Capitulo 1

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Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Contiene Lemon.

-Hola Darien!- suspiro resignada. Lo saludo apenas llego de trabajar de dependienta de una casa de electrodomésticos. Al entrar cocina/comedor.
Como siempre estaba leyendo revistas de medicina que están esparcidas por toda le mesa de madera donde estudiamos o comemos, "se ve tan lindo", él es mi mejor amigo y mi compañero del departamento. Suspiro. " Por qué estoy enamorada de él". Desde el colegio primario. Con su pelo azabache un poco desarreglado "como quisiera acomodarselo, acariciar su suave cabello negro ébano y oler su perfume".
El gira su cabeza hacia a mi. Me sonríe.
- Hola Serena. Cómo fue tu día hoy?- se voltea para ver su revista de nuevo.
"Como odio que me haga esto. En fin".
-Bien, Supongo. A propósito tu prometida Beryl, llamo hoy, para que te acuerdes de la cena de mañana.
-Gracias, Serena. Por avisarme. Me voy a dormir, te deje comida en la heladera. ¡Buenas noches!.
Recoge todas sus cosas y se va.
Suspiro " todo porque la única vez que cocine, término en la guardia del hospital".

"Que cansada estoy".
-Creo que voy dormir desnuda. -balbuceo, me encogí de hombros- Total. ¿Quién me va ver?. ¿Darien?.-Sonreí irónicamente para mi misma.
"La novia que tiene unos 22 años. Preciosa. Pelo rojo fuego, largo. Piel blanca pálida, Sus ojos, marrones color miel. Labios carnosos con botox, pechos y cola con siliconas. Con una cintura chiquita y alta cálculo 1,75. Es la Barbie colorada a la que todos los hombres se giran por la calle para admirarla. Por supuesto para aquellos a los que les atraen ese tipo de mujeres trofeos armados. Pero como me gustaría ser ella, para poder estar con él".
Me desplome en la cama.

Caminando por un sendero de adoquines de colores rojos, rosa y coral. Con un vestido estampado de flores corto y sandalias blancas,
-Que rico olor.
Al pasar por al lado de un viejo árbol, con sus hojas verdes y flores amarillas. "Creo que me tiraré en el pasto". Tumbaba boca arriba sobre la hierba con flores de todos los colores.
De repente veo un sombra oscura, el Matasfan, un espíritu malvado, que según mi abuela nos viene a molestar. Era de color almendra, pelo negro azabache y unos ojos color azul zafiro. Me sorprendió, venia desnudo tenia uno músculos bien marcados. "Que abdominales, uh, que dotado". Trague saliva.
Caminaba hacia mí, con paso decidido. Cuando estaba cerca mío. Él se arrodilla a mi lado derecho. Me pasa un dedo desde mi tobillo hasta mi cintura levantado la tela de mi vestido pasando por encima de mi tanga provocando un escalofríos en todo mi cuerpo.
Con su mirada, me estaba dando miedo, mi pecho subía y bajaba rápidamente.
-Eres mía, Serena- susurro con voz ronca.
Mi corazón sentía que salía de mi cuerpo.
Luego en sus manos tenia una pequeña daga de plata rompe mi vestido y tanga, quedando desnuda por completo a su vista. Trate de levantar me y correr, pero había algo que me tenia inmóvil, quise gritar pero no me salia la voz. El  empieza acaricia mi pechos que se pusieron duros al mínimo roce, traicionado me mi cuerpo. Me empezó a besar mi cuello. Siguió. Bajando dejando un recorrido de baba. Y me calme.  Me empezó a gustar. Comencé a sentir hormiguero en el estomago. A medida que fue bajando cuando llego mis pechos, los succionaba de una manera que me puse colorada, excitando me. Luego siguió el camino de besos una vez, que dejo mis pezones rosados a doloridos.
Pero al llegar a mi labio superior. Bruscamente separa mis muslos parar colocarse arrodillado. Lo miro fijo. Agacho su cabeza, pude sentir como su lengua me daba placer principalmente en mi perla. Y llegue a mi orgasmo.
Pone uno dedo dentro de mi vagina lo saca y lo mete varias veces, pone otro dedo para repetir el mismo proceso. Siento un fuego y me quiero explotar. Sentía que mis jugos empezaba a salir. Para. Entro en pánico, quería seguir disfrutando de esto. El se pone delante de mi con una sonrisa lobuna. Me embiste con una estocada.
-Ay… ay… ah…-grite con doloroso placer. Con cada embiste violento me estaba haciendo verlas estrellas. Me sentía en el cielo. No sé cuanto tiempo lo hicimos ni me importó.
De repente siento como su semilla se derrama en mi matriz.
-Ah… ah… oh…!!!-sentía que me desvanecía. Me rompí en mil pedacitos.
Cuando terminó. Me besa en la boca. Me susurra al oído.
-Hagamos lo de nuevo.

El MatasfanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora