Cruzo la calle. Toco la puerta. Toc Toc...
La puerta se abre.
- Hola, has llegado rápido - se le sonriente. Me alegro.
- Hola James - lo saludo - ¿Ashley sigue aquí? - pregunto.
- Está adentro. Le dije que querías hablarle - me sorprende que diga eso. Creí que no le avisara.
- Gracias.
Se produce un silencio incómodo. Sigo fuera de la casa. Nos observamos por un instante y sonreímos. No soporto estar así. ¿Qué hago?
- Mmm... - dudo un instante - voy a pasar - él no lo impide. Asiente y se
abre paso.Me acompaña hasta la habitación de Ashley y me deja en su puerta. Suspiro. De repente ella abre la puerta y me jala del brazo para que dentre a su cuarto es bellísimo.
- Hola Pao - dice. Me acerca a ella y me da dos veces en cada mejilla.
Ella se sienta en el mueble e indica con sus manos que la siga.
- Y bien, ¿qué sucede? - sonríe. Tiene una linda y brillante dentadura.
- Pues como vamos a ir a los Angeles, quería que me ayudaras con la ropa - ella suelta un chillido de emoción.
- ¡Entonces, que esperamos! - sale corriendo, creo que va a mi casa. Al parecer a Ashley le interesa la moda.
Tarda un rato en reaccionar pero al final la sigo. Sí iba a mi casa. Está en la puerta, esperándome. Voy a su alcance y abro la puerta. La invito a pasar.
Andrea no está en el primer piso.
Ashley y yo subimos por las escaleras y fuimos a mí habitación. Ella dentro y yo también.
- WoW tu habitación es bellamente perfecta - sus palabras me hacen sentir entusiasmada.
- Gracias. Mi mamá la decoró.
- Pues deberías decirle que vaya a mi casa y me eche una mano. - suelta una risa. Y yo igual. Su risa es un tanto contagiosa.
Reímos por unos segundos más. Al rato ella vuelve hablar.
- ¿Dónde está tu guardaropa? - señaló dos puertas corredizas y ella las abre - ¿Ya haz empacado algo?
- Sí, de hecho mi ropa está en esa maleta - señalo una que está cerca a la puerta por donde entramos - ella asiente. Jala la maleta de rueditas hasta el frente de la cama y la abre.
Ashley observa todo lo que contiene. Hay shorts, camisetas, uno que otro pantalón o abrigo.
- ¿Sabes qué te falta? - pregunta Ashley.
- Creo que no me olvido de nada - aseguro.
- Pues sí que te falta. Dónde están los bikinis. A mí me encanta usarlos. - me asombro ante lo que dice y ella parece notarlo - En los Angeles hay muchas playas por lo tanto deberías llevar algún bikini.
- Y tú ¿vas a llevar alguno? - que pregunta más tonta la que hago, es más que obvio que si llevara porque ella también quiere que lleve uno.
- No - ¡¿Qué?! Cómo que no va a llevar ella hace un rato me dijo que le gustaban - No voy a ir a los Angeles - está triste ¿qué le digo?
- ¿Por qué? - es muy importante para mí saber por qué no me ha dicho nada.
- Casi todos los años voy con ellos a los Angeles para pasar las vacaciones pero, ahora la voy a pasar con mi novio. - se le ve muy bien. Nos quedamos en silencio. - Entonces como no estaré contigo, que te parece si intercambiamos números.
- Claro - afirmo. Nos dictamos los datos y nos tomamos una foto para ponerla al lado del número.
- ¡Bien!, ahora hay que conseguirte un bikini. - no me termina de quedar clara la idea de usar un bikini. - Hay un paradero de autobús que nos puede llevar. Hay que apurarnos porque el vuelo sale a las 5:30 y son las 2:44.
Salimos de la habitación.
- Ve bajando, yo ahora voy - le dije.
Fui a la habitación de mamá y entré. Ella estaba alistando su ropa.
- Mamá, voy a salir. En una o dos horas vuelvo.
- No demores.
Asentí y salí de ahí. Baje las escaleras y salimos de casa. Fuimos hasta el paradero.
En un par de minutos apareció el bus. Tomamos asiento.
** 35 minutos después **
Bajamos del bus y entramos al Lloyd Center Mall. Nunca vine aquí.
Entramos a la tienda de ropa Old Navy. Caminamos hasta encontrar el sector de bikinis. Ahí encontramos algunos. Después de provarme varios me compré tres. Tardamos mucho en elegirlos.
Una vez comprado nos fuimos a la parada de autobúses. Esperamos quince minutos hasta que el auto apareció.
Pasamos todo el recorrido conversando. Hasta que llegamos a nuestro destino.
- Pásala bien Paula. Nos vemos en la escuela.
- Diviértete con tu novio.
Ambas nos despedimos con un abrazo y dos besos.
- Adiós - decimos las dos.
Espero que estos 4 días la pase genial en los Angeles...
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A una calle de ti
RomancePaula es una adolescente de 16 años algo peculiar. No es igual que otras chicas de su edad. Y ella lo sabe. Desde que ella y su madre se mudaron a Portland, Paula a querido fingir ser otra persona. Es distinta y de eso James se dio cuenta desde el...