Paula:
Pasamos toda la tarde juntos. Fui con él a muchas tiendas, nos estamos divirtiendo. Tal vez al inicio no hallamos tenido la mejor presentación pero, ahora todo es diferente.Vamos a una heladería. Él está pidiendo dos helados, uno de vainilla con chispas de chocolate y el otro de menta. Oigo el tono de llamada, es mamá. Contesto.
**llamada**
- Hola mamá - digo.
- Hola cariño, ¿a qué hora vienes? - pregunta ella.
- Más tarde. Llego para el almuerzo. Estoy con James. - digo.
- No tardes. Diviértete y cuidate - me recomienda.
**fin de llamada**
- Aquí tienes tú helado, cariño - dice James. Me entrega el helado de vainilla con chispas de chocolate - ¿Con quién hablabas? - pregunta.
- Gracias pero, no me llames "cariño" - digo. Sonríe y se burla a risas-. Hablaba con mi mamá.
- Oye. Mañana ¿a qué hora sale el vuelo? - pregunto, después le doy una lamida a mi helado.
- ¿Qué vuelo? - pregunta sorprendido. Me limpia con su pulgar el poco helado que tengo en mis labios. Lo miro y me aparto enseguida.
- El de New York. - respondo.
- ¿Tú vas a ir con nosotros? - pregunta atónito.
- Sí. Seguro Amber aún no te dijo - digo enseguida- Pero así es - Él asiente con la cabeza.
Mientras comemos del helado, nos dirigimos a la salida del Pioneer Place. Esperamos en el paradero. Ya acabamos nuestros helados. El autobús tarda en llegar. Pero al fin llega, ya casi va a ser hora de almorzar. Me sorprende que el autobús esté lleno. Aún así nos subimos. Pago el pasaje. James está casi en el centro del autobús. Me llama.
- Ven Paula - voy a su encuentro.
- Aquí estoy - me reporto. El se ríe, es una risa amigable, para nada fastidiosa.
Estoy al lado suyo. Ambos nos agarramos de la barras que están puestas en el techo del bus. Estamos callados. Miramos a través de la ventana, la carretera. Me duelen los pies.
De un momento a otro el autobús frena ferozmente. Frena tan bruscamente que estoy frente a frente con el rostro de James. Es atractivo pero lamentablemente muy fastidioso. James me agarra de la cintura. Me acerca más a él. Y me besa, en la frente. Bajo la mirada. Estoy sonrojada. ¿Qué rayos ocurre conmigo?. James me toma del mentón y hace que lo mire.
- Tranquila - dice. Su voz suena tan confortable. Me hace sentir tan segura.
De seguro me veo ridícula al observarlo. Aparto mi mirada. Sigo callada. ¿Por qué me siento así? ¿Me veo tan estúpida?. James aún no me suelta. Hace que me recorra un escalofrío. Me siento algo incómoda.
James:
Acabamos de subir al autobús. Voy caminando hacia el interior del bus. Paula fue a cobrarse el pasaje. Ya pagó. La llamo.- Ven Paula.
- Aquí estoy - dijo graciosa. Reí.
Estoy al lado de ella. Ambos nos agarramos de la barras que están en el techo del bus. Estamos callados. Miramos a través de la ventana, la carretera.
El carro frena rápidamente porque un peatón apareció de la nada. Estoy muy cerca de Paula. Puedo sentir su respiración. ¿Qué ocurre conmigo? ¿Por qué mi corazón late más rápido? Será que estoy... no, no puede ser. No voy a sentir nada por ella. Solo es una chica como todas.
La miro. La tomo por la cintura y la traigo hacia mí.
Mis pensamientos dicen:
¡Te ordenó que la sueltes! ¡No seas imbécil, ella te va a destrozar el corazón igual que Rachel!No puedo. Cuando miro a Paula, veo una chica con alma pura que no merece sufrir.
Aún sigue frente a mí. Yo la atraje. Sonrío en mi interior, me causa gracia verla con las mejillas coloradas. Aparta su mirada. La tomo del mentón para que vuelva a mirarme con esos bellos e inocentes ojos.
- Tranquila - le dije. Me dan ganas de estrujar la contra mí. Quiero sentir su pequeño y delgado cuerpo, chocar con el mío.
Quiero volver a besarla, como hace un rato. Pero no lo hago. Al fin dos de los asientos se despejan y nos sentamos en ellos. Paula está junto a la ventana.
- ¿Te divertite hoy? - pregunto. Espero que sí.
- Sí, claro - Genial.
- Era más que obvio - digo - cualquiera la pasaría bien conmigo - sigo. Levanto una ceja y me señaló con mi dedo.
Ella rueda los ojos. No me responde. Se ríe para sí.
- ¿Qué te pasa? - pregunto on curiosidad - no he dicho nada que sonase gracioso.
- Me da risa la mentira que dijiste - admite. No tiene temor a lo que le espera - era más que obvio, cualquiera la pasaría bien conmigo - dice tratando de imitar mi voz.
- ¡Hey! yo no hablo así - me quejo.
Para cuando la vuelvo a ver, ella ya está dormida. Abunda de dulzura y ternura. Es amigable. Antes de cerrar los ojos lo último que veo es a ella.
Me encanta...
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A una calle de ti
RomancePaula es una adolescente de 16 años algo peculiar. No es igual que otras chicas de su edad. Y ella lo sabe. Desde que ella y su madre se mudaron a Portland, Paula a querido fingir ser otra persona. Es distinta y de eso James se dio cuenta desde el...