Arte

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(Escuchala mientras lees, siento que le da un toque bonito al capítulo que cierra este arco de mi vida)

Era un día cualquiera de un mes cualquiera.

Astian miraba con una sonrisa ladina al chico que lo acompañaba.

- Te ves radiante Carlos - dijo sin dejar de sonreir.

Las mejillas del contrario se tiñeron de un carmesí ante tal cumplido y también por la sorpresa que le dio al recibirlo.

- A veces me pregunto ¿Cómo puedes ser tan dulce de repente? - Flex lo miró también sonriendo.

- Lo soy porque se como apreciar el arte cuando lo veo.

El chico a quien le fue dirigida esa frase sentía como los latidos de su corazón casi lo dejaban sin aire. Y como única respuesta soltó una carcajada.

- Vamos Muzi - Flex con su mano izquierda tomó la mano derecha del contrario y comenzó a correr.

En esa ciudad, ese día, podías ver a un par de chicos corriendo hacia el bosque tomados de la mano.

- Una carrera hasta la cascada ¿va? - Propuso Flex ya en el inicio del bosque.

- Procura no quedarte atrás, mapache.

Con esa frase ambos comenzaron a correr bosque adentro.

En ese bosque, ese día, podías ver a ambos chicos corriendo como un par de niños, empujando un poco al que le iba ganando o soltando una risa si alguno de los dos se golpeaba con alguna rama.

La carrera quedó en un empate porque de todas formas, que importaba quien ganara. Al llegar ambos chicos cansados se dejaron caer en el suelo lleno de hojas.

- Eres un... maldito tramposo -  decía Flex mientras trataba de recuperar el aliento.

- Y tú...un mal...perdedor.

Sebastián y Carlos se refugiaron bajo la sobra de los árboles. Ambos hablaban de cualquier cosa que se les viniera a la cabeza, riendo con cada ocurrencia del contrario.

- A veces me pregunto ¿Cómo es posible que tu risa y la mía parecen combinar?

- Porque algunos sonidos están destinados a ir juntos.

Sebastián y Carlos hoy cumplían un año de estar juntos.
Ellos no eran de esas parejas que se daban un gran regalo o una lujosa cena.
Ellos solían darse un día para conversar junto al arrullo de la cascada, junto al trinar de las aves y junto a el murmurar de los árboles.

- Sabes Hoshi - Habló Sebastián entrelazando su mano con la del chico - Gracias por haberme dado un año tan magnífico, gracias por haberme dado la oportunidad de formar parte de esta dulce poesía.

- Yume - Dijo Flex frotando el dorso de la mano de Muzi - Esta poesía no sería lo que es sin ti - Carlos hizo una larga pausa - lo siento, se me borró el largo discurso que inventé para decir.

Ambos comenzaron a reír, no había momento más lindo para ellos como el momento en el que dejaba sin palabras al contrario.

- Sólo deja que la idea se vaya con el viento Flex.

Despues de no poder recuperar la idea Flex se movió y colocó en el pecho de Muzi, este lo envolvió entre sus brazos.

- Oh cierto - Dijo Carlos - pasado mañana voy a salir a comprar algo, quizás me quede a dormir con mis padres.

Aún Hay Algo [Andri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora