Capitulo 2

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Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

Contiene lemon.

No sé que me pasa, hoy me  levante un poco rara. Las piernas me tiemblan. Siento dolor en partes que hace mucho que no uso (desde que me separe de Seiya hace un año). Me habré masturbado dormida,  mientras soñaba con matasfan. Menos mal que hoy es Domingo.  Bueno me iré bañar.
El agua estaba sobre mi cuerpo como una cascada. Me viene a mi mente,  mi sueño de anoche en donde yo estaba con un matasfan en el campo. Luego me senté en el piso mientras me caía el agua sobre mí.
Levante mi cabeza un poco para arriba.
Me vino la imagen de Darien de cuando venía de hacer ejercicio semi desnudó, con unos abdominales tan bien formados sin un gramo de grasa.
Me comienzo a frotar con una mano los pechos, luego con la otra bajo acariciando mi vientre hasta mi clítoris donde con el dedo índice hago movimientos circulares. Luego pasaba mis dedos por mi cueva que ya estaba tan empapada que había comenzado a soltar una cantidad de espeso jugos. Apago la ducha.
Me puse mi babydoll transparente de color negro.
"diablos, me olvide limpiar me, de nuevo". Saco mi tanga colocándola en lavatorio.
Golpean la puerta del baño.
-Serena podes terminar de usar el baño, que quiero entrar. - grito Darien.
-ya termino.

De repente me di cuenta que la puerta del puerta de baño estaba abierta un poco. La corrí un poco solo para ver lo que ella hacia. Y puede ver a Serena frente al espejo, su larga cabellera dorada suelta sobre su cuerpo.
Mi mente dejo de andar no recordé lo que vine a buscar. Suspira, gira y sale del baño. Pude ver que tenia un body transparente. Cuando sale apurada sin hablar, me dirijo a la izquierda quedaba el inodoro. Me puse frente a él y saqué mi pene. Mis manos empezaron a acariciarla para darme placer mientras mi mente imaginaba la noche anterior con Serena, Miré a mi derecha, sobre el lavabo Serena se había olvidado su tanga. "no lo puedo creer, que se lo olvido" Pensé.
Las agarre sin preocuparme de nada más, las miré y en aquella delicada tela aparecía una mancha. Mientras mi mano derecha agitaba mi miembro para darme placer, la izquierda llevó la íntima prenda de Serena a mi nariz.
Su olor inundó mi mente, mi imaginación salto de una creando un película con Serena de protagonista. La veo desnuda con su piel de porcelana que abre sus piernas. Con sus dedos separa un montón de pelos dorados y sus labios vaginales, ofreciéndome la rosada entrada de su vagina, toda para mí, para mi disfrute. Nunca me había masturbado con los olores íntimos de una mujer, y mi corazón latía acelerado por la excitación mientras sentía que el semen de mis huevos quería ser liberado.
Me coloqué dándole la espalda al lavabo, apoyándome levemente contra la pared, era evidente que llegaba mi orgasmo y necesitaba ayuda para no caerme con el placer que estaba sintiendo. Intentaba que mi miembro apuntara al redondo inodoro, pero la dureza que tenía hacía imposible que la apuntara hacia abajo… "¡Qué placer!"
En mi mente, me acordaba como le metía la lengua entre sus labios vaginales y saboreaba sus flujos, los que habían manchado la tela que tenía en mi mano izquierda… ¡No pude! En aquel momento sentí que mi semen subía por mi pene para ser lanzado.
-Ah, ¡Sí Serena, sí! – Decía mientras me masturbaba. -¡Te voy a llenar! – Un gran chorro salió disparado y chocó contra la pared que había al otro lado del Inodoro. Estaba sintiendo el placer del orgasmo y la eyaculación.
Toc, toc, toc. Golpean la puerta del baño.
-Darien tu novia Beryl esta al teléfono, dijo que tenia que decirte algo urgente.
Mi cabeza choca contra la pared. -Mm... di... le... que... Ya... a
a... voy...
Entre convulsiones y espasmos de placer,el conseguí guardar a duras penas mi pene y fui atender el teléfono.

- Ay Rei, si ya lo sé. Pero creo que tendrías que considerarlo. Acompaña lo al médico que vas a perder. Buenas noches Rei.
"Por fin, término de hablar, ya deseo descansar que mañana tengo que ir a trabajar ".
Luego fui a recoger la tanga del baño, medio colorada, "espero que no se halla enojado Darien, es muy mojada, tendré que lavarla mañana", la dejo en la mesita de luz.
Caigo desplomada en mi cama.

-Señorita Tsukino, por favor pase al consultorio 4.
La secretaria del médico, una mujer de media estatura, con permanente rubia y un rostro ovalado, me acompaño al consultorio de este.
-Por favor, pase. Ya viene el médico.
Luego de un rato bastante largo. Llega un pelinegro alto y joven, con ambo color azul con el logo del hospital. Intento ver su rostro, pero no puedo.
-Le aviso que el doctor Li, esta de licencia. Yo la atender Señorita Tsukino. Por favor extienda el brazo. Que la inyectó su vacuna.
-No lo entiendo doctor - dije confundida - yo vine por …
Se vuelve oscura la habitación.
Cuando abrí los ojos solo podía ver el techo blanco de la consulta intente moverme, pero mi cuerpo parece pegado con pegamento.
-No te preocupes- dijo una voz ronca, que me resulta familiar- Señorita Tsukino… ahora empieza la diversión. Pero primero…
Unos ruidos como de herramientas o metales provenían de lejos.
-… tapo tus bellos ojos azules con esta máscara. Para que no veas lo que pienso hacer.
La oscuridad cayó sobre mi de nuevo, peor también me tapó los oídos con algo.
Un líquido frío recorre mi clavícula hasta mis entrepiernas, provocando un escalofrío en todo el cuerpo. Serena intenta mover, pero no puede. Siente a sus costados de la cadera unos músculos.
Algo agarra mis pechos como un suave masaje envolvente, para  apretarlas fuerza. Luego su lengua atacaba mis pezones con sus manos y boca  mordiendo o lamiendo.
Luego de un rato, su aliento estaba en mi capullo merodeando. Intento acercarlo, pero mi cuerpo no responde.
Al rato un par de manos, levanta un poco mis caderas y de un solo golpe la penetro. Di un silencioso grito de dolor.
Sus embestidas son fuertes dentro mio. Se destapa mis oídos.
- Sientes como crece dentro de ti, Serena- le clavo fuerte su miembro-, cada vez es más largo y más grueso.
Cada embestida era acompañada por sus fuertes gemidos. Vuelvo a la sordera de nuevo. Cada vez iba más rápido, le hundió el miembro tan fuerte que llego al fondo de su matriz. Quería llorar y gritar de dolor, no podía. Su lengua se abrió paso dentro de mi boca en el preciso momento que explotó en mi interior. Oigo despacio.
- Serena…
Una embestida tan fuerte que me produce un dolor insoportable.
-Sí…
Gritó fuerte. Sale dentro mío. Me besa en la frente.
La había destazado.

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