17- secuestro

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Abro mis ojos lentamente.

—Hola Nat ¿como estas?—intento moverme, pero no puedo estoy encadenada a un pilar por la cintura y también tengo cadenas en las manos y pies.

—Venga te quitaré esto—dijo sacando la cinta adhesiva de golpe, lo único que distingo es una sombra—Lo siento cariño—lo miro y lleva una máscara.

—¿Quien mierda eres?—le gritó llorando sintiendo como raspa mi garganta.

—Alguien que conoces muy bien—eso me deja helada ¿quien será?.

—Dime maldito cobarde—digo intentando soltarme de las cadenas pero es inútil, solo me lastimo.

—Tranquila, luego te lo diré descansa—dicho esto comienza a caminar hacia una puerta.

—¿Como piensas que descansare aquí de pie?—intento persuadirlo para que me suelte.

—Claro—dice acercandose soltando la cadena de mi cintura separandome del pilar, pero me toma en brazo y me deja en una cama y se va, no pude hacer nada tenía aún las cadenas de mis manos y pies.

—Ahora si descansa—dice cerrando la puerta con llave, yo lloro no hago nada mas que llorar hasta que ya no siento nada, quizás es la unica salvación de estar en lugares así. No, la unica salvación es peleando, pero como si estoy así por ahora prefiero dormir y olvidar todo.


Narrado por Chloe
16 de mayo del 2013

—Chloe te estoy hablando—dice Sam chispeando sus dedos.

—Lo siento es sólo que siento algo extraño—tengo una sensación bastante extraña, no entiendo porque.

—¿Es por Nick?.

—No, creo que es otra cosa—si que lo es con Nick no ha ido mal, me refiero a que el a intentado acercarse hemos coincidido en un par de ocasiones, pero es incómodo el esta algo cambiado, esta intentando todo lo posible por hacerlo bien cosa que me gusta, pero aún así no puedo olvidar la repulsión que siento por el al verlo con esa tía en la cama.

—Tierra llamando a Chloe ¿Que tal si llamamos a Nat?—vale habia olvidado por completo a Nat.

—Claro—Sam saca su móvil y lo pone en altavoz, pero Nat no responde, eso es muy raro teniendo en cuenta que siempre le responde a Sam aunque a veces sea insoportable, siempre le responde.

—Intenta de nuevo—ella llama de nuevo, siento nervios no lo sé Nat es mi mejor amiga y se cuando algo le pasa ahora siento algo similar, vuelve a saltar al buzón de voz—Vale llama a Dylan—Sam me mira como si estuviera bromeando, pero no lo estoy Dylan es muy cercano a Nat, es de nuestro grupo de amigos, así que de seguro el hablo con ella o sabra algo.

—¿Segura?—pregunta dudosa.

—Haz lo que te digo—ella bufa y le marca a Dylan, quien coje la llamada al instante claro si se da cuenta que es de Sam la coje enseguida—Dylan, ¿has hablado con Nat?.

—Creí que querías hablar pero veo que está ahí Chile, de echo no, no me coje las llamadas y eso es  bastante raro.

—Ven aquí a la casa de Sam necesitamos que estemos todos.

Ya estaba nerviosa, nadie sabía nada de Nat y esto era demasiado extraño. De pronto siento la pesada mirada de mi amiga y comprendo de inmediato porque es, por dylan.

—Admítelo de una vez por todas Sam, eres una perra por ser así con Dylan, solo dilo,  te gusta sólo que tienes miedo a lo que diga la gente, pense que con lo que les dijo Nat iban a aprender.

La fuerza del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora