Revisé mi reloj. Faltaban veinte minutos para que terminara el desayuno pero la mayoría de mis compañeros de edificio estaban aun acostados en sus camas.
Mire a Margaret y me reí. La mayoria de cuerpo estaba desparramado sobre su cama y su bonita piel chocolate se contrastaba con el vestido blanco que aun llevaba puesto, su cabello café oscuro estaba desparramado sobre su cara y podía ver la baba salir de su boca. Cuando me levante me di cuenta que una de sus piernas sobresalía de la cama y estaba plantada sobre el suelo.
Seguro que se habia emborrachado. Me puse los zapatos y un shot debajo del vestido, si tuviera tiempo me cambiaria pero primero conseguiría algo de desayuno.
La cafeteria estaba casi sola cuando llegue y aun faltaban quince minutos para que el desayuno terminara. El lugar estaba más limpio de lo que pensé pero en lugar del desayuno normal que siempre habia visto ahora solo habia una pequeña mesa con comida. Tome una charola y escanee las opciones, al final tomé una botella de agua, dos panques grandes para darcelos a Mar y para mi tomé un tazón con avena, una cuchara y una galleta. Antes de ir a sentarme junto a una figura bastante familiar.
-Buenos días, Incivas. -el chico buscó a mi alrededor y luego me miro con una cara interrogante
-¿Dónde esta mi hermana?
-Aun duerme, ¿y Tom? -Incivas se encogió de hombros y volvió su atención a su desayuno
-Ayer se emborracho y le pidió a una verde salir con él, ella lo golpeó y él vómito sobre ella. Aun esta quejandose de dolor en su cama.
Me reí. Tom era un buen chico positivo con demasiada autoestima pero carecía de resistencias y sentido común. El chico jamas habia tomado pero decidió emborracharse para tratar de imprecionar a una chica fuera de sus límites. Los negros y blancos somos defectos apenas útiles, ningún verde o café se relacionaria con nosotros por gusto, nosotros somos defectos y relacionarse con nosotros solo les causaria vergüenza, esa era una verdad que todos conocíamos. En el exterior no era así pero ahora somos soldados y en el ejercito existen jerarquías básicas y muy marcadas, en la cima estan los verdes, luego los cafes, seguimos con los negros y al final los blancos como yo. Era una obligación portar tu collar de manera visible y tener presente tu jerarquía, aunque por lo regular no habia accidentes.
-¿Y qué pasó con su amor eterno por la Boa? -pregunté. Incivas me miró y puso los ojos en blanco
Tom era una chico al que le encantaba gritar su amor por cierta chica por prodigiosa del ejercito a quien llamaban la Boa. Ella era una chica cuyo nombre real desconocía pero era una soldado excepcional y un ejemplo para los nuevos reclutas ganando el rango de Sargento primero en menos de un año (junto con el corazón iluso de varias personas como Tom).
-Dice que debe ganar experiencia para cuando la conozca.
Me reí. Tom era una chico muy lindo pero era bastante zopenco y soñador, no tenía ni una oportunidad con la Boa pero por más que tratabamos de explicarselo él lo tomaba a reto.
Empecé a comer deprisa tras el anuncio de que en dos minutos terminaba el desayuno, las reglas decían que cualquiera dentro de la cafeteria despues del cierra de las puertas debía quedarse a limpiar como castigo. Y yo no queria quedarme. Incivas y yo nos despedimos y salí corriendo al edificio B-01 con los panecitos y el agua. Desperté a Mar y la hice comer antes de ir a bañarnos. Aunque ayer fue día de fiesta, hoy era un día normal y debiamos cumplir con nustras obligaciones.
Margaret vómito dos veces y estuvo claramente enferme durante todo el día. Nos saltamos la comida Margart para volver a dormir y yo para empezar a buscar pistas en las cartas. Por suerte Mar y yo habiamos metido la caja a mi baúl antes de que los demas se despertaran y como la mayoria faltaron al entrenamiento, ahora estaba recibiendo un castigo por lo que el edificio estaba casi vacío.
-¿Te levanto cuándo llegue la hora?
Margaret asintió aventando al suelo su pizarrón antes de tirarse sobre su cama con su uniforme y las botas aun puestas. Recogí su pizarrón y lo puse sobre mi cama, antes de sacar las cartas de mi papá y Alex, y empezar a leerlas. Pero no encontré nada inusual. ¿Y si realmente no había ningún mensaje secreto?, ¿o podría ser simplemente que yo no pudiera encontrar nada inusual porque no sabia que tipo de cosa buscar?
