Uno

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Ocho años antes.

—¿Qué vamos hacer, ChanYeol? Nuestros padres van a matarnos.

El de pequeña estatura se restregó la cara con estrés luego de ver la prueba de embarazo. Y lo peor de todo es que se la hizo como broma, como para sacarle las dudas a ChanYeol y Baekhyun estaba seguro que esa cosa iba a dar negativo, vaya sorpresa de cumpleaños adelantado.

—No hay que entrar en pánico, ¿sí?, tomémoslo como algo genial. ¡Un bebé de los dos, Baek!—El mayor se sentó a su lado entrelazando sus manos.—Te prometo que vamos a salir de esta juntos, no te va a faltar nada, conseguiré un empleo y haré todo lo que me digas.

ChanYeol iba a perder la cabeza, pero tenía que estar bien por Baekhyun. Se iba a encargar de tenerlo como un rey a su lado, no se esperaba eso pero ahí estaba.

BaekHyun lloró mucho ese día, no sabía si era por felicidad o por las ganas de matarse que tenía. Se había arruinado la vida, pero iba a enfrentar sus errores; cuidar a un niño con el amor de tu vida no sería tan difícil, ¿no?

Ese día también se hicieron muchas promesas, ChanYeol se encargó de hacerle olvidar el mal trago contándole anécdotas o preguntándole cosas del futuro de ellos.

Las pasadas semanas ellos se encargaron de visitar a una ginecóloga para ver si en serio era un embarazo o solamente era el susto de que la prueba dio positivo. Y Baekhyun tuvo ganas de llorar de nuevo cuando le dieron un golpe en los huevos dándole la realidad, no literalmente, pues sí estaba embarazo de tres meses y eso ya no se podía cambiar. Agradeció estar de vacaciones y no tener que mirar a nadie del instituto.

El abortar fue una opción para BaekHyun, pero sabía que ChanYeol jamás se lo perdonaría. Y que eso era muchísimo peor que haber salido embarazado, ya hasta sabía lo que su madre le diría; que era un irresponsable que no asume sus errores, que si era muy grandecito para abrir las piernas y follar sin condón, que sea muy grandecito para tener al bebé. Y BaekHyun quiso llorar de nuevo, eso se lo había dicho a su hermana cuando salió embarazada, sabía que sería lo mismo que le diría a él.

Pensaron muchísimas veces como decirle a sus padres, y cada una fue rechazada por el menor. Fue cuando cumplió los cuatro meses y su barriga se notó más que BaekHyun se quiso enfrentar a sus padres con ChanYeol.

Salió tal y como lo esperaba, una abofeteada en la cara, gritos y su novio protegiéndolo de los animales de sus padres.

—¿¡Cómo pudiste ser así de irresponsable, BaekHyun!?, ¡Te criamos mejor que eso!

No lo apoyaron, lo echaron de la casa con su ropa y le dijeron que para ellos estaba muerto. Ese día BaekHyun agradeció dos cosas, la primera era que ChanYeol ya vivía solo en un apartamento bonito que sus padres pagaban y pudieron irse en paz, y la segunda es que su novio jamás se separó de él, estuvo ahí hasta la última lágrima caída.

Tiempo después fue con los padres de ChanYeol, ellos actuaron mejor que antes, pero no tuvieron apoyo alguno, sin embargo.

—Y está bien.—le había dicho ChanYeol.—Nosotros dos nos metimos en esto, y vamos a salir juntos. Cuando el pequeño SeHun o la pequeña Usagi nazca, lo vamos a disfrutar muchísimo.

La sonrisa de ChanYeol hizo que se sintiera mejor y acariciara su vientre con cariño, estaba seguro que todo iba a mejorar.

Y vaya que estaba equivocado.

Si bien ChanYeol siempre le daba una sonrisa y salían de vez en cuando, le incomodaba de sobre manera las miradas desaprobadoras que se ganaba de algunas personas conocidas de su instituto. Y al hablar con sus amigos, se dieron cuenta que lo botaron de todo proyecto junto a él, le dieron la espalda, y también era algo que se esperaba.

