Aunque parezca broma, ya deseo que entre algún cliente por esa puerta, hoy el día a estado muy flojo y me empiezo a desesperar más de la cuenta, aunque sabía que no podía, rápidamente revise mi celular en busca de algo que me entretuviera, estuve en Instagram un rato hasta que sonó la campanilla de la tienda, enseñándome al chico hoyuelos entrando con sus sonrisas encantadoras.
-Hola chica azúcar, ¿serías tan amable de venderme brownies y unos canollies?.- dijo lanzándome una mirada divertida a lo que rápidamente asentí.- gracias, entonces serían 15 de cada uno.- le lance una rápida mirada para voltearme por una caja y empezar a preparar su pedido.
-Hoy estás muy callada, ¿te caigo mal o me ignoras para enamorarme más?.- con lo último logró subirme los colores a la cara a lo que rápidamente negué.
-No es eso, solo que no me esperaba que vinieras.- y no mentía.
-Prometí junto con mis hermanos venir cada semana así que aquí me tienes.- dijo tomando su bolsa mientras me entregaba el dinero.- por cierto creo que me debes otra letra de tu nombre.- Levante mi mirada para observar cómo me guiñaba el ojo, a lo que baje de nuevo la mirada hacia el ticket y colocarle una E con mi pluma rosa.
-Ten, gracias por tu compra-lo que me sorprendió fue que me dio sus típicas cartas en mi mano mientras tomaba su ticket.
-Nos vemos la próxima semana chica azúcar.- y se retiró de la tienda dejándome con una sonrisa tonta en el rostro.
Nota:
Hola chica azúcar.
¿Te haz preguntado porque te llamo así?, no sólo por tu trabajo, sino por tu actitud capaz de dar diabetes a cualquier persona que te conoce, aunque espero poderte conocerte más a fondo que esa linda fachada que me hechizó desde hace tiempo.
Atte: Un Asher sumamente enamorado de ti.
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La Chica Azúcar |Asher A.
Short StorySe conocen por un pastel aunque no se imaginan que sus vidas se volverán más dulces que cualquier postre.