Secretos De Otoño

18. Cuentos que no son cuentos

-¿La historia más fantasiosa que me sepa?

-Sip, no tiene que ser cierta aunque puede tener personajes reales, cualquiera vale.

Asenti. Sí cualquier historia valía, ¿eh? Recordé una historia en ese momento, no la mejor ni la más sorprendente solo una historia que creí desde que mi madre me la contó por primera vez. Tome mucho aire y luego di un gran suspiro decidiendo participar.

-Hace mucho tiempo un huérfano mató al gran Cuervo. El niño se llamaba Ambel y había quedado huerfano por culpa de los estragos que la guerra habia dejado. Él culpaba a la Emperatriz por esto y su deseo era vivir lo suficiente para verla morir. Ambel robaba para sobrevivir y apenas sabía defenderse.

Una noche Ambel trato de robarle a un borracho pero falló y borracho lo golpeó hasta que se cansó y se fue. Ambel sintió la muerte muy cerca ese día y con sus ultimas fuerzas culpó y maldijo a la Emperatriz. Pero no murió, se despertó en un lugar extraño frente a una mujer hermosa. Ella cuestionó al niño por culpar a la Emperatriz y al escucharlo ella le propuso un trato en el que le ofreció todos lo recursos que necesitara a cambio de matar a la Emperatriz en el futuro y su completa obediencia, el niño se maravilló al pensar en su futuro como el mejor asesino del reino y aceptó sin dudarlo. Ambel creció siendo criado por aquella hermosa mujer y su esposo como si fuera su hijo. Ambel creció queriendolos como sus padres y volviendose cada día mejor en el arte de los asesinos para poder cumplir su promesa. Y aunque no lo diría, él ya no creía correctas las palabras de odio que dijo de niño pero trabajaba tan duro con el único fin de no fallarle a sus padres.

Cuando fue mayor y estuvo listo, Ambel dejó su casa y empezó a trabajar como mercenario para poder adquirir experiencia y volverse mejor. Él amaba lo que hacia y se lo agradecia siempre a sus padres. Su madre le pregunto un día si cumpliría la promesa que hisieron y cuando respondió que si, ella le entrego un puñal hecho de lo único capaz de matar a la emperatriz y le contó sobre el mejor momento para matarla. Poco después empezó su viaje para cumplir su promesa. En el caminó se unió a un grupo de otros mercenarios para ganar dinero, su trabajo era escoltar a una señorita rica a un lugar de ida y regreso. En un principio ambos se odiaron pero las circunstancias y ciertos eventos los unieron cada vez más hasta que ambos terminaron enamorados.
Ella le contó que había algo que hacia a sus poderes descontrolarse a tal grado que si no la curaban pronto, ella terminaría consumiendose por sus propias habilidades. Y que su única oportunidad de vivir era si el Gran Cuervo la curaba. Él quedo atrapado entre su corazón y su promesa al pensar que no podría hacer ambas cosas.
Los poderes de la chica se volvieron cada vez más inestables y al reprimirlos tanto durante tanto tiempo cansó su a todo su ser y empezó a consumirla día tras días hasta qie la hicieron desear su muerte. Ambel se negó a perderla y tomó su decisión sin importar las consecuencias.
Cuando llegaron al lugar, una cabaña a la mitad de la nada, el Gran Cuervo los recibió en persona y curó a la chica cumpliendo su parte, a cambio Ambel le pagó empujando el puñal en su corazón y escapando con la princesa. Escapó a la ciudad y la llevó con sus padres para presentarla pero solo encontró el cadaver de su madre y el trono herencia. Su madre, la Gran Emperatriz, había muerto.

Guarde silencio y levante la vista del fuego ante el silencio reinante. Recordé la primera vez que mamá me habia contado la historia y el shok que me habia causado. Aun podía escuchar la voz de mamá contandome la historia a mitad de la noche y, si cerraba los ojos, aun podia ver su figura frente a mi. Me reí y tomé un trago de cerveza de la botella en mi mano para borrar su recuerdo.

-Esa historia no es verdad, la Emperatriz le heredó su trono al Emperador Argo, uno de sus soldados más fieles y fuertes no a un falso hijo adoptivo llamado Ambel, ¿por qué mientes así? -preguntó alguien de la multidud rompiendo el silencio.