9-Colapsos-

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Siento una leve caricia en mi cabello de manera bastante delicada, comienzo a abrir lentamente los ojos para ver quien es el causante de estas caricias pero para mi mala suerte estoy de lado mirando hacia la pared mientras que aquella persona esta detrás de mi.
Tan solo llevo un día en este departamento y ocurre esto, intento pensar en un plan, pero creo que ninguno resultara, por ende hago lo más rápido y peligroso, doy un salto y en menos de un segundo estoy de pie lejos del sujeto, pero cuando logro verlo se me congela la sangre tiene un revolver con el cual me esta apuntando.

—No, Jacob por favor no lo hagas- digo mientras mis ojos se humedecen y pronto comienzan a caer las lagrimas.

—Pensé que tus ultimas palabras serian mejores—dice y jala el gatillo.


03 de febrero del 2013

—No—grito y me siento de manera abrupta en la cama, siento los latidos de mi corazón como si este se me fuera a salir, miro al rededor y todo se ve normal.
De pronto comienzo a escuchar golpes en la puerta y sin pensarlo me levanto.

—Natalie soy Lucas ¿te encuentras bien?-extrañada abro la puerta y lo veo.

—¿Cómo sabias que algo me paso?.- pregunto extrañada, ¿será brujo o algo así?.

—Tú grito se escucho por todos los apartamentos- aprieta los labios y me mira como si estuviera a un instante de que una carcajada salga de su boca, sin embargo lo interrumpo.

—¿Eres real?, ¿esto esta ocurriendo enserio?, dime que no es un sueño porfavor- siento como mi respiración comienza a acelerarse, al igual que los latidos de mi corazón, comienzo a sudar, mi vista falla, lo que faltabas otro ataque de pánico en todo su esplendor justo ahora. Voy bajando hasta que logro sentarme.

—¿Natalie te sientes bien? Mierda te tengo—ni siquiera puedo responder—Esta bien tranquila respira todo estará bien- sus palabras logran tranquilizarme y me sostiene hasta ya puedo estar de pie por mi misma—Será mejor que vayas a ver a un medico.-dice mirando preocupado, cualquier pizca de risa sobre mi grito a quedado olvidado.

—Gracias- digo mirándolo a los ojos, joder lo que me faltaba, la anemia ya estaba bien no sé qué puede estar fallando.

—No hay de que—baja la vista y mierda no—Bonita  pijama no sabia que eras fan de las chicas super poderosas.-mierda justo ahora me gustaría no amar las camisas de monitos .

—Vete- le grito tratando de tapar el gran dibujo.

—Como quieras—dice encogiéndose de hombros y sale del apartamento aún burlándose de mi pijama.

Camino a mi cuarto y busco algo cómodo para usar, me ducho y de inmediato me visto con unos jeans y una polera simple de algodón.

Algo extraño sucede ya que no dejo de pensar ni en mi sueño ni en Lucas que ha venido a mi auxilio.

—¿Qué diablos me pasa?- me pregunto a mi misma, de pronto veo la hora y recuerdo que tengo cita médica aprovechare de decir lo de esta mañana y las pesadillas, busco las llaves de mi auto y me voy.

Al llegar me dirijo a recepción  en donde una chica bastante joven y agradable me recibe, después de unos minutos me llaman para entrar con la doctora.

—Buenos días señorita Anderson—me saluda amablemente la doctora.

—Buenos días Doctora Braun.

—¿cómo se ha sentido? Espero que siga todo bien desde la ultima vez.

—Digamos que no tan bien, voy a ir directo al grano las pesadillas han vuelto, pero ahora no esta relacionado con cosas del pasado, sino del presente y bueno hoy me dio algo muy parecido a una crisis de pánico.

La fuerza del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora