✦El cuervo y la serpiente✦ [CredencexNagini]

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Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them y Fantastic Beasts and The Crimes of Grindelwald pertenecen a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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EL CUERVO Y LA SERPIENTE

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╔╝EL EXTRAÑO╔╝ 

Cuando dejaron de ver aquella masa oscura deslizarse por el cielo, los artistas del circo Arcanus volvieron a meterse en la gran carpa roja y amarilla que los albergaba mientras que los trabajadores y el elfo doméstico se encargaron de terminar de limpiar el escenario y las sillas que eran para el público no mágico. Además, estos últimos debían asegurarse de que las jaulas con animales mágicos estuvieran bien cerradas antes de poder irse a dormir.

Se oía un murmullo general entre los artistas mientras iban de regreso hacia sus aposentos pero lo cierto era que, fuera lo que fuera esa cosa negra, a ellos no debía interesarles demasiado. Sólo debían preocuparse por dejar todo bien preparado para el día siguiente. Si no lo hacían, Skender se enojaría con todos y el dueño del circo no era conocido por su paciencia.

― Esa cosa parecía un Lethifold... ¿Nunca has visto uno? ― preguntaba Fero, con su mesmerizante voz a la mujer conocida como Nigelle, quien sorprendía a los espectadores del circo con sus canciones. Era regordeta, no muy alta y siempre llevaba un abanico celeste en su mano.

― Jamás he oído de un Lethifold, no tengo idea de qué es eso ― contestaba la mujer, con su respingada nariz apuntando hacia el techo. Su cabello era castaño claro y sus ojos verdes desprendían cierta malicia ―. Sea lo que sea, mañana seguro lo veremos en los diarios, si es que en este país los tienen.

― ¡Claro que tienen diarios! ― la regañó Fero, pasándose la mano por su redonda cabeza ―. Que tú seas de Europa no significa que todos los demás sean salvajes.

― Tenemos suerte de que Skender se haya ido en cuanto la serpiente terminó su acto ― dijo la mujer en tono desagradable, con su regordeto cuerpo contoneándose hacia los lados ―. Si nos hubiera visto como tontos allá afuera, se hubiera enojado. Odia que perdamos el tiempo.

Aquella conversación fue pasada por alto por Nagini, quién había escuchado de Boris que la masa oscura era un Obscurus, pero el hombre no había dicho nada más desde entonces. De hecho, parecía estar terriblemente asustado por esa cosa y ella no sabía lo que eso significaba. Cuando los aires por fin se calmaron y todos los artistas se fueron tumbando en sus catres para descansar, Nagini notó que el catre de Boris estaba vacío. La chica conocía bien a su amigo, él había cuidado de ella desde que había llegado al circo por primera vez cuando tenía ocho años, así que sabía que si el hombre no estaba con ánimos de hablar, no debía molestarlo. Terriblemente cansada debido a su acto y con la imagen de la masa oscura revoloteando entre los edificios de la ciudad de Nueva York, se quedó profundamente dormida.