Jueves por la tarde. Elena ya había acabado todos los deberes y había estudiado para el examen de mates que tenía al día siguiente. Miró su reloj, aún eran las 7 de la tarde, era la primera vez que terminaba tan pronto de estudiar, el tema de números complejos era bastante fácil. Aunque Raúl no lo pillaba por ningún lado.
Al pensar en él se miró la muñeca, la contraria al reloj, la derecha, en la que llevaba una pulsera plateada. Le encantaba esa pulsera, en parte porque se la había regalado Raúl para su cumpleaños, era en Julio. No se la solía quitar nunca.
Elena estaba un poco aburrida, todos sus amigos estaban en actividades extraescolares o estudiando y no podían quedar. Normalmente hubiera llamado a Dani, pero como tenía una cita el sábado con Alina habían acordado no verse para no levantar sospechas. Así que Elena decidió ir a nadar.
Llevaba haciéndolo un par de semanas y había descubierto que le gustaba nadar, se relajaba bastante y no pensaba en nada más. Además nunca iba mal hacer algo de deporte y no estar todo el día encerrada en casa. Aunque le gustaba nadar no se había apuntado al club de natación, de momento prefería ir por libre.
Elena vivía lejos del centro, en una casa a las afueras, al igual que sus amigas Lucía, Carmen y Aurora. Para ir a los sitios más rápidamente, ella y Lucía tenían una moto. Así que Elena se preparó la bolsa, se montó en su moto y fue al polideportivo.La piscina era interior, no se tenía que preocupar por el frío, menos cuando salía de nadar. Se puso su bañador azul y blanco y el gorro en el vestuario. Normalmente dejaría allí sus cosas, pero ese día no había nadie, así que las dejó en un banco cerca de la piscina. Guardó la ropa en la bolsa y dejó la toalla sacada, se quitó la pulsera de Raúl para no estropear la con el cloro y la puso encima de la toalla.
Empezó a nadar, haciendo series de largos, cada vez se notaba más en forma y tenía una sensación de adrenalina que le gustaba mucho. Estando tan concentrada no se dio cuenta de que alguien se acercaba a la piscina y se la quedaba mirando mientras nadaba.
No fue hasta que 10 minutos mas tarde paró a descansar y lo vio. Daniel se encontraba en bañador y toalla en el borde de la piscina.
- ¿Qué tal Ariel, disfrutando del mar?- preguntó Daniel.
- Apuesto a que te ha llevado un rato pensar esa frase- contestó Elena con una sonrisa. Se quitó el gorro y metió la cabeza en el agua para ponerse bien el pelo porque se le habría quedado chafado del gorro.
Cuando salió a la superficie Daniel se había sentado en el borde y había metido las piernas en el agua. Elena se encontró enfrente de sus abdominales, la verdad es que Daniel no estaba nada mal porque entrenaba mucho. Desvío la mirada hacia su cara antes de que él se diera cuenta que lo estaba mirando.- Por cierto, ¿Qué estás haciendo aquí?- le preguntó ella.- Pensaba que no nos íbamos a ver hasta el sábado. ¿Me has venido a buscar?
- No eres el centro del mundo Elena- respondió con una sonrisa- tal vez solo me apetecía nadar y justo te he encontrado- dijo cruzándose de brazos.
Elena lo miró subiendo una ceja, Dani no nadaba.
- Vale, me has pillado- dijo rindiéndose- puede ser que me aburriera y haya enviado un mensaje accidentalmente a Lucía y ella me haya dicho que estarías aquí.
Esta amiga suya..., Seguro que se estaba riendo de esto como si fuera una telenovela.
- Ah! Y aunque me lo haya dicho tiene carácter- dijo Daniel- me ha dicho que era un pesado y que la dejara estudiar mates que tenía que concentrarse para sacar un nueve como mínimo.
Elena se rió, eso si era propio de Lucía. Daniel siguió hablando:
- Bueno que también estoy aquí porque me ha dicho mi entrenador de baloncesto que tengo que trabajar mi físico y he pensado que natación sería una buena opción.
- Y entonces a que esperas, ven a nadar- dijo Elena.
- ¿Entonces no te importa que me quede?
- La piscina es muy grande, yo me quedó aquí y tu te vas a la otra calle- respondió ella.
- Vaya, has destrozado mis ilusiones- dijo Daniel mientras ponía cara triste.
- ¿No querías nadar? Pues ya estás tardando.
