Capítulo 2

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Se suben a los caballos y se van.

¿Príncipe Daryon? ¿El mismo príncipe futuro gobernador de Reslond?

¿Pero que hacía ese siguiéndome?

Vuelvo a junto Annabeth.

- Menos mal que has llegado, ya me estaba preocupando. ¿Has visto quién era?

- Si te lo digo, ¿me creerás?

- Claro - afirma.

- El príncipe Daryon..., Diana, es más probable ver a una persona volar antes que al príncipe pagar manzanas y seguir a unas pueblerinas.

- Dijiste que me creerías.

- Simplemente me parece imposible.

- Bueno, vale, como quieras, vamos a llevar esto a tu casa.

Cogemos los cestos, al estar llenos de ropa mojada, pesan el doble.

Caminamos y nos encontramos con Alloy. A Annabeth le cae genial, pero a mi no.

- Buenas, señoritas, ¿las ayudo con eso?

Intenta agarrar el cesto que llevo entre las manos. Yo lo esquivo:

- No intentes comportarte como el caballero que no eres.

- Diana - Annabeth me da un codazo - compórtate.

- ¿Quieres que él te ayude?

- Sí.

- Pues hacemos una cosa, yo me voy y él te acompaña a casa.

- De acuerdo.

Le entrego con fuerza la cesta a Alloy y antes de irme me susurra:

- Bonitos labios.

Me he dado cuenta de que aún los tenía pintados con las bayas.

Barro lo que me queda con la mano y me alejo de ellos.

Me siento en la hierba en frente de mi casa.

Poco después, Drew llega.

- Hola enana - y me alborota el pelo. Siempre hace lo mismo.

Entramos en casa y preparo la cena.

- ¿Qué tal te ha ido el día? - le pregunto.

- Bastante bien, salvo que las cosas empeorarán.

- ¿Qué quieres decir?

- Pues que el príncipe Dayron ha sido comprometido con la princesa Cassandra de Batenjay, así que tendremos que viajar hasta allí y evitar que el círculo de los enmascarados intervengan.

- ¿Por qué quieren intervenir?

- Pues como ya sabes, ellos están en contra de la realeza, están esparcidos por las ciudades, no sabes quién puede ser uno de ellos, ya que viven como el resto. Quieren librarse de los reyes, vivir sin ellos porque dicen que no nos tratan como nos merecemos. Roban a los que mandan.

- ¿Y por qué se tiene que casar con esa princesa? - sigo preguntanto y Drew, paciente como siempre, contesta.

- Porque son dos reinos muy poderosos que podrían acabar con las colonias de los enmascarados de los alrededores, los que atacan con máscaras negras. Los que viven en las ciudades son sus aliados que informan de lo que pasa dentro, son peligrosos.

- ¿Tú tienes que ir a Batenjay?

- Sí.

- ¡Iré contigo! - exclamo - no vas a vivir aventuras fuera y yo aquí encerrada.

Escondida bajo armaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora