El Matasfan

Capitulo 5

Todos los personajes pertenecen a la obra de Sailor Moon e Naoko Takeuchi.

Esta historia la escribí hace años, todo lo escrito es producto de mi imaginación.

Contiene lemon fuerte.

- Era muy mala la película, no creí que fuera tan mala. Encima se termino quedando con zinnia.
- ¡Es tan romántico! Cuando la salvo del Doctor Von Vaeyer. Es genial La Rosa Blanca.
Suspiro, imagino la escena en la que Conner besaba entre sus brazos a Zinnia luego de la rescate. Pero en vez de Él es Darien, mi amado amor imposible. Suelto una bocanada. Resignada a vivir en esta infierno.
- Porque ese suspiro. Es por Darien. Te lo digo de nuevo ve y busca otro. Que te parece si el sábado vamos a la noche Nightmoon.
-No lo sé. Pero no se enoja tu novio.
- ¡Ese!, después de lo que me hizo- furiosa, podía ver una llama de fuego- Lo abandonó. Terminamos.
- Oh, lo siento - muy sorprendida. Parecía que esta vez si va de enserio lo de terminar con Nicolás - Te volvió a engañar.
La abrazo para transmitir consolación por la ruptura. Ella llora.

- ¡Que vestido tan hermoso!.
Giro emocionada dando vuelta al mi alrededor frente al viejo espejo de la habitación. El marco de espejo antiguo tenia unos dibujos muy extraños. En eso siento que algo me observa. Una voz gruesa y ronca dice:
- Estás muy hermosa con tu vestido.
Observo toda la habitación donde de repente se pone oscuro. Luego vino un silencio sepulcral. Del espejo sale una luz débil, sale una sombra. Me acerco un poco. Me tira hacia él envolviendo me en unos brazos musculosos. Apretandome contra su pecho, oigo los latidos de mi corazón que late a mil por hora. Puedo sentir un tremenda erección en mi panza. Bailamos un vals imaginario, donde nosotros eramos la única pareja.
Al sonar unas campanadas, la oscuridad ganaba terreno. Corriendo de la mano juntos, llegamos a una puerta dorada, con dibujo de una mujer sentada una silla de piedra bajo un árbol de tilo, descansando.
La mujer levanta su mirada, me impacto sus ojos violetas, que miraba fijo, como queriendo decir algo.
Siento en mis pies cosquillas, pero al bajar la mirada, me doy cuenta de que me hundo.
Trato de agarrar las raíces del árbol, pero me es imposible, cayendo a un agujero con mis gritos desesperados.
Al abrir los ojos con asombro, veo el piso de madera lleno de polvo, giro la cabeza y estoy rodea de telaraña en mis muñecas, cintura y tobillos, trato de soltar, pero no pude.
Es en ese momento, miro como una araña negra gigante viene hacia a mi por los pies. Con un grito silencioso, trato de pedir ayuda. Se para frente a mi, nuestros ojos se miran fijo, pero su mirada tenia un brillo azul especial.
Su miembro rozaba sus labios vaginales de arriba hacia abajo, y de abajo hacia arriba sin llegar a penetrarla. Trato desesperadamente salir, retorciéndose. De un solo golpe se la metió hasta que sus huevos choco contra su culo. Empezó a taladrar con fuerza, meta saca fuerte.
- Ay... no..., suel...
- No. Eres mía. Toma- con una embestida que llego hasta el cuello del útero.
- ta... ah... me...
A pesar de mi dolor estoy tan excitada que no tardo nada en empezar largar fluidos, notaba como su vagina aprisionaba su falo deseando llegar al orgasmo, su sexo seguía soltando fluidos que caían sobre la araña.
-Sí... te... gus... ta... mi amor...
- Oh... , sí... ah... más...
- Te voy a llenar, todo.
Con una fuerte embestida.
Serena se corre, su orgasmo fue tan violento, que se sintió llena mientras la araña seguía bombeando hasta que explotó en su interior.
- Ah,  sí.
Cuando saco su miembro dentro mío.
- Bueno mi amor, ahora viene la parte más buena.
- La parte más buena - pregunta Serena asustada.
- Sí. Eres mi yegua favorito y no voy a parar hasta que me sacie de ti.
- ¿ Qué me vas hacer?.
Retrocede para atrás, la telaraña se afloja tirándome hacia abajo. Mi pelo dorado cae para abajo, quedando sostenida en el aire por mis muñecas y pies. Unos chorros de líquido recorre por mi espalda hasta llegar a mi sexo.
-Ay... - Grito de sorpresa y dolor.
La había enfilado su falo duro hacia su ano. Por suerte como estaba embadurnada de nuestros jugos entro sin problemas, se detiene un dentro mi, para convertirlo en un mete y saca frenético, podía sentir sus huevos golpeando mi sexo con cada embestida. El eco de nuestros gemidos me excitaba, pero no tanto como sus estrujos en mis pechos o movimiento circular en mis clitoris. De repente su semilla exploto en mis entrañas.
- Ah... Si... - Estalle en un orgasmo que me dejó agotada.
- Sere... na... - Termino de vaciarse en mis entrañas de su semilla.
Sale dentro mío, provocando que nuestros juegos caigan sobre el piso de madera, manchándolo de blanco. La araña se va y me deja sola colgada del techo y satisfecha. Cae mi cabeza para adelante, y me duermo.