Porfavor, Señor (Adaptación al stony)

Capitulo 1

-Estoy harto.

Tony miró a su alrededor. El bar estaba lleno de parejas bailando, bebiendo, y pasando un buen rato. También había hombres solteros pero ninguno lo miraba a él.

-Me voy.

Su amigo Loki Laufeyson giró la cabeza para mirarlo. Había tenido la vista en Thor, el barman, que también era su novio.

-¿Te vas? ¿Cómo que te vas?

-Lo que oyes. Llevo seis meses viniendo aquí cada fin de semana, acompañándote para que puedas babear mientras miras a Thor trabajar, pero se acabó.

-No entiendo - contesto su amigo, mirándolo con los ojos entrecerrados- Pensé que te gustaba Steve.

Steve Rogers era el dueño del local, un hombre magnífico, de metro noventa de estatura, pelo rubio, tenia unos ojos azules que siempre lo miraba entrecerrados, una nariz patricia que le recordaba a los antiguas romanos, y unos labios que eran puro pecado. Tenía un cuerpo de infarto, con anchos hombros, brazos músculos, una cintura estrecha y piernas largas y gruesas, siempre enfundados en unos pantalones vaqueros que se aferraban a un culo que lo hacía suspirar. Había soñado cientos de veces poder morderlos allí.

-En estos seis meses, ¿has visto que me miré alguna vez con algo más que indiferencia? - preguntó Tony ásperamente-No existo para él y estoy cansado de esperar un milagro. Así que me voy a otros pastos. Intentó salir de la silla en el que estaba atrapado, y al echarla hacia atrás choco con el hombre que estaba sentado a su espalda.

- ¡Eh!- exclamo este- Un poco de cuidado, muñeco.

-No me llames muñeco, imbécil-contesto Tony. Estaba alterado y que este idiota le hubiera llamado "muñeco", como si se conocieran de algún lugar, lo sacó de quicio.

-¿Qué te pasa? ¿Estas hormonal, o algo?

Tony gruñó. Esos comentarios tan machistas siempre hacían que tuviera ganas de romper la cara de quién los pronunciaba.

-Vete a la mierda, cabrón.

Salió de allí a trompicones, seguido de cerca por su amigo.

-Espera. Lo agarró por el brazo, deteniendo su avance- ¿A dónde piensas ir?

-A Hydra. Allí por lo menos los hombres no son tan selectos como aquí, y alguno habrá que me saque a bailar. Puede que hasta consiga una buena follada.

-No me gusta cuándo hablas así; No eres tú.

Loki tenía razón. Este no era él, el omega dulce que siempre era, que casi nunca decía una palabra más alta que otra. Pero estaba cansado. Siendo dulce no había conseguido nada. Siendo callado, seguía estando solo. Y necesitaba desesperadamente a alguien en su vida. Aunque fuera por una sola noche y lo dejara más vacío que antes cuando se fuese a su cama.

-Pues suéltame el brazo y no tendrás que escucharme más.

-Eres imposible cuando te pones en este plan.

Loki lo soltó, y Tony salio de Avergers sin mirar atrás. Odiaba aquel bar de copas. En los seis meses que hacia que había empezado ir allí cada fin de semana, no había recibido ni una solo proposición. Ningún Alfa se había acercado para coquetear e intentar llevárselo a la cama. Tony lo había intentado todo, incluso una noche, con dos copas de mas, se había subido a una de los pódiums que había al lado de la pequeña pista de baile y había bailado de forma provocativa delante de todos. Algunos se habían fijado en el comiéndoselo con los ojos, pero a la hora de la verdad, cuando se les había acercado, acabaron huyendo como conejos asustados.