La fuerza del amor

2-Promesas rotas-

5 de octubre del 2005.

De pronto escucho un fuerte ruido en mi habitación, que me hace levantar de golpe.

—Cumpleaños feliz te deseamos a ti feliz cumpleaños Natalie que los cumplas feliz- mis padres y Chris cantan o bueno Chris lo intenta.

—Nat cariño sopla la vela, pero antes recuerda pedir un deseo- mi madre me guiña.

—Mamá no pedire un novio.- le respondo suspirando exageradamente pero termino riendo en mi intento de enfadarme.-

—Piénsalo , sería un muy buen deseo- me mira de manera pícara.-

—Mamá, tengo 15 años recién cumplidos no estoy interesada en chicos aún- digo muy seria, no comprendo su afán por conseguirme novio.-

—Yo conocí a tu padre a los 15 años.

—Si y mira ahora como estamos- mi padre rie y mi madre golpea su brazo de manera juguetona.-

—Chris ¿quieres ayudarme a apagarla?- de inmediato responde que si, por ende lo tomo en brazos y apagamos la vela juntos.

—Shi nad quelo tota- le comienzo a hacer cosquillas, me encanta oír su risa.

3 de enero del 2013.

Despierto confundida, alcanzo mi móvil en el velador y reviso la hora son las 14:18 p.m. bloqueó la pantalla del movil, quedando ensimismada en mis pensamientos, ¿Porque soñe con ese día?.

De pronto me encuentro con un montón de preguntas en cabeza, creí que durmiendo todo acabaría ya no sentiría la angustia del día anterior, pero fue un error dormir me a hecho peor.

De repente me comienzo a sentir mal, siento poco a poco como el aire se vuelve mas denso, quiero salir de aquí, necesito respirar, necesito aire, me levanto, pero mis piernas fallan caigo de rodillas logro levantarne y corro al baño, a penas llego comienzo a vomitar, escucho a mi madre correr y gritar mi nombre, debe a ver llegado por la mañana, cuando dejó de vomitar está en la puerta mirándome con preocupación, la esquivo, necesito salir de está casa, bajo la escalera lo mas rápido que puedo.

—Natalie, basta cariño tranquila- es mamá pero no le hago caso, nisiquiera me doy vuelta a mirarla sólo sigo corriendo sin parar, no se a donde voy solo estoy corriendo descalza y en pijama, siento como todas las miradas se posan en mi, pero las ignoro eso me hace sentir peor, no quiero que me miren y ocurre me desplomó en la acera.

—Señorita ¿se encuentra bien?- abro mis ojos y veo a un hombre posiblemente de la misma edad que mi padre, lo empujó, necesito que se aleje de mi, pero me doy cuenta que el es quién me esta ayudando, el me dice que debo calmarme, lo intento y me explica que estuve desmayada por 10 minutos.

—¡Natalie!- gritan, puedo identificar a ese hombre, es mi padre.

—¿Papá?.- mi voz sale extraña y siento su presencia muy lejos de la mía a pesar de estar a mi lado.-

—Si cariño ¿estas bien?, dios estas muy pálida- mi padre se ve tan preocupado , me hace sentir tan culpable, ya tienen mucho de lo que preocuparse, no quiero afligirlos pero no puedo controlar esto.-