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-Mi mamá era una persona inteligente, ella nunca... -tomé aire -Ella no estaba loca, entienda, algo le pasó pero ustedes no quieren entenderlo y no hacen nada.

Pero mis palabras cayeron en oidos sordos igual que antes. Hacia dos semanas que mamá habia desaparecido y aun no la encontraban, dudaba que la policia la estuviera buscando siquiera. Puse mis manos en mi cara y luego me jalé el pelo. Esto no progresaba y con el paso del tiempo solo veía la probabilidad de encontrar a mamá mas lejana.

Los policías argumentaron que debido a la guerra la busqueda de una mujer era un caso demasiado difícil y que mi mamá se habia ida por voluntad propia, nadie la habia forsado o sacado contra su voluntad de la casa y, aunque estaba loca, era un caso perdido tratar de encontrarla en esta época y que habia sido mi culpa por no cuidarla aun sabiendo que ella estaba demente.

Empezaba a creer que tenia razón. ¿Me había aferrado tanto a la idea que mamá no estaba loca que me habia vuelto ciega? Cuando recapitulaba los momentos con mamá descubría cosas raras que en su momento no tomé en cuenta pero ahora me arrepentia. ¿Por qué nunca me cuestione sobre las acciones de mamá?, ¿por qué nunca le presté atención adecuadamente?, ¿por qué nunca noté que mamá se habia vuelto loca con el tiempo? Ahora me arrepentia.

-Mire, señorita -dijo suspirando el oficial -. Estamos haciendo todo lo posible para encontrar a su mamá en estos momentos pero si le puedo dar un concejo le recomiendo que contrate a un detective privado para buscar a su mamá, solo que en estos momentos estan escasos. Estamos en guerra y se les da prioridad a todos aquellos que estan en el ejercito...

Entre cerre los ojos y frunci el seño. -¿Me está sugiriendo enlistarme?

-Es lo mejor en estos momentos, jovencita. De todos modos no podrias pagar un detective privado con el dinero que recibes de tu padre y hermano. Según la nueva ley, puedes enlistarte apartir de los dieciocho y tu ya tienes decinueve. Además, se les da preferencia a aquellos en el ejercito sobre los ciudadanos normales, si quieres encontrarla pronto, tu mejor opción es enlistarte.

Me dió un folleto y luego me despidió.
Lo pensé por el resto del día y al final me decidí. Me leí el folleto e investigue entre algunos conocidos y ex-soldados. Todos coincidieron con el oficial y me animaron.

Todos coincidieron en algo: no todos los soldados iban a la guerra. La mayoria de los positivos y negativos lo hacían pero aun había muchos otros que jamas pisaban el campo de batalla. Además ellos dijeron que el ejercito no era tan cruel como para mandarme a una muerte segura sabiendo la razón por la que entraba y ya habia perdido a dos de mi familia en batalla.

Medite durante un rato mis opciones. Si continuaba a asi, jamás encontraria a mamá y aunque podía morir en batalla como papá y Alex, al menos podría irme sabiendo que mi mamá estaba sana y salva.

Asi que me enliste y se me iba a permitir tiempo pero lo rechace, no habia razones para esperar aquí varios días.

Hice mi maleta y prepare todas las cosas necesarias antes de irme. No tenia nadie realmente importante asi que solo cerre mi casa tambien como pude y le eche una bendición con la esperanza de que no pasara nada durante mi ausencia, pero habia puesto casi todo lo de valor en la caja fuerte de papá que estaba oculta en el suelo de su cuarto por si las dudas.

Una vez preparada, esperé frente a mi casa el camión y cuando llegó un soldado salió y le pegó una calcomnia a mi maleta y me dió un papel.

-No lo pierdas. Es el número de tu maleta, una vez que estes ubicada en la base, ve a buscarla y entrega ese papel. Ahora sube y toma asiento.

Le di las gracias y me subí. El camión estaba casi lleno por lo que tuve que compartir asiento con alguien. Nuestro destino fue la base de la ciudad y luego tuvimos que esperar antes de subir a un camión mas grande. Como fui de las ultimas en llegar tuve que subir en el último camión que salia ese día. El viaje duró tres horas, sin paradas. Aunque habia un baño en él evite usarlo.

-Estamos llegando, no olviden nada.

A lo lejos pude ver la base militar, estabamos en un lugar tan aislado que no me sorprenderia que este fuera la unica presencia humana en kilometros a la redonda. Pero era inmensa y estaba rodeada por un muro de tres metros con alambre de puas en el punto mas alto.

-Llegamos. Bajen y formen una unica fila... Una cosa más, ya estan dentro y una vez dentro su vida depende de sus superiores.

Y sin más, el hombre de mediana edad que nos trajo hasta aquí se bajo.

Secretos De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora