✦El cuervo y la serpiente✦ [CredencexNagini]

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Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them y Fantastic Beasts and The Crimes of Grindelwald pertenecen a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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EL CUERVO Y LA SERPIENTE

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╔╝GELLERT GRINDELWALD╔╝

Nagini vio cómo Credence se desprendió de su agarre y se metió de lleno en aquel pasadizo. Incluso sabiendo que lo más sensato era darse la media vuelta y marcharse por el mismo camino por el que había entrado en el mausoleo, la chica corrió detrás de él. Era consciente de que el pasadizo llevaba a la reunión de los seguidores de Grindelwald y sabía el peligro que eso implicaba pero no podía dejar que su novio estuviera solo allí. Bajó las escaleras del pasadizo y se encontró en la parte superior de un anfiteatro. El lugar estaba repleto de personas que estaban de pie, cuchicheando entre ellas. Inmensas estatuas con forma de cuervos se alzaban majestuosamente, como guardianes tenebrosos del anfiteatro. Nagini sintió un verdadero terror en cuanto se dio cuenta del tipo de magos que seguramente había en la reunión. Vio la espalda de Credence a un par de metros y lo alcanzó, sujetándolo del brazo.

― Todos son sangre pura ― le dijo en un susurro ―. Matan a los nuestros por deporte.

El muchacho no contestó, parecía inmerso en sus propios pensamientos. Por un lado, ella lo comprendía. Le acababan de decir que lo más cerca que tuvo a una familia le había sido arrebatado por una travesura infantil y aún si él no era un Lestrange, igual estaba relacionado. Si Leta no hubiera tenido la relación que tenía con su hermano Corvus y con su padre, el bebé Credence hubiera estado bien con la mujer que lo llevaba en el barco. El muchacho había buscado tanto tiempo por una respuesta sobre quién era pero así nada más, le dijeron que no había ninguna respuesta que buscar. No obstante, Nagini podía sentir que algo malo iba a ocurrir. Credence le había dicho cuando se fueron del hotel que, de ser posible, intentaría matar a Grindelwald él mismo. Conociéndolo, ella sabía que era capaz de intentar hacerlo a pesar de que estuvieran rodeados de sus seguidores. Así que, Nagini sólo se aferró del brazo de Credence en silencio y lo siguió. Esperaba poder calmarlo en el caso de que intentara hacer algo estúpido.

― Respira ― murmuró el muchacho en voz baja, una vez que se instalaron en las gradas inferiores. Nagini lo miró a los ojos y vio que él estaba más tranquilo.

― Estoy respirando ― contestó ella, bajando la mirada al suelo.

― Sé lo que estás pensando.

― ¿Y qué es?

― Que tendríamos que habernos ido ―. Él se arrimó más a ella y le habló al oído, para asegurarse de que nadie más escuchara ―. Confía en mí, no importa lo que diga Grindelwald, no dejaré que me convenza de nada.