cinco

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Siempre que vas a casa de tu suegra recuerdas esa maravillosa noche. La que cambió tu vida para siempre. Estacionaste en la entrada y fuiste hasta los escalones de la puerta. Llamaste al timbre y esperaste a que se abriesen las puertas de madera.
Cuando lo hicieron, Mary estaba allí con el siguiente corazón moviéndose de un lado para el otro.
Te reíste y abriste los brazos.

—Hola, mamá.

—Hola, cielo. Feliz aniversario. ¿Puedes creer que ya hayan pasado dos años? —Abriste los ojos sorprendida.

—No me lo creo.

Te encanto el corazón dorado con las letras blancas. ¿Lo había hecho a propósito? Para ti, ese corazón simbolizaba la Navidad. Esos toques tan sutiles eran preciosos.
Te dio el corazón.

—Tengo un regalo para Finn y para ti, pero sé que quieres seguir con la búsqueda.

—Gracias, mamá. Te quiero. Nos vemos pronto. —Le diste otro abrazo y la besaste en la mejilla antes de salir corriendo al coche —. ¿Ahora qué viene?

Te sentaste en el coche pardo para leer:

Una de las mejores noches de mi vida. ¿Qué habría pasado si tu padre no hubiese tenido que trabajar aquella noche? ¿Y si tú madre no te hubiese invitado a venir a la fiesta de mi madre? ¿Estaríamos donde estamos hoy?
La sexta pista: lo necesitamos para confundir a los paparazzi la primera vez. Lo encontrarás en la cocina de tu madre.

"Que el corazón te guíe" ©️ Finn Wolfhard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora