✦El cuervo y la serpiente✦ [CredencexNagini]

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Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them y Fantastic Beasts and The Crimes of Grindelwald pertenecen a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro

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EL CUERVO Y LA SERPIENTE

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╔╝EL TREN╔╝ 

Habiendo transcurrido quince días más, el circo Arcanus otra vez fue desarmado y preparado para moverse hacia su siguiente ubicación. Esta vez, Skender había pactado con otro hombre y consiguió un lugar en Madrid para llevar su espectáculo de rarezas. Similar a cuando habían partido de Nueva York, todos los artistas y trabajadores reunieron sus posesiones, los animales mágicos fueron puestos en cajas de madera para hacerse pasar por muebles y todos subieron a un tren no mágico que los llevaría desde Lisboa hasta la capital de España. Skender se encargó de comprar los pasajes y ocuparon dos vagones enteros del tren, además del último vagón de carga, en el cuál se pusieron las cosas de la carpa, las máquinas y las jaulas. Para evitar ser demasiado llamativos, tomaron el último tren que salía a las once de la noche y, con suerte, llegarían al día siguiente a eso de la una del mediodía.

Cada vagón tenía varios compartimientos y en cada uno había cuatro camas literas bastantes angostas, dos de cada lado del compartimiento, y en el centro, una pequeña mesita de noche con una lámpara que estaba justo debajo de la ventana. Además, del techo sobresalía un estante de metal para poner valijas. Boris, Nagini y Credence usaron el mismo compartimiento. El hombre ocupó la cama superior de la derecha, la chica la cama inferior de ese mismo lado y el muchacho la cama inferior de la izquierda.

― ¿Cuántas cosas te hicieron mover hoy? ― le preguntó Boris a Credence, cuando vio que este se refregaba uno de los hombros.

― No sé si es lo que le dan de comer pero la jaula del Zouwu está cada vez más pesada ― contestó él.

― ¿Hay alguien en el vagón de carga cuidando esos animales? No sería bueno que alguno se escapara ― volvió a preguntar el hombre, reclinando su espalda en la almohada de su cama y abriendo el periódico que había conseguido antes de partir.

― Los Sabarte se quedarán allí hasta la madrugada... luego vendrán a cambiarme el lugar y yo iré a cuidar a los animales.

― Deberías descansar entonces, muchacho. La noche es larga.

Credence también se acomodó en su cama aunque no se tapó, sólo apoyó la cabeza sobre la almohada y se recostó de costado, de modo que podía observar a Nagini. Ella, por su parte, estaba sentada al borde de la suya, mirando por la ventana del compartimiento. Le gustaba contemplar la noche al parecer.