Elena se sumergió de nuevo y siguió haciendo largos. A Dani le encantaba hacer el tonto, no estaba triste, solo le gustaba ser el centro de atención. Era un poco payaso, sin embargo no sacaba su lado gracioso muy a menudo. En clase solía llevar una tapadera, escondía sus buenas notas y se relacionaba con los más populares. Bueno, la gente quería ir con él, porque era la típica persona que te encandilaba y querías gustarle.
Elena pensaba que él no se daba cuenta de ello, de que las personas que lo rodeaban eran un poco falsas. Además Dani tampoco era él mismo. Elena lo sabía porque lo conocía desde pequeño y pasaba mucho tiempo con él.
Habían sido vecinos desde siempre, además sus padres estaban haciendo juntos un negocio y se llevaban muy bien. Y la madre de Elena consideraba a Daniel un buen chico y estaba intentando emparejarlo con Elena todo el rato. Elena no le había dicho nada de lo suyo porque era falso.
Estaba nadando mientras pensaba en todo esto cuando se chocó con algo. Era Daniel.
- ¿Estás enfadada conmigo?- preguntó
- No, ¿Por qué dices eso?
- Antes has sido un poco cortante y no parecías contentas de verme.
No había sido la intención de Elena, pero ahora que lo pensaba, no lo había tratado muy bien.
- Lo siento, de verdad que no estaba pensando- respondió Elena. Ahora se sentía mal.
Daniel la miró y se empezó a reír de repente.
- ¿Me estabas tomando el pelo?- preguntó Elena.
- Claro que sí.
- Ja, ja, muy gracioso- respondió con ironía, pero se le escapó una pequeña sonrisa.
- ¿Ves?- dijo Daniel- te he hecho reír.
- Venga, vamos a salir del agua, que estoy cansada.
Los dos se acercaron al borde de la piscina y Daniel salió de un salto. Elena le tendió la mano para que la ayudara a salir y justo cuando él se la cogió ella tiró del brazo y Daniel cayó de cabeza al agua.
- Ja, te la debía por lo de antes.
- Ahora vas a ver- dijo Daniel. Y se tiró encima para hundirle la cabeza en el agua.
Menos mal que la piscina no cubría mucho, porque así Elena se pudo deslizar debajo de él y escabullirse. Empezaron a perseguirse entre sí, como si fueran niños pequeños. Desde fuera podría verse como una escena muy infantil y cursi, pero ellos se lo estaban pasando muy bien entre risas y agua.
En un momento Daniel agarró a Elena del brazo y la atrajo hacia él, dejaron de reírse y se miraron fijamente. Daniel tenía una mirada muy intensa y Elena solo podía pensar en lo que le gustaban sus ojos azules y en lo guapo que estaba con el pelo mojado y las gotas encima suyo.
Estaban muy cerca y entre ellos se creó una tensión que ninguno quería atreverse a romper, así que no dijeron nada.
Dani solo podía pensar en besarla, la acercó más hacía él y por un momento se olvidó de Alina y de su cita del sábado. La agarró por la cintura y cuando parecía que algo iba a pasar, se oyó una voz cerca de la piscina:
- ¿Elena?
Elena se separó rápidamente de Daniel. Mierda, pensó él, ya que la persona que había hablado era Raúl. Y Elena estaba mirando a Raúl como lo había mirado a él apenas unos segundos antes. Aunque a lo mejor todo había sido su imaginación y solo él había sentido algo.
- Hola- saludó ella- ¿Qué haces aquí?
- Necesitaba ayuda con el examen de mates de mañana, con los números complejos y Lucía me ha dicho que estabas aquí.
Elena iba a tener que hablar con su amiga seriamente sobre compartir su localización con otras personas, seguro que lo hacía a propósito.
- Si molesto podemos hacerlo más tarde- dijo Raúl- no me importa esperar. Tarde, pensó Dani, ya has interrumpido algo.
- No tranquilo, no pasa nada- repuso Elena rápidamente mientras salía de la piscina- espera aquí que me cambio y lo miramos.
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Donde Nunca Esperas (Pausada)
Teen Fiction¿Qué pasaría si te enamoras del novio de tu amiga? ¿Y si aparece alguien más en tu vida? En 6 días Raúl y Jaci cumplirán medio año saliendo, todo parece ir perfecto, pero no saben lo que se pueden complicar las cosas. ¿Exnovios? ¿Secretos? De todo p...