Cita del primer mes, Tony

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Stephen odiaba su nuevo puesto, mujeres quejosas y de vez en cuando uno que otro hombre aterrado eran su día a día en el hospital  Metro-General, pero añadiéndole a ellos la condición de embarazo era aun peor, mil veces prefería sacar balas de cerebros a tener que explicarle a adolescentes la versión realista de la abeja y la flor, otras mil veces más preferiría dar clases a estudiantes universitarios en lugar de intentar esquivar cual balas los coqueteos de algunas futuras mamás solteras, claro como si fuese posible, para esto último aveces solo bastaba con acomodar discretamente su anillo mientras las escuchaba hablar y en casos un poco más extremos era necesario mover de forma aparentemente involuntaria, la foto enmarcada de su pareja que tenia de forma cliché en un extremo de su escritorio.

"oh! pero que lindo anillo, usted es casado?"

"lo siento! pensé que era su hermano"

eran los resultados clásicos de la mayoría de esas desastrosas escenas.

-Sabes que adoro a Ross, pero también sabes que no puedes apartar un día entero para atenderlo a él -regañaba Christine quién una vez más tenia que intervenir al ser informada de que el doctor despedía una a una a las mujeres en su consultorio persuadiéndolas de tener simples alergias, reflujos o infecciones.

-Les dije que si los síntomas persistían volvieran después! -Se defendió Strange- ademas, no todas las que vienen están necesariamente embarazadas.

-Claro que si! atiende a las mujeres que quedan, ya las conte y Ay! de ti si una de ellas falta en tú reporte del día!.

-Eres una tirana -bufo molesto.

-y tú un loco, salúdame a Ross -se despidió más calmada pero aún con la mirada determinada.

Stephen solo asintió con la cabeza, en ocasiones cómo estás se aliviaba de que lo breve que hubo entre ellos dos haya terminado de la mejor forma, con ambos dándose cuenta que los bandos contrarios a ellos no eran precisamente de sus gustos, así Christine termino saliendo con una tal Susan de Urgencias y él conociendo y
casándose con Everett tiempo después.

con ese pensamiento salió de su consultorio al pasillo para avisar a la siguiente mujer que su turno había llegado.

-Molly Hooper?  -pregunto en voz alta mientras revisaba su hoja.

La pequeña pelirroja con el ya crecido vientre "aproximadamente 7 meses" -pensó él, era una antigua paciente del doctor al que Stephen estaba cubriendo, ella con un leve sonrojo al entrar y él solo atino a blanquear los ojos.

——

-Rápido Steve! se nos hará tarde y Everett nos ha de estar esperando.

-cariño no puedo conducir más rápido que esto y lo sabes, relájate vamos a buena hora.

-Pepper reservó la cita verdad? -pregunto nervioso.

-claro, no dejó que nadie más lo hiciera -río Steve al recordar la emoción de la pelirroja.

-Seguro que vamos a buena hora? ugh siento vértigo, soy yo o el mundo está girando extraño hoy?

-Ok ok basta -Steve paro el auto para ver directamente a su esposo- Tony no te pongas nervioso, todo saldrá bien de acuerdo? yo estoy aquí contigo -prometió besando ambas manos del castaño.

-como es que de pronto estas tan tranquilo? toda la semana me pusiste los nervios de punta al recordarme que hoy era el día -río Tony.

-Me di cuenta que si no estoy tranquilo ninguno de los dos lo estará, además confío en mi chico -dijo guiñándole un ojo coquetamente.

Tony bufo rindiéndose- de acuerdo, ya estoy bien, arranca el auto o llegaremos tarde.

-Ya llegamos -rio Steve.

¿Qué esperar cuándo se está esperando? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora