Capitulo 13

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Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

En mi mano tenia el relicario con la foto de Serena. Me sonreí. Mi corazón estaba feliz, no cabe mi gozo, fui su primer amante. Pero estoy furioso por lo otro. Como se atreve, ni siquiera se como se entero de que soy millonario. Pero mi amor por ella me impide seguir enojado con ella. Se que estuvo mal no contestar sus llamadas, pero tenía que reflexionar y pensar como terminar con Beryl, ya no siento nada por ella. El teléfono llama, "porque no atiende el teléfono móvil, Rei ".
-Hola Darien. ¿Qué pasa?.
-Hola Rei. Te llamaba para saber cuanto dinero necesitaba Serena.
-¿Serena necesitaba dinero?. ¿De donde sacaste eso?.
- Me estuvo llamando dos días seguidos. A mi celular, hasta incluso llamo a Beryl y le dijo que quería dinero prestado.
- Imposible. Serena te llamo para que fueras su testigo en la vegas. Porque se va a casar con Seiya.
Siento que la habitación me daba vuelta, no entraba aire a mis pulmones. Mi corazón dejaba de latir. Mi peor pesadilla esta por hacerse realidad.
- Darien estas ahí. ¡Darien! - grita Rei preocupada.
- Sí - susurro.
- ¿Qué te pasó?. Estas bien. Te llamo a una ambulancia.
- No, en ¿ dónde están?.
Luego de que Rei me diga donde se encuentra, trato de comunicar con ella, pero nada. Desesperado, llamo a Malachite, mi mano derecha, para que prepare el Jet privado de la empresa para partir apenas llego. Con un vuelco en el corazón, mi mente viene, " te amo Serena". En el camino nervioso rezo para que pase algo que impida la boda.
Veía Serena caminar con un hermoso vestido de seda blanco caminando hacia mi. Con el camino lleno de pétalos de rosas rojas. Me sonríe. Avanza lentamente. Cuando llega al altar se para. Veo que el novio era Seiya. Que estaba vestido de traje de dos piezas negro. Con una sonrisa les dice el cura. Los declaro marido y mujer. Trato de alcanzarlos para detener, algo me lo impide. Una mano que no me suelta.
- Vamos Darien. Deja los ser felices.
Era la voz de Beryl que sonaba como con sorna.
-No. Ella es mía. Mi mujer. La dueña de mi corazón.
-Sí esa soy yo - le responde Beryl.
- Tú no. - sacude la cabeza de un lado para otro -. Serena. Te amo.
Me desperté sobresaltado, mi corazón latía aceleradamente como si hubiera corrido una maratón, mi cuerpo estaba sudado.

Serena estaba feliz de la vida. Poniendo una mano en panza.
- Va a ser el bebé más hermoso del mundo.
Se mira al espejo con un brillo especial, lleno de un amor hacia su futuro.
Entra Rei a la habitación con un vestido blanco hueso en sus brazos.
- Aquí traigo tu vestido, ¿ quieres que te ayude a ponerlo?.
- No.
- Sabes te noto algo rara, en estos días. ¿ Y se que me estas ocultando algo?.
- Es cierto - responde Serena con una gran sonrisa.- Mañana te digo que es.
- Tengo que esperar hasta mañana. Podes ser mala conmigo.
- Sí. Ahora ve a cambiar que me tengo que casar dentro de media hora.
- No, vas a tener que esperar un poco más. Darien me confirmó que viene para acá, y llega dentro de dos horas.
- De enserio - mi corazón se acelera ante la alegría de verlo una vez más.
- Sí.
Cuando Rei se fue no cabía de gozo en mi. Ahora que comprendí que si amas a alguien tienes que soltarlo y olvidarlo, para que sea feliz con la persona que ama.
Mientras buscaba el broche en forma de medialuna de brillante de mi abuela, tuve que salir, en bata en busca de Rei, que lo tiene. Al doblar el pasillo me encuentro con un Darien pálido, para su tes bronceada. Con un traje de dos piezas hecho a medida gris topo arrugado. Era la primera vez que lo veo desaliñado, con sus pelos alborotados como si se hubiera pasado la mano varias veces por ahí.
- Hola Darien - sonrió con el corazón alegre por verlo. Me tiro hacia el colgandome de su cuello, besando su mejilla.
Y veo por atrás de él, una sombra que me resulta familiar, agarro de la mano a Darien para perseguirla. Ve que entra a una habitación ella se dirige ahí, golpea la puerta.
Sale una mujer semidesnuda, de pelo y ojos marrones. Que me resulta familiar. Me acerco a ella. Mi corazón deja de latir, era Kakyuu, la mujer con la que me engaño Seiya, la primera vez.
-  Cariño, ven adentro. - reconozco esa voz ronca, era de Seiya.
-Ah... - aullé fuertemente, herida por su traición de nuevo - eres un desgraciado.
Entonces algo me agarra del brazo, arrastrándome, mientras insultaba a un pétreo Seiya.
En el ascensor, pataleba furiosa por que me volvió a engañar, un escozor en mi ojos, anuncia la llegada de mis lágrimas. Justo hoy que iba ser el día más feliz de mi vida.
Darien limpia mis lágrimas con un pañuelo Inmaculada, abrazando me y susurra palabras de consuelo. Al detener el ascensor, este me guía una suite.
- ¿ Qué hacemos aquí?.
- Es mi habitación, siéntate.
Me acomodo en la gran cama nupcial, y me pongo a llorar desconsolada por esta infidelidad.
- Serena, se que es pronto. Y te tienes que reponer de esto. Pero quiero que sepas algo. Te amo. Eres la mujer de mi. Y si me he portado mal contigo. Desesperado por tenerte debajo de mi. Tuve sexo contigo.
- ¿ Quieres decir que fuimos amantes?.
- Serena hace tres meses use mis poderes de hipnosis sobre ti para tener sexo contigo.
- Eso explica el porque- dijo con un hilo de voz.
- ¿ Qué porqué ?- sorprendido por lo que pudo oír.
- Estoy embarazada - lo dijo con un hilo de voz.
Darien con una ataque de ira le dice:
- ¿Qué?, ¿ y pensabas dejar que ese vago críe a mi hijo?. - Cerrando de golpe la puerta de la habitación asustando a Serena.

Gracias por leer, mi historia.
Disculpen la tardanza.
Besos.

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