LITTLE JOB (SEVENTEEN-T/N) - 2°T

Capítulo 22

Mi lengua no articulaba bien las palabras, así que, ante sus ojos, en este momento de desesperación tratando de alejar sus sucias manos de mí, tal vez piense de mi como un muerto viviente con el cerebro carcomido.

—¿Quiénes son ustedes? ¿No leen que dice "fuera de servicio"? —Uy claro que sí, esa era la voz del viejo.

El rostro que con tanta claridad veía, se alejó.

—¿Dónde está su jefe? — preguntó el Señor.

—¿De qué jefe me habla, señor? Él único que manda aquí soy yo, así que no me esté quitando tiempo y váyase.

—¿Cómo consiguió a esta niña?

—¿Cómo que cómo? —renegó el viejo— La compre, ¿feliz?

—¿Cómo la va a comprar? ¡Ella es mía! — ¿Acaso el Señor tenía un berrinche?

—Mire, no tengo tiempo para sus caprichos de hombre rico, así que váyase.

—Se la comprare.

—¿Acaso no entiende? La única forma de que esta niña salga de aquí es muerta. —amenazó el viejo— Usted y yo estamos metidos en estos negocios turbios ¿cierto? Debería entender.

Un silencio invadió la habitación, ellos, al estar tan lejos de mis ojos solo eran sombras.

—¿Se va ir así no más? —dijo el tercer hombre, el de olor a café.

—Bueno... ¿qué más puedo hacer? —se excusó el Señor— Este hombre de aquí no me la quiere vender... Además... por favor, cariño, mírala... es como un zombie.

—Pero usted...

—¡Lo sé! Gaste millones y millones en ella... ¿y qué? Puedo recuperarlos e invertir en algo mejor... para ya sabes... ¿Corregir mis errores? —hubo una pausa— Ella ya no es útil.

—¿Cómo puede decir eso? —escuche en un tono impotente junto a ropa arrugandoce.

—Suéltame. —dijo con firmeza el Señor.

—Usted está loco.

Después de esas palabras y una azotada de puerta, solo quedo una persona delante de mí, el viejo.

—¿En qué cosas estabas metida? —se quejó este para luego cambiar mis vendajes.

🥕

*Narra Jeonghan*

Una tarde de otoño, hacía tanto frío... Los chicos y yo regresábamos de los ensayos. Algunos de ellos se quedaron a comprar algo para comer luego y otros, incluyéndome, nos fuimos directo al apartamento.

—¿Y cómo te va con el nuevo manager, Seokmin-a? —preguntó Shua, mientras íbamos por las estrechas calles.

—¿Cómo me debe ir, hyung? —bufó Seokmin— Él está bien.

Últimamente... Seokmin había perdido la chispa de niño que lo caracterizaba... Ya no era tan imprudente y no se enojaba cuando no le traías un helado, ahora se mantenía más quieto, más "dentro del marguen". Aún hacía bromas junto a Soonyoung, pero su ánimo diario... era totalmente distinto. Obviamente era triste verlo así ya que fue repentino.

—Oí que te dio leche de mango en vez de banana... —se burló Jihoon.

—Yo estuve ahí. —agrego Chan que también nos acompañaba.