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CAPÍTULO SEIS | CARTA PARA DAYLAN LOUGHTY

14 febrero, 2018

Querido Daylan:

Si estás leyendo esto, probablemente ya me habré ido. No tengo ninguna excusa por no haberte dicho todo desde un principio, la verdad es que no encontraba la fuerza para despedirme de ti. Tal vez pienses que fui una cobarde y no te privo de hacerlo porque estás en lo cierto, no te pido que me entiendas ni que me perdones sin embargo no quiero que te olvides nunca de que te amé, quizás no lo hice de la mejor manera
pero di lo mejor de mi, aunque no lo creas.

Mereces saber todas las razones que me llevaron a actuar y por eso he decidido contarte los hechos por medio de estas escrituras.

Muchas veces había escuchado hablar del amor. Es uno de los temas con mayor controversia, cada quien tiene su propia opinión sobre ella y no me refiero únicamente a la atracción física hacia otra persona sino el amor en general. Variando algunas opiniones, he concluido que es tal como un frágil objeto de cristal, un preciado tesoro y para qué tanto rodeo si la verdad es que si no lo cuidas lo pierdes así como se pierde un jardín al momento que dejes de darle agua y la privas de la luz del sol.
Un famoso poeta solía decir que "el amor es como el agua. Si no hay algo que lo agite se pudre".

Yo no podía hablar del amor... no podía porque siquiera era digna de mencionarlo, siempre me han catalogado como  una persona arrogante. La arrogancia es el producto de la compensación que ocurre en el ego por tener una autoimagen inflada. Sin embargo no me consideraba una persona con ego. Era peor.

No podía hablar del amor hasta que te conocí... conocí a ese chico que llegó y enloqueció mi mundo, me enseñó el valor del amor que nunca pude aprender en casa. Que el amor en realidad no es solo dar de comer, no es dar alimentos ni ropas sino detalles pequeños; cuidar lo que quieres, respetarlo, consentirlo, mostrar afecto, lealtad.

Para el chico más lindo que ha tocado a mí vida.

Daylan Loughty. ♥

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