CAPÍTULO 8

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Raúl se giró sin decir nada y subió a su casa. Elena no se podía ir así ahora, tenía que hablar con él, subió detrás, pero Raúl se había dado mucha prisa. Cuando lo alcanzó, ya había entrado en casa y tenía cara de ir a darle un puñetazo a la pared en cualquier momento.
De hecho lanzó el brazo hacia delante para hacerlo, pero Elena llegó antes y le agarró la muñeca con fuerza.

- Eh, no lo hagas, así solo te harás más daño.

- No lo entiendo, ¿quién es?, ¿por qué lo ha hecho?

Elena no sabía si debía decirle que era Rigoberto. Ella tampoco sabía que estaba pasando, se suponía que Jaci lo había superado, pero parecía ser que no.

- Elena, puedo ver en tu cara que sabes algo. Tienes que decírmelo.

Elena bajó la mirada al suelo.

- Él es Rigoberto.

- ¡¿El ex de Jaci?!

- Sí, volvió esta semana y le dijimos que no se acercara a ella, pero al parecer no nos ha hecho caso.

- ¡Ya veo que no os ha hecho caso!

- No me grites a mí, que yo no tengo la culpa.

Raúl respiró hondo y se dejó caer en el sofá.

- Lo sé, perdona. No se como gestionar esto, pensaba que estábamos bien, y ahora está besando a su exnovio y yo...

En ese momento sonó el timbre, Raúl se levantó y fue a ver quién era. Elena se quedó de pie esperando.

- Jaci - oyó que decía Raúl. No podía saber que decía ella porque estaban hablando a través del telefonillo para abrir la puerta.

- Lo he visto. No, no quiero que me expliques nada. Mejor hablamos otro rato, ahora no estoy calmado. Adiós Jaci.

Raúl volvió a entrar al salón.

- Era Jaci - dijo él.

- Lo he oído.

- No se que voy a hacer.

- Deberías darle una oportunidad de explicarse. Pero mejor mañana, ahora no pensarás con claridad.

Raúl se volvió a enfadar.

- ¡No sé por qué lo ha hecho!

- Raúl, relájate.

Elena lo volvió a sentar en el sofá y lo abrazó para que se calmara. Su respiración se volvió más lenta y cuando parecía que ya estaba bien se separó un poco.

- Elena - susurró él. Entonces se inclinó hacia ella, le colocó la mano en la mejilla y la besó.

Elena estaba sorprendida, pero se dejó llevar, era un beso suave y Raúl era muy dulce. La agarró de la muñeca y le rozó la pulsera que le había regalado Daniel. Daniel y Jaci, pensó Elena, oh no.
Se separó de Raúl y cuando él intentó volverla a besar, ella puso sus manos en el pecho para dejar un poco de distancia, aunque no demasiada.

- Raúl, esto no está bien. Le estás haciendo a Jaci lo mismo que ella a tí. Te arrepentirás si te vengas de ella.

- No me estoy vengando. Me importas mucho.

- Y tú a mi, pero ahora no creo que sea el momento.

Raúl se fijó por primera vez en la pulsera de Elena.

- ¿Y esa pulsera? Es nueva.

- Eh... Me la han regalado.

- ¿Ha sido Daniel?

Donde Nunca Esperas (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora