Me paro frente al espejo no creyendo lo que veo.—Madre mía chloe y Sam de hoy en adelante serán mis estilistas, en serio ¿Esa soy yo?- digo asombrada, mis amigas han hecho magia, no tenia ni idea que pudiera ser tan guapa o bueno lo soy cuando me ducho y me arreglo.
Miro el vestido dorado que llevó es ajustado, por lo que mis pechos y mi culo se realzan, además llevo unos tacones que parecen de la cenicienta, espero que a las doce no me transforme como a ella le pasó.
El maquillaje me lo ha hecho Sam y a pesar de que es muy natural me hace lucir hermosa, Chloe en cambio se ha encargado de la peor parte, mi cabello.
Estuvo en todo momento maldiciendo que mi cabello estaba seco, que está enredado y que debo cuidarlo más, pero al final quedó bien, ya que me mira con una expresión de aprobación, de pronto escuchamos el timbre y se quien es nuestras expresiones cambian a unas de pánico.—Bien, amiga ten tu cartera, ah y dentro hay un regalo.-dice chloe mientras me lanza la cartera la cual me llega en el rostro, por lo que suelto un quejido.
—Chloe le arruinaras el maquillaje- la regaña sam.
—díganme que dentro no hay preservativos.-suspiro porque las conozco,y dicho esto sam y chloe sonríen como si su sonrisa no cayera dentro de su cara.
—Relájate y disfruta- grita Chloe yo la asesino con la mirada.
—Será mejor que me vaya.- aliso mi vestido frente al espejo y me doy a mi misma una señal de aprobación, me veo de muerte.
—Si ve a divertirte con el bombón- dice Sam.
—cállense- sonrió despidiendome de ellas.
Voy bajando las escaleras cuando visualizo en el salón a Jacob, Dios esta guapísimo con ese traje negro, decido mirar los escalones restantes ya que si sigo mirando a Jacob de seguro terminare en una cita, y esta seria en el hospital.
—Estás hermosa.- es lo primero que el antes nombrado dice sonriendo, esa sonrisa hace que mis hormonas revoloteen.
—Gra...- antes de decir esa palabra me interrumpen.
—¿A que tan bien esta muy guapo?- oh no no- si pasaras la noche con el cariño debes cuidarte.-siento el sonrojo y el calor hasta mi cuello, lo que me faltaba.
—Mamá.-digo en algo que suena como un quejido.
—Si, lo se tienes 23 años no eres una niña, pero aún soy muy joven para ser abuela- tomo a Jacob del brazo y lo guió a la puerta.
—Estaré de regresó- digo saliendo.
—Tú madre es algo- lo interrumpo antes que diga algo, pero volteo a verlo y junta los labios reprimiendo una risa.
—No digas nada porfavor.-amo a mi mamá pero no era necesario.
—¿Es así con todos los novios que tienes?- cuestiona con una sonrisa.
—En primer lugar no somos novios, segundo nunca he tenido un novio, pero eso no significa que no allá salido con chicos y tercero es que mi madre nunca a visto a algún chico con el que salga.- dicho esto miro a Jacob, no es que sea el primer chico con el que salgo, de echo mi virginidad fue una guerra perdida hace bastante pero jamás he sentido todo el alboroto hormonal ni el de mi corazón con ningún chico con el que he estado.
—Tranquila esta bien, no te preocupes- dice abriendome la puerta de su automóvil—Adelante por favor.
—Gracias- digo subiendo—¿A donde vamos?.
—A un restaurante de sushi ¿te gusta verdad?
—Si, me gusta muchísimo.- eso fue lo último que hablamos, ya que en el resto camino no intercambiamos ninguna palabra más, no soy fanática de los silencios pero este en especial se siente muy incómodo.
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La fuerza del amor
RomanceEl Amor está donde menos lo esperamos. Las personas pasan la vida buscándolo pero este llega cuando menos lo imaginas. Algunas personas lo llaman destino, jamás creí en aquello pero me di cuenta de que la vida a veces te sorprende y el amor te encue...