ONE SHOTS (CODY FERN)

CODY FERN

Marlenne06Arellano aquí estapr fin tu pedido, perdón por la enorme tardanza. Me he desviado un poquito de lo que me pediste, espero te guste.

              Tenías una relación con Cody que había durado casi dos años y de la cual estabas muy orgullosa y feliz. Él era demasiado lindo contigo, te amaba con todo su corazón.

Cuando él obtuvo un papel importante en American te emocionaste mucho por él. Realmente lo querías mucho.

— ¿Cómo te va con el elenco?–cuestionaste sentándote a su lado en el sillón.

Él conservaba la peluca para mayor facilidad y debías admitir que te encantaba verlo de esa manera.

— Son muy agradables y divertidos.–dijo enfocando su vista en ti. — Espero algún día puedas conocerlos.

— Yo también lo espero.–añadiste  tratando de no ser tan directa y bebiste del café que habías preparado. — ¿Vas a decirme cuál es el final?

Cody comenzó a reír, negó antes de estirar su mano hacía tu cara y limpiar con su pulgar la mancha de la espuma en tu nariz.

— No puedo.–susurró llevando su dedo a la boca y saboreandolo. — Sería un spoiler.

— No para mi.–te apresurarse a decir buscando persuadirlo. — Prometo no filtrar nada.

— Confío en ti.

Cruzó sus brazos y se recargo en el sillón, subió los pies en la mesita y cerró sus ojos tratando de escapar de tu interrogatorio.

— ¡Baja los pies!–lo regañaste golpeando suavemente sus piernas.

Él bufo e hizo lo que ordenaste.

— Pensaba decirte el final, pero ahora no lo haré.

— Mentiroso.–acusaste indignada. — No pensabas decirme nada y está bien, lo aceptó.–Cody abrió los ojos mirándote extrañado. — Vas a quedarte sin sexo hasta que decidas decirme el final de la temporada.

— ¡Las brujas mueren!–mintió aunque no del todo.

Lo miraste con seriedad sabiendo que no decía la verdad y te levantaste caminando hacia la cocina para lavar la taza.

— Marlenne, no puedes hacerme esto.–reprochaba siguiéndote.

Lo ignoraste. Secaste tus manos antes de salir de la cocina y apagaste la luz.

— Buenas noches, Cody.–pronunciaste antes de correr a tu cuarto y cerrar la puerta.

Reiste ante las súplicas de tu novio por dejarlo entrar. Era infantil comportarte de esa manera, pero llevabas casi la mitad de las grabaciones preguntandole por la trama y cuando te la dijo te quedaste con la intriga. Necesitabas saber el final del anticristo.

Él sabía cuánto amabas American Horror Story y se aprovechaba de eso para hacerte sufrir, así que de alguna manera decidiste regresarle la moneda.

Los días pasaron con los ruegos de Cody por tu perdón, pero ninguno de los dos daba su brazo a torcer respecto a sus ideas.

Cody hacía de todo para ganarse tu perdón, aunque técnicamente no debías perdonarle por algo.

Volvía en las noches con ramos de rosas, cajas de chocolates, bombones, discos, películas, peluches, cualquier cosa para volverte a ver reír y bromear con él.

— Te llevaré a un lugar.–dijo como su último recurso.

No dijiste nada simplemente lo seguiste sin protestar. Veías por la ventana mientras escuchabas la música de fondo.

Te acomodaste en el asiento al ver los estudios en donde se llevaban a cabo las grabaciones, giraste tu cabeza en dirección a Cody.

— Sé cuanto amas American Horror Story.–se limitó a decir antes de desabrochar su cinturón y rodear la camioneta para abrirte la puerta.

Te sentías como niña pequeña entre los grandes pasillos que estaban llenos de cámaras, con personas cogiendo de un lado a otro.

— ¡Es increíble!

Abrazaste a Cody con fuerza, sin embargo la emoción no duró mucho.

— Que bueno que legaste Cody, tenemos que ver tu vestuario y maquillaje.

El rubio te miró con pena.

— No pasa nada.–trataste de tranquilizarlo. — Ve, voy a estar bien.

Asintió y antes de irse depositó un beso en tu frente. Sonreiste y comenzaste a recorrer el lugar, conociendo a parte de los actores y evitando actuar como una loca acosadora.

Intentabas encontrar el remolque de tu novio, pero parecía una tarea difícil.

— ¿Puedo ayudarte en algo?

Miraste asombrada al hombre que tenías delante de ti. Solo llevaba una pequeña tela cubriendo sus partes pudendas, unas grandes alas y unas sandalias cafés.

— S-sí.–tartamudeaste observando su trabajado cuerpo. Moviste la cabeza y aclaraste tu garganta. — Estoy buscando a de Cody Fern.

— Sigueme.–sonrió haciéndote una seña con su cabeza.

Avanzaste detrás de él observando las cosas a tu paso para no perderte.

— Aquí es.–su voz te devolvió a la realidad.

— Gracias.–sonreiste. — Soy Marlenne. – te presentaste por cortesia.

— Garrett Weston.–tomó tu mano y la llevó a sus labios, en ese momento la puerta se abrió dejando ver a un Cody de aspecto desaliñado y sucio. — Nos vemos después.

Lo miraste hasta que desapareció y luego encaraste al rubio que te miraba con seriedad.

— ¿Qué sucede?–cuestionaste confundida.

— Nada.–respondió rodando los ojos y soltó un bufido.

Sonreiste con ternura al descubrir lo que sucedía.

— ¿ Estas celoso?–reiste sabiendo que no lo aceptaría. Era un poco orgulloso.

— No.

— Sí, sí lo estas.–rodeaste su cintura con tus brazos. — Te ves demasiado tierno cuando estas celoso.

— ¡No estoy celoso!

— No deberías.–dijiste poniéndote de puntitas y dejando bespsor todo su rostro. — Yo te amo a ti, sólo tengo ojos parda ti.

Besaste sus labios y poco a poco te correspondió.

— Nunca voy a cambiarte.

Te rodeó con sus brazos y suspiró dejando un beso en tu frente.

— ¿Ya no estas molesta?–cuestionó con miedo.

— Jamás lo estuve, solo fue una pequeña broma que se me salió de las manos.

— Que bien.–dijo soltándote. — Porque ahora yo si estoy molesto.

Se alejó dejándote parada en medio pasillo. Moviste la cabeza con diversión y nervios sabiendo que los papeles se habían intercambiado. Cody era una diva y sería difícil obtener su "perdón".