Capítulo 4

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En ese momento sentí escalofríos por todo mi cuerpo. Wonwoo aún llevaba sus orejas de gato.

—¡acho!

—Oh, salud.

—¿Po- ¡Acho! Ah... ¡acho! — en ese momento mi cuerpo estaba lo suficientemente vulnerable para que Wonwoo pudiera meterme dentro de la pequeña cabina de la noria.

—Si querías subir aquí lo hubieras dicho... — se quejó él mientras yo trataba de entrar en mis cinco sentidos.

—Trataba de escapar... — dije sin vacilar. Wonwoo me miro un tanto fastidiado y regreso su vista a la ventana.

—Usa esto. — dijo mientras me entregaba el gran saco largo que llevaba, quedando solo en chaqueta.

—No lo puedo aceptar.

—¿Por qué no? Hace frío... y con esa falda puedes pescar un resfriado.

—...

—Tan solo úsalo. — finalizo gracioso mientras dejaba su saco sobre mis piernas.

—No es mi culpa que en mi armario solo haya falda... — masculle y él, sin dejar de ver la colorida vista, sonrío.

—Te estábamos buscando ¿sabías eso?

—...

—No fue casualidad... — aclaro el muchacho de cabello negro. — No le diré a los demás que trataste de escapar, solo les diré... que estabas en la noria.

—¿Y qué diferencia hará eso?

—No perderás la poca confianza que tienen contigo hasta ahora.

...

—...Wonwoo... tú... dijiste que hablaríamos ¿verdad? — Los ojos del muchacho se abrieron y giro a mirarme. — Realmente... realmente quisiera saber lo que me están ocultando.

—Lo lamento, no puedo hacer eso... los demás piensan que no estas lista. — dijo regresando su mirada a las coloridas luces de afuera.

—Creo que si lo estoy... sabes, además tu también piensas eso ¿no?

El ambiente se quedo en silencio nuevamente...

—Aunque no nos crear, realmente te conocemos bien. — Créeme que no lo dudo. — Y sabemos que una noticia como esta te podría... poner muy triste. — dijo esto último con seguridad.

—Sí... pero creo que ya lo sé... — en ese momento, Wonwoo, volvió a poner sus ojos en mí. — Al menos lo sospecho... la... la otra vez encontré el regalo que el señor me había dado.

—¿Y que viste? — pregunto después de un segundo de silencio para regresar su mirada a la ventana.

Al igual que él, gire hacia la ventana... esto era vergonzoso.

*Narra Wonwoo*

—Un perfume. — respondió ella.

—¿Qué más?

—Lencería rosa.

—...

—¡No la use! Ni nada por el estilo...

—¿Entonces qué piensas?

—Que debo ser una prostituta.

—No lo eres. — dije justo en el momento antes de que el cielo se iluminara por los fuegos artificiales. — Ya comenzó.

LITTLE JOB (SEVENTEEN-T/N) - 2°TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora