capítulo 5

5.8K 545 250
                                    

Esa mañana...

Ese día amaneció abrazado a la persona que tanto amaba, como en aquellos días de felicidad, felicidad que él se arrebató.
Felicidad que quizás nunca iba a volver.

Quería gritar que jamás se fuera.
Quería suplicar que no lo deje.
Quería por siempre poder despertar abrazados, poder dormir sonriendo, quería tanto tener a Ari para siempre con él, pero eso no era lo mejor.

Tenía que acabar con este pequeño desliz, tenía que olvidar a Ari.

Se levantó de la cama en silencio para no levantar al mayor, tomó su maleta y sacó la primera prenda que vio, esta era una camisa roja, camisa que llevaba en una de sus citas.

La tomó entre sus brazos y la olió, tenía esa deliciosa fragancia que sólo Raptor poseía.
Tras realizar ese acto algo extraño de su parte fue a tomar una ducha, al terminar bajó a la recepción y en medio del silencio escuchó el teléfono sonar.

- ¿Mamá?

- Hola hijo - habló la señora al otro lado de la linea - te llamaba para decir que en el trabajo de tu padre nos dieron una semana de vacaciones pagadas ¿Podrías quedarte solo en casa por ese tiempo?

- Si no te preocupes, yo - ella había colgado - te amo mamá.

Andrés se sentía demasiado solo. Quizás por eso se apego tanto a Ari, él había sido el único capaz de desvanecer esa soledad, pero gracias a sus malas decisiones estaba solo otra vez.

Tal vez por eso estaba con Astian, él llenaba momentáneamente aquel vacío que sentía en su corazón.
Muzi estaba ahí sólo para cumplir sus deseos egoístas .

Andrés comenzó a sumergirse profundamente es sus pensamientos.
Deseaba no ser él, deseaba ser diferente pero ¿cómo cambiaría? Él sentía que estaba destinado a ser alguien que arruina todo, se sentía alguien sin arreglo.

- Andrés - la voz de Ari lo sacó de sus pensamientos -¿Qué vamos a comer?

- Comida - Andrés se movió de su sitio para dirigirse a la cocina.

- Cuando estabas en mi casa yo no decía eso - Decía el mayor siguiendo al pequeño.

- Obvio, porque tú no eras el que cocinaba - Sparta se recargó en el mesón - era tu mamá.

- De todas formas, en lugar de pelear, mejor hagamos el desayuno juntos pero antes - Ari comenzó a caminar saliendo del lugar - primero me voy a dar un baño.

Ari se fue .
Y Andrés volvio a estar solo.

(...)

- ¿te gusto el desayuno? - preguntó el mayor con la mano sobre los labios, ocultando a la vista como masticaba su comida.

- A decir verdad, no eres mal cocinero conejo - dijo el pequeño imitando al mayor.

- Ventajas de tener hermana - Ari al finalizar de comer se levantó con los platos en las manos - y ¿qué tienes planeado para hoy?

- Pues tengo una cita con Muzi - Andrés siguió los pasos del mayor hacia la cocina.

- ¿Por qué quieres tener una cita con ese idiota? - Raptor estaba enojado, realmente no estaba preparado para escuchar eso.

- Oye - Sparta miró al mayor con el ceño fruncido - ese a quién llamas idiota es mucho mejor amante que tú.

- ¡¿Mejor amante que yo?!- Eso fue un golpe bajo para Raptor - perfecto, ojalá que Sebastián te de lo que yo no pude y ojalá que tú no seas tan falso con él como lo fuiste conmigo.

Tras decir eso el mayor salió de la casa dando un portazo.

Y con eso Andrés volvió a quedarse solo por dejarse llevar por el momento.

Quizás gracias a eso Raptor no vuelva jamás .

Y una vez más no iba a tener a nadie.

Aquel sentimiento momentáneo le volvió a arrebatar el rayo de esperanza que había entrado por la ventana.
Gracias a su mala decisión otra vez estaba obligado a fingir que todo estaba bien.


Cuando fue a su habitación a cambiarse de ropa vio la camisa roja que había tomado de la maleta del contrario, la tomó entre sus manos, sintiendo la suave tela en sus dedos, sintiendo el dulce aroma del chico que amaba, penetrar por sus fosas nasales, lloró descontroladamente.

Lloró por amar tanto a alguien y a pesar de eso dañarlo.
Lloró por mantener a su lado a alguien que estimaba porque llenaba aquel gran vacío.
Lloró porque le daba asco el ser tan egoísta que llegaba a ser.
Lloró por haber perdido una vez más a la persona que llenaba su eterna noche oscura con estrellas.

Aún Hay Algo [Andri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora