Capítulo 37.

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Peter:

Se han cumplido los dos meses.

Euge:

En cualquier momento, las agujas del reloj se detendrán.

Pablo:

La cuenta atrás habrá terminado.

Jime:

La verdadera lucha, habrá comenzado.

Lali:

Vivir con la culpa o morir salvando.

Kaila:

Tic tac Mariana, el momento ha llegado.

Narra Lali:

El día ya amenaza oscuro, el cielo está completamente gris, parecen las siete de la tarde y son las doce de la mañana. Las contracciones empezaron anoche, Izzy me ha estado inyectando la oxcitocina para estimular la dilatación. Mientras tanto no puedo dejar de caminar de un lado a otro del centro de operaciones, ni Euge, ni Izzy, ni yo podemos movernos de acá una vez empiece el parto, así que he echado a Isabelle para que se vaya con Pablo. Euge y yo nos hemos quedado solas, me sigue con la mirada, de un lado a otro, sin pestañear.

Euge: caminar es bueno, ¿tenes contracciones?

Lali: si, pero no duelen...

Euge: bueno, este proceso puede ser largo, hasta que no dilates unos siete cm no podremos pincharte la epidural.

Lali: ¿cuando será eso?

Euge: no se sabe La, pueden ser dos horas como pueden ser seis...

Lali: no tenemos tanto tiempo.

Euge: ¿porque lo decís?

Pocos segundos después la alarma empieza a sonar, la pantalla se activa y empieza a mostrar imágenes de los pasillos del edificio. Hay como cincuenta hombres 4x4 subiendo hacia el ático. Nuestra puerta es de acero blindado camuflado en madera, les llevara bastante tirarla abajo porque no tienen otra manera de entrar. Aún así, los primeros en poner un pie en nuestro rellano, van a sufrir terribles consecuencias.

Cielo: ha llegado el momento srta. Lali, ¿empiezo?

Lali: que empiece la fiesta.

Narra Izzy:

He hecho caso a Lali, Pablo y yo nos hemos ido a la habitación después de inyectarle la oxcitocina, no entiendo bien porque además de que Pablo está muy raro, su manera de mirarme es distinta, incluso su manera de besarme es más dulce y cálida. Ha ido quitando mi ropa con una delicadeza que me ha hecho sentirme con la fragilidad de una muñeca de porcelana. Después se ha quitado la suya mientras me observa, poco ha poco y con suavidad ha entrado en mi. La intensidad con la que hemos jugado hoy me deja con una sensación muy rara... Como si de alguna manera, nos estuviésemos despidiendo. La alarma ha empezado a sonar a la vez que hemos caído rendidos en la cama. Nos hemos mirado y nos hemos besado casi instintivamente.

Pablo: Isabelle... - lo miro en silencio - pase lo que pase quiero que sepas que te amo y que, sos la mujer que realmente más he querido, aunque haya sido en muy poco tiempo.

Izzy: ¿porque me dices todo esto Pablo?

Pablo: porque no sabemos que va a pasar y no quiero irme sin antes decirte lo que siento por vos. Te amo Izzy, por favor, no lo olvides. - Me acerca a él agarrandome del cuello y me besa.

Después nos vestimos y yo me voy corriendo al centro de operaciones que en el momento en el que cruzo la puerta se cierra y se bloquea. Lali y Eugenia están mirando a la pantalla, los hombres de Kaila están llegando a nuestro rellano y esto va a ser una auténtica fiesta visual, por ahora.

Vuelve a mi (2° parte de Soy tu asesina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora