Capítulo 27.

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Narra Kaila:

Han salvado a Eugenia, pero sólo porque yo he querido que lo hagan. El caballo de Troya es más viejo que todos nosotros juntos y ellos todavía no lo han notado. Se han estado cuidando muy bien de mi y del resto de la gente, pero su ubicación ya no es anónima. Dentro de poco, voy a tener que hacerles una visita, pero todavía no, aún tengo mucho que planificar en mi venganza personal contra Lali.

Mientras tanto, sigo aquí en mi monasterio. He estado haciendo una investigación sobre unos esteroides que he modificado para que sean mucho más efectivos y estoy verdaderamente fascinada con su eficacia, la velocidad y la fuerza con la que ahora pelea mi equipo, ha aumentado bastante. He hecho pruebas con huesos humanos, al fin y al cabo, hay esqueletos que deben ser aprovechados, los cerdos están empezando a tener hematoquecia (heces con sangre) de comer tanto hueso, los han hecho literalmente polvo. Después he probado a hacerlos golpear hormigón y han creado grietas, después les he puesto una placa de acero que han hundido dejando las formas de sus respectivos puños.

Una diabólica sonrisa se dibuja en mi cara, estoy deseando aplastar a todos delante de sus ojos, para después torturarla, por no hablar de ese embarazo querida Mariana, ese embarazo que dentro de muy poco va a ser historia porque yo me voy a ocupar de él.

Narra Lali:

Después de hablar un rato más con Peter, me he ido al baño y me he duchado, extrañaba sentir el calor del agua caer por mi cuerpo, luego me he puesto un pijama porque hay demasiada gente, para ir más ligera pero es que con la panza que va creciendo todo me molesta demasiado. Cuando estaba por meterme en la cama, Agus ha entrado después de tocar la puerta. He corrido a abrazarlo y nos hemos sentado en el sillón que hay frente a la ventana.

Agus: volviste La... ¿Como estas?

Lali: bien, estoy muy bien. Pero me parece que tenemos que habląr de cosas importantes.

Agus: ¿porque somos hermanos lo decís?

Lali: ¿vos que crees? - le digo obvia - te juro que yo no sabía nada... Me lo contó Peter.

Agus: nosotros tampoco sabíamos... Menos que entre nosotros dos eramos hermanos.

Lali: ¿y Ángela? - le pregunto preocupada.

Agus: lleva desde qué se lo dije encerrada.

Lali: creo que está charla, se la debemos a ella también. Vamos.

Agus: pero no nos va a abrir...

Lali: vení dale. - nos paramos en la puerta de Ange y agarro una ganzua del cajón del pasillo, fuerzo la cerradura y entramos. - Hola Ange...

Ange: ¿que hacen acá? - dice enojada hasta que me ve parada con Agus en la puerta - Lali volviste. - Se acerca - a vos no te quiero ver. - Le dice a Agus.

Lali: tenemos que hablar, porque lo que Agus te dijo es verdad. Hay adns y papeles que lo demuestran chicos. Yo no sé porque mi mama los dio en adopción a ustedes. Yo solo sé que lo que hizo conmigo tampoco fue la vida que yo hubiese soñado.

Ange: al menos tuviste a tu mama biologíca y no viviste pensando en por que alguien te entregó a otros.

Lali: pero me convirtió en una asesina, Angela por dios, a los dieciséis maté a mi primer target. Porque me crió para eso el tiempo que estuvo conmigo.

Agus: pero de verdad... ¿Vos no sabias nada de nosotros?

Lali: para cuando vos naciste yo ya estaba en la academia y mama murió poco después de nacer vos - miro a Angela - porque yo tenia unos ocho- nueve años.

Vuelve a mi (2° parte de Soy tu asesina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora