𝐂𝐀𝐒𝐈𝐋𝐋𝐄𝐑𝐎 𝟎𝟗𝟕 ❝ ❞ ⁿᵃʳᵘʰⁱⁿᵃ

📚D I E Z📚

Siete meses atrás...

-Lo siento chicas de nuevo, pero mi tía viajó de imprevisto y me dejó a cargo su casa junto con su perro. Le diría a mamá, pero está en una reunión... No, no pueden venir... ¿Por qué?... Pues... Es que a mi tía no le gustan extraños en su casa... Sí, reglas son reglas, para la próxima será... ajá, buena idea, ¡nos vemos!.

Sakura terminó la llamada guardando su celular en su bolsillo y volvía a agarrar la gran y pálida, pero cálida, mano de su novio que le veía algo apenado.

-Perdón por hacerte venir un sábado a la escuela, pero necesitaba sacar unas cosas de mi casillero sí o sí hoy... -Se disculpó Sasuke.

-No es problema, prefiero estar contigo -Negó Sakura dándole caricias con su dedo pulgar y recibiendo a cambio un beso en su colorada mejilla que le hizo sacar un suspiro. Nunca en su vida escolar se hubiera imaginado que el imponente Sasuke Uchiha fuera de esa forma tan linda, está segura que si se lo dijera a alguien más probablemente no le creería y la mandarían a un psiquiátrico, pero eso le reconfortaba, saber que sólo era así con ella le enamoraba más.

-La verdad, te traje aquí por otra razón -Dijo el peli-negro en cuanto llegaron al tercer piso y Sakura se sintió confundida por las palabras que recién dijo, bueno, eso y que ahora su casillero, que era un lindo azul brillante, estaba pintado color negro.    

-¿Qué es esto, Sasuke? -Preguntó frunciendo su ceño, viéndose completamente adorable ante los ojos de su novio que no dudó en soltar sus manos entrelazadas para acariciar las suaves y lindas mejillas de su peli-rosa.

-Pues... resulta que tengo una novia muy tierna y muy linda. Llevamos casi tres meses juntos y fue el corto tiempo más feliz de mi vida a pesar de que sólo ella pueda saberlo. Mi novia siempre me demuestra que... que me quiere y yo siento que nunca lo hago. Mi novia siempre me manda cartas o pequeñas flores y son tan hermosas que no puedo deshacerme de ellas, pero tampoco puedo permitir que las vean... - explicó y Sakura cada vez entendía menos- Por eso hice esto...

Sasuke volvió separarse de la peli-rosa para poner el código de la ruedita que abría su casillero dejando ver lo que contenía en su interior, y cuando Sakura se fijó en eso no pudo evitar que sus ojos brillaran. Además de los pocos libros y otras cosas que guardaba el peli-negro dentro de él comúnmente, en la puerta, en el lado interior, se encontraban nada más ni nada menos los jazmines que le regaló tan sólo ayer pegados y distribuidos por esta. Por cada jazmín había una nota o sino un post-it de distintos colores y con el distinguido aroma a rosas que Sakura tenía, y lo más importante, eran escritos por ella misma cuando se distraía en clases, todos dedicados exclusivamente para él. Esos que se los daba a escondidas cuando se cruzaban a la salida por los pasillos y no habían curiosos por ahí. También se encontraban fotos instantáneas de ellos  en unas de sus tantas salidas en los fines de semana, y ya para esos instantes Sakura se mordía el labio para no gritar de la emoción y las pequeñas lágrimas que salían de sus ojitos.

-¿Te gustó?, ¿Exageré?, si quieres puedo quitarlo y... 

Entendió que debía callar en cuanto unos delicados brazos rodearon su cuello y sus finos labios se estamparon con los propios, se acariciaron suavemente en un beso lento y tierno que aceleró los corazones de ambos.

-Me encanta -Habló Sakura, demasiado enamorada del chico sonrojado que tenía al frente.

-Tú me encantas -Se atrevió a decir Sasuke, importándole poco que su rostro fuera un claro tomate, valía la pena si podía ver esa linda sonrisa.

Y desde ese día el casillero se fue adornando con flores cada vez que las anteriores se marchitara, con dibujitos, fotos y cartitas tiernas que Sakura le regalaba a su novio que parecía oscuro, misterioso y aterrador por fuera, pero era tierno y cálido por dentro, como el casillero 097, el único casillero negro de la escuela. 

FIN- 

Siguiente y último capítulo: Epílogo.