Hay distintas maneras de contar una historia, algunas claro está que son más interesantes que otras, pero igual todo ser vivo, humano o animal tiene su propia historia. La formas de contarlas no son muy variadas, pueden ser tristes, desesperantes, alarmantes etc..etc. Sin embargo, las que la gente esta acostumbrada a contar es de forma trágica con un muño rosa y escarcha al final, pues amigos míos, puede ser un poco real, pero ¡por favor! también pongan un poco la realidad ¿No?
Pero esta no es una historia, mas son pensamientos, sin embargo antes de los pensamientos del presente, viajemos un poco al pasado.
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Era muy pequeña cuando paso, apenas tenía cinco años cuando lo vi, cuando vi como era eso, y todo en 3D, y lo peor en primera fila.
Cuando tenía cuatro años, recuerdo que ese día era, en ese tiempo, el mejor de mi corta vida, porque entraba por primera vez a clases y yo estaba muy emocionada. Lo malo es: No era bueno socializando. Puede que ahora tampoco tanto pero nada de qué quejarse.
Regresando a mi narración.
Ese día lleve un libro de cuentos de hadas que mi madre me leía, si no recuerdo mal, era Alicia en el país de las maravillas, tenia dibujos y las letras eran grandes, fácil de leer. Sé que fui con un vestido blanco que tenía muchas florecillas pequeñas amarillas esparcidas por la tela, llevaba también unas converse amarillas ya usadas por ser mis favoritas y mi cabello lo tenía peinado en dos colitas, lo sé porque mi madre me tomo una foto. Mi madre me dejo en la entrada de mi curso y se fue dejándome ahí sin saber qué hacer, entre al curso cuando ya me arme de valor y ignore a los otros niños, me senté sola en mi banca al fondo del curso, ahora que lo pienso, fue una mala idea ya que media como un pitufo, era extremadamente pequeña, tanto que para subirme a la cama tenía que poner un banquito.
Deje mi mochila por mis piernas igual que mi lonchera, ambas eran de Barney, ya sé, ya sé, me imagino que deben estar pensando que tenía un serio problema con Barney, pues la verdad es que es cierto, me encantaba Barney, hasta hoy en día conservo conmigo un peluche del dinosaurio morado.
Una sombra me interrumpió en mi observación de una de las imágenes de las páginas del libro, al alzar la vista me encontré con una niña de melena rubia platino y ojos grandes color avellana, yo estaba admirando sus facciones, jamás había visto esa clase de personas, solo veía a castaños o pelinegros de ojos oscuros, claro que ahora ya sé me hace normal ver rubias, obvio que algunas son más falsas que la melena de Barbie.
-Hola –me habló la niña de melena de un pollito limpio.- Me llamo Tiffany.
-Ho-la –tartamudeé, ya dije que socializar no era ni es lo mío. Me regañé al darme cuenta que no le dije mi nombre. –Mi nombre es Camilla.
-Qué bonito nombre –me sonrió.
-Igualmente –le devolví la sonrisa.
Y ya, así comenzó mi amistad con una persona que pasando el tiempo se convirtió de mi compañera de clase a amiga, de amiga a mejor amiga, de mejor amiga a una hermana. Y se nos hizo más fácil la amistad al haber presentado desde un comienzo a nuestras madre que también se volvieron amigas.
Tiffany o Fanny, ella siempre me apoyó en todo, desde mi primer juego de básquet a tan solo siete años hasta mi primer recital que estuvimos ambas para día de Navidad. Aun tengo una foto de las dos vestidas de renos con nuestras narices rojas.
Y yo también estuve para ella, incluso cuando sus padres se separaron, ella tenía ocho años y ella quedo deprimida al punto que ya no quiso jugar conmigo básquet en el patio trasero de mi hogar. Sin embargo, con mi ayuda volvió a ser la de antes y se volvió más fuerte.
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Los Pensamientos de una BI (CANCELADA por un tiempo)
RomantizmHola soy Cam y estos son "Los Pensamientos de una Bi"