Miré a Mar quién aun dormía placidamente sobre su cama, luego miré el reloj que marcaba las 2:58 p.m. Aun tenía una hora hasta nuestro siguiente entrenamiento pero ocupaba a alguien ajeno a mi familia para que me ayudara a buscar pistas si es que las había.
Incivas
Él era perfecto para esto. Siempre era serio y objetivo, nunca se metía donde no lo llamaban y tenía un talento innato para leer el ambiente. Él era la persona indicada para encontrar si habia o no pistas en estas cartas. Metí las cartas en la bolsa que estaba usando ayer (aunque primero tuve que guardar los dulces en mi baúl) y me pare de la cama. Miré a Mar una última vez con esperanza de la morena seguía dormida plácidamente, si hubiera estado despierta le habría pedido ayuda a ella que era casi tan buena como su hermano pero preferí no molestarla y salí en busca de Incivas.
El edificio N-02 donde vivian Tom e Incivas era igual al edificio B-01 tanto en el exterior como en el interior pero en lugar de pequeñas camas individuales como en mi edificio, en este habia muchísimas literas pegadas a las paredes. Era de esperar que siendo casi el triple de la cantidad de personas que en mi edificio, aquí hubiera más personas pero nunca espere que estuviera lleno. Es decir, todos los que vivían en el edificio N-02 estaban dentro.
Me congele en la puerta y apreté las correas de la bolsa, me sentí intimidada ante la cantidad de personas frente a mi y caustrofobica ante la cantidad de espacio tan reducida en la vivían o quisa solo eran mis nervios haciendome ver cosas raras. Esta era la primera vez que venía al edificio de las chicos por lo que no sabía qué hacer.Miré entrar y salir a una docena de personas antes de animarme a entrar y buscar a Incivas pero me arrepentí a los dos pasos y di media vuelta.
Mejor le pido ayuda a Mar cuando se despierte.
-¡Espera, espera, espera, espera! -gritó alguien conocido agarrandome por los hombros y empujandome hacia adentro -¡Chica, apenas entras y ya te quieres ir, ¿qué pasa contigo?! No son tan malos y sabes bien que no mordemos...
-¡Habla por ti! -gritó un chico interrumpiendo a Tom -A mi si me gusta morderla.
La sangre subió a mi cara y llena de vergüenza traté de soltarme del agarre de Tom para volver por donde vine pero él no me soltó y solo miré al suelo mientras me dejaba guiar.
-¡Qué gracioso, Pel! No le hagas caso, Ceci, solo está jugando. -Tom me guió hasta la litera donde estaba Incivas.
Que conveniente.
-¿Siempre esta así de lleno? -le pregunte a Tom.
-Si pero esta más tranquilo de lo normal por la resaca y esas cosas... La cama de arriba es la mía y estas viendo la cama de Incivas, somos compañeros de cama así que toma asiento junto a mi compañero, guapa.
-Preferiría si salieramos, hay suficiente gente reunida aqui como para hacerme sentir intimidada.
Incivas y Tom se rieron escoltandome lejos de su edificio.
*****
-¿Y bien? -les pregunté
-Tu familia tiene una ortografía horrible y su letra es bastante fea. Esta 'Ce' parece una 'E', y aquí dice 'el doblle', ¿y quién mata bichos sobre el papel? Aquí hay una mancha de bicho muerto, Ceci. ¿Estas segura que tu papá fue profesor? Me empieza a doler el brazo de solo pensar en la cantidad de planas que me habría tenido que hacer por tantos errores...
-Te pedí ayuda para encontrar algo extraño no para criticar la escritura de mi padre, Tom.
-Pues yo sólo decía pa-veahhehe...
Incivas tapó su boca con su mano a cortando sus palabras.
-Te vamos a ayudar, no te preocupes, ¿verdad, Tom? -el moreno le dió una mirada bastante extraña al Tom.
-¿Las leeremos todas? -me sentí un poco avergonzada pero asentí.
Papá y Alex habían escrito con intención de que sólo mamá y yo las miraramos por lo que probablemente tendrían datos bochornosos pero tendría que soportarlo si queria encontrar respuestas a mis preguntas.
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Secretos De Otoño
Science FictionCecilia no es fuerte o poderosa, la verdad es que ella es común y ordinaria. No posee los superpoderes ni una increíble belleza ni una familia super genial y adinerada. Siendo sinceros Cecilia es una persona normal en su pequeña ciudad llena de paz...