Miraba expectante la puerta en busca del dueño de los ojos hermosos, sip , hoy era el día en el que siempre venía, sin quererlo se había indispensable en mi vida, era raro que a las 7, con solo media hora para cerrar, no haya venido, por lo que rendida guarde 2 cupcakes para llevarlos a mi casa, sabiendo que posiblemente esté sola por el trabajo de mis padres, nadie dijo que ser médicos de emergencia era fácil.
Rápidamente me dirigí a la salida para apagar las luces y cerrar el local, cuando me cercioré de que estaba bien cerrado me dediqué a irme cuando siento una mano en mi hombro, rápidamente me giro para observar al dueño de dicha mano, que era de nadie más que de Asher, no sabia como sentirme en ese momento, por lo que lo único que pude hacer fue darle una pequeña sonrisa a lo que él me correspondió.
-Creo que llegue un poco tarde para nuestro encuentro chica azúcar.- mencionó mientras que yo me sonrojaba.
-Pensé que ya no vendrías.- le dije caminando hacia el pequeño parque que estaba enfrente de la tienda,tomando asiento en uno de los columpios que se situaban en medio del parque, en todo momento oía sus pisadas atrás de mi, hasta que se paro atrás de donde yo estaba.
-No te desharás tan fácil de mi pequeña.- me dijo mientras que con la mirada me pedía permiso para mecerme, a lo que no me pude negar, solo se necesitaron unos segundos para que me diera un pequeño empujón que dio como resultado uno de los mejores momentos de mi vida, mientras yo me mecía agarraba con mi vida la pequeña caja que estaba en mis piernas.- eres tan hermosa.- dijo muy bajito aunque pude escucharlo, no sé de dónde me salió tanta valentía para poder decirle.
-Si yo soy hermosa, tú eres perfecto.-
-Muchas gracias por el alago... Realmente no sé cómo estoy platicando contigo sin decir algo estupido.-dijo mirando a la nada.
-Será que ... ¿Quieres algo de mi?.-le dije con un tono algo gracioso.
-Quiero tu nombre, quiero ser quien cause tus sonrisas y sobre todo ... Quiero que te enamores de mí .- sus palabras me dejaron
congelada, lograron tocar cada fibra de mi cuerpo y subirme los colores al rostro.
-No te puedo prometer que lo tendrás tan fácil pero algo que te puedo asegurar es que si estás logrando tus propósitos.- le dije destapando los cupcakes para voltearme y ofrecercelo.
-¿chocolate?.- preguntó mientras tomaba el pequeño pastel en sus manos a lo que rápidamente asentí.- con esto me tienes tan encantado.- finalizó mientras que yo bajaba la mirada, cosa que el noto y rápidamente tomo mi mentón para obligarlo a verlo.- si bajas la mirada me haces dificil apreciar tu belleza.- a todo esto incluyó una hermosa sonrisa que creo que es su mayor atributo junto a sus ojos.
Pasamos un tiempo platicando de temas triviales evitando caer en uno de sus juegos que su único propósito era descubrir mi nombre.
-Me la he pasado muy bien, muchas gracias por todo pero me tengo que ir, mis padres han de estar preocupados.- comente viendo mi reloj.
-Claro, no te preocupes, entonces Chica azúcar , permítame llevarla a su hogar.- agregó con voz graciosa.
-No es necesario, es a 4 cuadras de aquí , aparte de que no quiero molestar.- le respondí mientras me abrazaba a mí misma, a lo que él me cubrió con su suéter y añadió.- para mí no es problema, yo vivo a una calle más de donde tú vives, es por eso que te conozco.-¿Asher vive a una calle de mí y nunca me di cuenta? Debo empezar a prestar atención a esas pequeñas cosas.
Empezamos a caminar en silencio nada incomodo, cuando llegamos a mi casa le regrese su suéter mientras en un acto de valentía le deposite un beso en la mejilla y me dispuse a abrir la puerta y entrar no sin antes despedirme con mi mano, al cerrar la puerta me recargue en ella y me puse a pensar en todo lo que pasó sin quitarme una sonrisa en la cara.
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La Chica Azúcar |Asher A.
Short StorySe conocen por un pastel aunque no se imaginan que sus vidas se volverán más dulces que cualquier postre.