Aún Hay Algo [Andri]

Capítulo 11

Invisible.
Asi se sentía Ari.

Sebastián y Andrés no paraban de hablar entre ellos y sentía como si no existiera, su mente creó una de esas frases ridículas como:

"Tengo que aprovechar este super poder , al baño de chicas"

Y era ilógico porque no le gustaban las chicas.

Ari en su aburrimiento se recostó en la manta para ver las nubes e inconscientemente recordó que cuando era pequeño encontraba forma a aquellas masas de gas.

Pasó de recuerdos adorables a recuerdos que lo ponían mal.

"Es tonto pensar que vas a volver conmigo.
Es decir, todo lo que pasó esa semana no va a volver, tú no vas a volver.
Sólo fui un chiste para ti"

- Ari - Andrés movía su mano frente al nombrado -Ari ¿estas bien? .

Después de decir esa frase
todo fue en cámara lenta  y de pronto un abrazo sintió.

Su mundo se detuvo .
Su corazón se aceleró.

Llorar es parte de la vida, es normal hacerlo, pero, nunca se había sentido tan feliz estando triste.

Se que no se entiende bien lo que trato de explicar pero es complicado explicar algo que no conoces a detalle.

Sentirte feliz por estar triste, algo contradictorio pero era lo que Raptor sentía.

Dime ¿a caso tú no lo haz sentido? Si mentir es malo, mentirte es peor.

Y él no lo iba a negar, se sintió bien al saber que ignoró por completo a Sebastián sólo por ponerle atención a él.

Aunque quizás nunca lo admita para Ari ese fue uno de los abrazos que jamás iba a olvidar.

Uno de los abrazos que siempre en su memoria iba a guardar.

Y todo por el simple hecho de que fue entregado por aquel chico tan especial.

- No llores tonto - Andrés hizo una corta pausa - yo.... yo estoy aquí para ti.

Había pasado tanto tiempo que había escuchado eso.

- Todo está bien, basta de llorar.

El suave tono que utilizaba el pequeño lo hacía sentir más calmado, se sentía casi como en un sueño.

Aquel abrazo fue lo mejor que había sentido en mucho tiempo, tiempo en el que vivió sumergido en la amargura, en la negatividad y en la resignación.

Quizás ahora todo tenía solución.

Lo que Ari no sabía que aquella conversación era algo importante.

Andrés y Sebastián tenían algo entre manos.