Capítulo 16

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- ¿Vosotros cuál escogeríais? - pregunta Branko nervioso.

- Parece que ahora ya no tienes tantas ganas de la Copa, ¿verdad? - le digo - adelante, escoge una.

Cada puerta tiene algo dibujado. La que tengo delante de mí, a mi derecha tiene un dragón; la que tengo a mi izquierda una rosa. La que está detrás de mí a mi derecha tiene un pájaro raro y a mi izquiera la Copa dibujada.

- ¡Es evidente, el que tiene la Copa dibujada! - exclama Ham.

Los tres lo miramos.

Branko suspira bajando la cabeza mientras dice:

- Te elegí a ti porque eras el más tonto, porque no me darías problemas, así que ve tú por esa puerta y me deshago ya de ti.

- Tampoco hace falta decir las cosas así - le explico a Branko.

- Tampoco pienses que me tiene mucha gracia trabajar para ti - le contesta Ham.

- Vamos cada uno por una puerta - sugiere Branko.

- Entonces tres de nosotros moriremos - le explico - es mejor que vayamos todos a una, podremos defendernos juntos de lo que venga, después de todo, ¿no es ese el fin de esto? ¿Evitar la guerra entre ambos reinos y trabajar unidos?

Daryon asiente y Branko también, pero de mala gana.

Me agacho y coloco la rosa, que aún tenía en la mano, encima del círculo en el que nos encontramos, al momento aparecen unas iniciales: "DCPR".

- Mirad - señalo.

- ¿Qué significará? - pregunta Branko.

- Puede que sean las iniciales de cada puerta: dragón, copa, pájaro, rosa - sugiero.

- ¿Qué hacemos? - vuelve a preguntar Branko.

- A sido algo mágico, hagámosle caso.

- Vamos entonces - empiezo a caminar en dirección a al puerta que tiene un dragón dibujado.

Voy a abrirla cuando Daryon se coloca delante de mí:

- Si hay algo malo ahí dentro, prefiero ser el primero al que le haga daño.

- Buena idea - dice Branko.

- ¿A qué no eres lo suficiente valiente como para ir delante? Si tienes miedo quédate aquí - reto a Branko.

Traga saliva y se adelanta, colocándose entre Daryon y la puerta.

La abre.

Una intensa luz de color azul hace que tengamos que cerrar los ojos.

El brillo de esta va disminuyendo y conseguimos ver lo que hay dentro: una jaula de acero y dentro de ella, un dragón. Nunca había visto uno, pero sí escuchado historias sobre ellos, decían que se tragaban la presa entera y después vomitaban sus huesos. En Reslond solo hay un hombre que ha afirmado verlo y salir vivo, pero en la ciudad dicen que está loco, pero sus historias eran interesantes, quizá solo tiene una imaginacióm desbordante. Yo me entretenía de pequeña escuchando sus aventuras (fueran reales o ficticias), pero después Drew no me dejaba porque decía que me volvería loca también.

Los dragones son reptiles homeotérmicos, es decir, son de sangre caliente y su temperatura corporal es controlada internamente. Esto los ayuda a adaptarse a diferentes climas y a mantenerse activos tanto de día como de noche todo el año. Tienen alas, y su esqueleto es el más grande entre las creaturas voladoras. Su cuerpo del dragón está recubierto de escamas fuertes y brillantes.

Les encanta la música, o al menos eso decía el viejo Rayle. Contó que gracias a que cantaba bien, el dragón le permitió salir con vida.

Estos fantásticos seres son un símbolo de poder universal, ya que dominan los cuatro elementos: agua, aire, fuego y tierra. Así como podemos encontrar dragones marinos, que arrojan fuego y hielo, existen también dragones guardianes de los tesoros. Por lo tanto, puede que este guarde la Copa, por eso me pareció buena idea escoger esta puerta.

En algunas culturas el dragón simboliza la destrucción y la maldad.

Estamos inmóviles, está durmiendo y no queremos despertarlo.

Tiene un color verdoso por el cuerpo y amarillento en las alas y cabeza. Su tamaño es descomunal, podría comernos a los cuatro de un solo bocado. Está dentro de una jaula, pero no creo que le cueste salir de ella.

Tiene cuatro patas, las de delante más grandes que las traseras, con cuatro dedos y cuatro garras en cada una. Para que os hagáis una idea del tamaño de este ser, un diente suyo mide unos veinte centímetros.

Hecha humo por la nariz, lo que me hace pensar que este escupe fuego.

Si te fijas, colgado a su cuello hay una llave dorada. Puede que sirva para abrir la puerta donde se encuentra lo que buscamos. Pero que yo recuerde, ninguna de las anteriores tenía cerradura.

Yo me acerco despacio a Daryon y le señalo la llave.

Antes de que nos diera tiempo a trazar un plan, el tonto de Branko intenta abrir la puerta para salir, haciendo ruido y despertando a la enorme criatura.

Se levanta sobre sus dos patas y nos examina.

- ¡Eres un cobarde, lo único que haces es estropear todo! - empieza a gritarle Daryon.

- Shhh - pongo el dedo índice en mi boca - no hagáis movimientos bruscos.

La jaula solo está a unos cinco metros de nosotros.

El dragón empieza a olernos y coloca sus "manos" en los barrotes.

- Bicho asqueroso, ¡dinos dónde está la Copa! - grita Branko.

Entonces la criatura, enfadada como si entendiera el comentario de Branko, empieza a dar golpes, doblando la jaula.

Daryon, cansado de Branko, le da un golpe en la cabeza, dejándolo inconsciente.

Escondida bajo armaduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora