Me empezó a crecer cola. Ahora es demasiado pequeña para que salga del traje ajustado que llevo debajo de la blusa morada, pero tengo ciertas molestias ahí.
AHÍ.
—Y... ¿Recuerdas cosas del pasado muy seguido? —curioseó el terrícola hace tiempo.
—Sólo... Si hay frases o lugares que me lo recuerden.
Han pasado días, y justo como Myce había pronosticado, la bruja trató de acceder a mi mente en tres ocasiones más, a pesar de sus intenciones y de seguir el consejo de mi amigo, no pudo entrar a mis memorias. Creo en parte haberla engañado pero al haber sido alquimista, ahora anciana y por lo visto, demasiado inteligente por lo que presiento, nuestro teatro no tardará mucho en ser descubierto.
— ¿Prefieres que te llame por algún nombre? —Preguntó Shiro, acostado en el suelo de la cámara, con las piernas rectas, recargadas en la pared, haciendo un perfecto ángulo de noventa con sus cuádriceps y cuatro de sus músculos abdominales, siendo demasiado marcados dos de ellos—, hemos estado encerrados ya un tiempo, y sigo llamándote "oye" cada vez que quiero decirte algo.
—No es necesario que me digas de ninguna manera —respondí bostezando, era el inicio del día y nuestros guardianes habían salido por nuestros desayunos. Me senté despacio, aparté el cabello de mi frente y estiré mis brazos y piernas—, sabré cuando te dirijas a mí. Eres demasiado amable.
— Eso no es cierto —negó incorporándose, bajó los pies y los cruzó apoyando las manos en sus tobillos. Abrió la boca para excusarse, sobra agregar que no había argumento válido para utilizar.
—Novato —me burlé, pues por más que quisiera y lo obstaculizara, él estaría mintiendo.
Deslicé el resto del pecho con cara al suelo, apoyé las palmas de mis brazos en el frío metal de este y así dieron inicio mis tempranas flexiones, Shiro, por su parte, tenía una secuencia diferente a la mía, aún le era difícil acostumbrarse a la prótesis que tenía en la extremidad distal de su miembro torácico, por lo que practicaba de inicio.
El número de lagartijas que debía entregar ahora había aumentado casi el doble, nunca me ocurrió el exponerme tanto a un ejercicio, faltaba poco cuando mis brazos empezaron a temblar, la membrana posterior a mi deltoides comenzaba a cansarse y daba queja de ello, junto con otros músculos encargados de la flexión y extensión del hombro y codo parecía que estaban efectuando una huelga.
—Quizá deberías parar un poco —sugirió el humano—, puedes lastimarte si sigues así.
—Las series están programadas respecto a tu rendimiento y capacidad —jadeé—, además, es disciplina, Shiro.
—Sé lo que eso implica —siguió—, pero todos merecemos un descanso, incluso tú, más que nadie en el hangar.
Mi corazón se removió de forma extraña en mi pecho, casi experimenté como se movía de un mediastino a otro, o como se ponía a bailar con ambos pulmones, sin embargo, no entendía la razón de su animada danza.
—Están a un par de tics de llegar, finge que estás haciendo algo.
Su fonética varonil fue interrumpida por las puertas abriéndose y los dos galra entrando por ellas, aun teniendo mi trabajo sin terminar, sentía los brazos como gelatinas intranquilas, los hombres morados nos tendieron la comida verde grumosa y Shiro la comía extrañamente feliz.
—No entiendo por qué no te gusta —comentó una vez—, sabe muy bien.
—Créeme, hombre espacial —expliqué al chasquearle la lengua—, después de algunos años, no, meses, vas a odiarla.
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| Voltron | ••• Secreto Estelar [Shiro x Lectora]
FanfictionUna creación quimérica será suficiente para hacer temblar a la Tierra de miedo, junto a sus pobladores. Una alienígena controlada por la bruja del imperio tendrá que enfrentarse a muchas cosas para sobrevivir, amigos, familia, y todo se vendrá abajo...