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Preparé mis cosas y caminé usando mis chanclas acompañada de Margaret hasta los baños. Habia una gran fila de espera.

Habian pasado tres meses desde que me enliste, el invierno habia terminado hacia mucho tiempo y la primavera estaba llegando a su fin, se nos habia informado que el condicionamiento terminaria en verano y que seriamos verdaderos  soldados en ese momento.

Margaret, a quien ahora llamaba Mar de cariño, se habia vuelto una buena amiga para mi e incluso me habia acostumbrado a la presencia y compañia de Incivas y Tom, aunque probablemente nos separariamos el terminar el condicionamiento.

"¿Tu primero y yo te cuido?"
Escribió Mar en su pizarra cuando por fin llegó nuestro turno.

-Si, por favor.

Ambas entramos al cuarto. La habitación tenía veinte cubículos de cemento pegados a las paredes en los cuales debias meterte para tomar un baño. Los cubiculos eran de un metro de largo por sesenta centímetros de ancho y tres paredes de dos metros y una cortina corredisa para entrar y salir en lugar de la cuarta pared.

Me metí en una de las duchas recién desocupadas y, tras cerrar las cortinas, me desvesti y bañé. De vez en cuando revisaba la cortina para asegurarme que Mar aun estuviera parada frente a ella cuidando la ducha. El cuarto de baño era mixto y más de una vez se habia escuchado que alguien habia sido agredido en ellos por lo que muchos soldados aseguraban que tener a alguien cuidando era la mejor opción para prevenir agreciones.

Me cambié dentro y al salir Margaret me entregó sus cosas y se metió. Habia aprendido que apesar de ser muda, Margaret era una persona bastante ruidosa, ella expresaba que de alguna manera debía compensar su falta de ruido y siempre buscaba formas de "levantar su voz" y hacerse presente en un lugar. Era por esta razón que cada vez que ella se bañaba Mar brincaba y chapoteaba el agua hasta que terminaba, todos sabiamos que habia terminado cuando cesaba el chapoteo del agua.

Cuando estiró su mano yo le entregué sus cosas. Salió sonriendo y luciendo su pizarron con "estoy lista" escrito en él. Llevaba puesto un hermoso vestido blanco de tirantes con una falda hecha con mucha tela, su piel oscura resaltaba y la hacia resaltar.

Yo llevaba puesto un vestido igual al suyo pero en negro con flores de colores en la falda.

Caminamos nuestro edificio para terminar de arreglarnos y guardar nuestras cosas.

-Bien, entonces vamos a cenar. -dije cuando terminé lo último de mi maquillaje.

Mar siempre tenía que esperarme, no porque yo tardara mucho sino porque ella era demaciado rapida en todo.

Me sonrió. "Ya era hora, la fiesta terminara si sigues pintandote". Le saque la lengua en respuesta y me colgué una bolsa negra a juego antes de ir al comedor.

El día de hoy, era cumpleaños del verdadero Rey de Gautom, por lo que en todos los reinos del continente se realizaba una gran fiesta en su honor, y como era una fecha especial se nos permitió usar ropa informal y se nos dió el día libre de tareas en la base.

Tras el desmantelamiento del Gran Imperio hace más de doscientos años, el heredero de la Gran Emperatriz estableció en cada continente un verdadero Rey quien era gobernante absoluto del continente. En Gautom se le habia concedido ese puesto a la familia Poshel quienes establecieron reyes menores o falsos para mantener el cuidado y el orden de cada reino del continente, estos reyes podían ser remplasados si el Verdadero Rey asi lo quería. En el reino de Castela, que es de donde vengo, el rey menor que lo gobernaba actualmente era el primo del Verdadero Rey.

Aunque nada de eso venia al caso.

La fiesta duraría hasta tarde y sería ruidosa. Me reí al ver el comedor. Hoy, por primera vez desde que llegué a este lugar, no había forma de distinguir quien era quién. Las largas cuatro mesas habian desaparecido y ahora solo habia pequeñas mesas y sillas pegadas a las paredes, habia una gran pista de baile en el medio y una mesa enorme con comida y postres de todos los tipos.

Secretos De OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora