capítulo 8

4.6K 460 226
                                    

Para el pequeño la cama en donde dormia era muy grande sin Raptor, pero él se lo había buscado.

El recuerdo de lo que había pasado ayer en la noche todavía estaba fresco, era como sí hubiera pasado ayer, aunque de hecho había pasado ayer.

Sparta se revolvio el cabello, no podía creer lo que había pensado.

- ¡Conejo inútil! - gritó desde la habitación - ¡me estas contagiando la estupidez!.

De lejos se escucho la respuesta del mayor.

- ¡Es que soy tan irresistible!.

- ¡¿Qué tiene que ver eso con que me estas contagiando tu retraso?!.

- ¡No lo sé!

- ¡Estúpido!

- ¡Dime algo que no me hayas dicho antes!

- ¡Animal en peligro de extinción por culpa del retraso!

- ¡Sabes ya me aburrí , además baja a desayunar!

Andrés entre murmuros de fastidio bajó de la habitación y miro mal al mayor cuando llegó a la habitación.

- Todavía no perdono lo que hiciste ayer.

- No es mi culpa que el césped estuviera resbaloso, tampoco fue mi culpa que haya caído sobre ti, sacándote un sonido erótico, tampoco que la anciana que pasaba por ahí nos hubiera escuchado y nos haya pegado con el bolso diciéndonos "jóvenes degenerados".

- No me lo recuerdes, grandísimo estúpido.

-Sí- pronunció el mayor con orgullo -ayer fue un gran día.

La paciencia de Andrés se había agotado gracias al comentario de Ari y no pudo evitar fruncir más en ceño.

- ¿De qué podrías sentirte tan orgulloso? La noche de ayer fue un completo desastre.

-Me siento orgulloso- Mientras Ari hablaba sus labios formaron una leve sonrisa -porque ayer por fin pude quitarme un peso de encima y además ayer volví a tener una noche perfecta.

-Y ¿Se puede saber por que fue perfecta?- Sabía que no era de su incumbencia pero la curiosidad lo mataba.

-¿No es obvio?- Ari vio confundido a su acompañante -es porque estuviste tú Andrés.

Andrés sintió como su corazón comenzó a acelerarse, odiaba que Ari sea el único capaz de provocar eso en él, el único que podía acelerar su corazón, el único que lo podía hacer sonrojar, el único que podía sacarle un suspiro pero jamás le diría, no soportaria escuchar como el mayor le repetiría una infinidad de veces que es lo más cursi que había dicho desde que se conocían, además de varias frases cursis.

-¿Andrés estas bien?- dijo moviendo su mano frente a los ojos del pequeño llamando su atención -es preocupante verte más de dos minutos en silencio.

¿Lo estaba llamando hablador? Andrés respiro profundamente, está era la primera y la última vez que dejaba pasar un comentario de tal magnitud.

-Mira conejo- dijo serio -dijiste que ibas a pasar dos meses en España ¿cierto?- Raptor asintió con la cabeza -no tienes lugar para dormir ¿verdad? -Raptor negó con la cabeza -hablar contigo es como hablar con un perro- Raptor fruncio el ceño y dejó que el pequeño siga -mi punto es que puedes quedarte aquí esos dos meses, pero con una condición- Ari ladeo la cabeza confundido -debes ayudarme con las tareas, levantarme en la mañana para ir al colegio y lo más importante llevarte bien con Sebastián.

Raptor miró a otra parte con molestia mientras que cruzaba los brazos y se desparramaba en la silla.

-Oh basta- dijo Andrés cansado de la situación -te comportas como niño pequeño.

Sparta vio como el mayor se acomodaba bien en la silla

-Está bien de todas formas Sebastián es mi amigo.

-¿Trato?- Andrés extendió una mano.

-Trato.

Al estrecharse la mano el trato se cerró y no había forma de echarse para atrás .

Aún Hay Algo [Andri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora