LITTLE JOB (SEVENTEEN-T/N) - 2°T

❤❤

14 de Febrero 2021.

*Narra ______*

—¿En verdad no planeas salir hoy? —me preguntó Ellie mientras se colocaba los tacones rojos que tanto le gustaba, hoy saldría con su enamorado.

—¿A dónde iría? No salgo con nadie.

—Y eso es porque quieres ha. —se levantó y tomo su saco— tienes a dos apuestos muchachos detrás de ti.

—No empecemos...

—Vamos, ______... Jeonghan y Wonwoo te han demostrado ser grandiosas personas y sigues corriéndoteles... solo acepta a uno y ya.

—Ellie basta... no quiero salir con nadie.

Ella rodo los ojos y tomo mis manos.

—Mentirosa... —dijo en un tono tierno y sacudió la cabeza—. Nos vemos luego, no creo llegar a cenar así que asegúrate en comer algo delicioso en la cena también ¿bien?

Yo tan solo asentí, ella se despidió, tomo su bolso y se fue.

El tiempo paso, tome una sopa de ganchas que había quedado de ayer mientras que veía una película... Agradecía no haber salido ya que desde la ventana se podía ver lo frió que hacia fuera... mucha nieve y gente caminando encogida.

Acurrucada en el mueble decidí ver algo para pasar el rato, al fin y al cabo, en San Valentín siempre pasan buenas películas.

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Termine viendo Titanic, esa película era mi favorita sin embargo en algún momento de esta me quede dormida...

No sabía cuánto tiempo había pasado y todo empeoro en el momento en que mi cuerpo era incapaz de moverse, empecé a entrar en pánico en cuanto la luces se prendieron y me encontraba dentro de esa habitación purpura nuevamente.

Mi cabeza empezó a dar vueltas, literal, era solo mi cabeza la que podía moverse... sin embargo mi vista, yo... realmente todo daba vueltas... Esa droga nuevamente estaba dentro de mí.

La voz no salía de mí, mi corazón latía cada vez con más fuerza y las lágrimas empezaron a resbalar nuevamente por mis mejillas.

De pronto frente a mis ojos, la imagen del Señor apareció, tenía aquella sonrisa sarcástica que tanto odiaba. Su presencia era tan impecable como siempre, sus manos sujetadas por atrás y su traje gris del cual podía sentirle el olor a tintorería.

—Te has comportado muy mal, cariño... —su expresión cambio de la nada—. Yo no quiero... pero no me dejas otra opción...— dijo, dando la vuelta para abrir la puerta y dejando ver a un hombre viejo, gordo, con poco cabello en la cabeza y totalmente desagradable. Vestía una camiseta sin mangas, blanca sin embargo llena de asquerosas manchas que era mejor no analizar...

La mirada en aquel hombre, al igual que él, eran repulsivas.

El Señor volvió a mirarme por última vez antes de dejarme a solas con ese hombre.

Por más que trata de gritar auxilio o que se alejara... no podía... Ninguna palabra salía de mi boca.

El hombre se acercaba cada vez más, se subió a la cama y empezó a avanzar hacia mí. Cada detalle de su asqueroso rostro era tan vivido...

—Ayúdenme, por favor. —salió finalmente de mí, con mis ojos llorosos el hombre se me quedo mirando, sonrió y me cubrió la boca.

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