trabajo.
- Es verdad. Estoy dormida aún.
-Pues desvélate que te tengo una sorpresa.
-¿Si? ¿Cuál?
-Desayuna y después te lo digo-sonrió.
Me levanté rápido de la cama y me fui a lavar la cara y a desayunar. Estaba riquísimo lo que me había echo mi padre.
- Ya terminé-reí-¿Cuál es esa sorpresa?
- Siéntate-asentí- Mira cielo, estuve pensando en lo que me dijiste ayer de ir a ver a tu madre este verano y tienes razón. Pero no me gusta que vayas sola.
- ¿Vendrás conmigo?
- Sabes que no puedo, tengo que trabajar todos los días.
-¿Entonces?
- Entonces… irás.
-¿A sí?- me sorprendí- ¿Me dejarás ir sola?
- Eso si que no. Pero por eso no te preocupes, ya tengo a alguien que vaya contigo.
- ¿Quién?
- Mira hacia detrás.
ESTÁS LEYENDO
La nueva vida de Estela.
Teen FictionEstela, una chica de 15 años que se muda con su padre al divorciarse de su madre. Esta chica vivirá momentos únicos e inolvidables. Se enamorará apasionadamente de un chico, pero no sabe lo que le deparará estar a su lado...