Capítulo 20

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Las primeras personas que vimos cuando cruzamos la puerta del apartamento fueron los tres managers, todos en fila y con la cabeza gacha.

—¿Qué demonios pasa aquí?... — murmuro por lo bajo Minghao.

Cuando dimos la vuelta al pequeño pasadizo de la entrada, entendimos todo, el CEO ya estaba ahí con unos grandes hombres, y sentado frente a él estaba nuestra _____ y Chan.

—Pasen. — ordeno el CEO haciendo que nuestra colita interrumpida siguiera adelante. — Hagan una fila. — dijo levantándose del sillón junto con su taza de té.

Como dijo, lo hicimos. Nos ordenamos de mayor a menor. Se para frente a nosotros con la típica y estúpida sonrisita de maniático que llevaba encima.

—¿Quieres té de limón, Chanie? — dijo dando lentos y despreocupados pasos al mencionado. Chan tenía la mirada perdida, pero en cuanto escucho las palabras de CEO, reacciono.

—No, CEO.

—Entonces ¿Qué esperas para formarte? — dijo tomando un sorbo.

Chan se levantó del sillón, dejando a _____, y se puso al final de la fila.

El CEO volvió a dar pasos alrededor de la sala hasta que se dignó a soltar su taza de té, lo dejo sobre la mesa y en cambio se acercó a uno de los hombres que lo acompañaba y este le dio una fusta de cuero.

Se paró frente a Seungcheol y rosando la lengua de cuero por todos nosotros se detuvo finalmente en Chan.

—Han incumplido las reglas. — trago en seco el CEO y su hipócrita sonrisa se esfumo. La lengua de cuero que estaba justo en medio del torso de Chan, bajo hasta su abdomen bajo y se detuvo. — ¿Sabes que has hecho mal, Channie?

Ante el silencio que obtuvo el CEO, este subió la fusta hasta la mejilla derecha de mi pequeño y con un pequeño golpe en seco, exigió:

—Responde.

Chan, en un principio, parecía volver a quedarse callado. El CEO, estresado totalmente, se dio media vuelta y ahí fue cuando él respondió.

—No creo haber hecho nada ma- — pero fue callado de un golpe en su mejilla.

La brutalidad con la que había sido golpeado lo había hecho perder el equilibrio, nadie esperaba eso, obviamente nos inquietamos, tratamos de ir hacia él, pero las palabras del CEO nos detuvieron.

—¡______, levántate! — ella, asustada de tal escena, obedeció de inmediato. — ¡Y ustedes no se muevan!

Rodeo a nuestra indefensa ____. Él aún tenía la fusta consigo.

—¿Sabes que has hecho mal, cierto? Tú bien que lo sabes. — río. — Tienes que ser castigada. —se detuvo frente a ella con una postura más firme y tranquila, miradola directamente.

—Entiendo. —respondió ella y llevo sus pequeñas manos a los botones de su camisa.

—No, no, no. — la detuvo el CEO. — Esta vez... no será así. No habrá sala de castigos, ni pedidos... ¡Sera algo nuevo! —agrego exaltado. — Es más, estos... — dijo señalándonos. — no tendrán nada que ver, así que ve arriba y baja tus maletas.

—No puede... —musito Seungcheol.

—¡Claro que puedo! —exclamó el CEO— Mejor dicho, _____, vayámonos de una vez. No es como si fueras a necesitar ropa.

—¿A dónde la llevara? — habló Wonwoo dando unos pasos adelante.

—Ella es mía, yo hago lo que quiero con ella, yo pagué por ella así que no debo porque decírtelo.

LITTLE JOB (SEVENTEEN-T/N) - 2°TDonde viven las historias. Descúbrelo ahora