La única que les dio su apoyo fue su hermana, y no era para menos, a ella le pasó lo mismo y se arrepintió muchísimo de también haber sido una de esas personas que le habían dado la espalda hace años como lo estaban haciendo con él ahora.

Cuatro meses después, nació el pequeño Park SeHun, era un bebito muy adorable con mejillas regordetas y naricita de botón, era una combinación perfecta de ellos dos, ChanYeol se enamoró aún más del niño desde que lo vio en vivo y directo.

BaekHyun juró nunca jamás volver a embarazarse, a pesar de haber sido una cesárea. Sabía que se quedaría con una cicatriz en su estómago, pero no pudo arrepentirse al ver al pequeño junto a él.

Los padres de ChanYeol y su hermana fueron los únicos en ir a verlo, y se sintió mal, se lo comentó a ChanYeol y recibió una sonrisa incómoda.

—Está bien, amor. La llegada de SeHun es nuestra felicidad solamente, si sientes que alguien no lo ama; tú dale todo ese amor que creas.

Pero eso no ayudó a sentirse mejor.

Los días pasaron, volvieron a casa y BaekHyun pensó qué tal vez todo iba a mejorar, y no fue así. Cuando ChanYeol se iba, sus padres lo visitaban para ver al bebé sin mucho ánimo, y no era para menos por su comportamiento, pero no se esperó las palabra de su padre.

—Déjalos, y te prometo que entonces voy a olvidar este error que cometiste, te pagaré la universidad y estarás como si nada. Piénsalo, Baekkie.

Y aún así, él no se dejó engañar, al menos no a la primera. Pero los contantes lloriqueos de SeHun hacían que perdiera la cabeza, algunas veces lo dejaba llorar hasta que ChanYeol venía y discutían, luego ChanYeol se disculpaba y hacían las pases.

BaekHyun veía como pasando los meses, todos se superaban. Vio por sus redes que sus compañeros y ex amigos pasaban con alegría los exámenes de la universidad, y el como ChanYeol venía más alegre del trabajo contándole que su jefe podía darle un ascenso.

BaekHyun se sintió inútil, y los lloriqueos de SeHun no ayudaron.

—¡Ya cállate!—Los lloriqueos pararon al haberlo asustado, pero los hipidos aún se escuchaban. BaekHyun se arrepintió balbuceando disculpas mientras lo cargaba y contemplaba.

Ahí se dio cuenta que él no podía ser un buen padre para SeHun. Comprendió que quizá sí debería dejarlos, pero no por él, por SeHun. Pensó que estaría mejor si solamente está con ChanYeol, él no se sentía preparado para tener un hijo y no lo pudo decir porque nadie le dio la oportunidad, y si lo hacían, le daban a entender que era algo malo.

Incluso con la adopción, esa vez ChanYeol se enojó tanto con él por pensar en dar a otras personas a su bebé, simplemente ChanYeol no lo imaginaba. Y BaekHyun esa vez se tragó su amargura.

Esa noche, ChanYeol llegó temprano con su buen humor de siempre, aunque solamente ChanYeol sabía lo cansado que estaba con dos empleos a la vez, eso no quitaba la alegría de volver a casa para ver a su familia junto a él.

Acostó a su bebé y luego le hizo el amor a BaekHyun, con protección, siendo muy cuidadoso para hacerlo disfrutar. Y Dios, BaekHyun se sintió mal cuando, después de que ChanYeol se durmiera, arregló su maleta y escribió una carta dispuesto a irse.

Llamó a sus padres y les contó sobre su decisión, lo fueron a recoger. La mirada orgullosa de sus padres le dio a entender que hizo bien para él, más no para el hombre que había abandonado con su pequeño hijo.

Cuando ChanYeol despertó esa mañana y leyó la pequeña carta, sintió su corazón quebrarse. Agradeció eternamente que era sábado, lloró todo lo que pudo con SeHun en brazos.

BaekHyun ya no existía más para ellos, debía sacar adelante a su hijo y, aunque tuviera destrozado el corazón, haría lo que sea para que a SeHun no le faltara nada.

"Si nadie más lo ama, hazlo el doble."

Porque haría lo que fuera por SeHun, por su pequeño niño.

Todo por SeHun ||ChanBaek||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora