Capítulo 10.

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Narra Euge:

Han pasado como tres días desde que que trajimos de vuelta a los chicos. Lali, no habla con ninguno de nosotros y apenas sale de su habitación. Jime, ya ha vuelto aunque está en reposo absoluto. Los chicos están bastante mal, se tiran al cuello a la mínima, están agresivos y muy sacados todo el tiempo.

Por otro lado, Agustín y Angela no están entendiendo mucho ahora que la casa está llena de gente, Lali no ha hablado con ellos tampoco así que esa tarea nos la hemos quedado Pablo y yo.

Euge: es normal que todo esto los haya pillado de sorpresa.

Agus: no tan así, es un poco raro porque la casa está llena de gente.

Ange: claro pero imaginamos que tiene una explicación.

Pablo: así es y para eso estamos acá.

Euge: Lali los trajo para protegerlos de alguien que quiso hacernos mucho daño.

Agus: ¿y toda esta gente?

Pablo: son nuestros amigos, nuestra familia.

Ange: pero ellos no están bien...

Euge: no, ellos no se acuerdan de nosotros porque han estado varios meses medicados.

Pablo: por eso es que están raros...

Agus: igual a mi la que me preocupa es Lali... Ella siempre es muy buena onda con nosotros pero hace tres días que no parece ella.

Ange: ¿como podemos ayudarla?

Euge: me encantaría saberlo chicos pero, Lali es así... Imprevisible.

Pablo: igual ustedes sigan como hasta ahora.

Ange: ¿como podemos ayudar a sus amigos?

Euge: ellos tienen que ayudarse a sí mismos. Por ahora no sé, pueden tratar de conocerlos y decirles que no somos malos nosotros...

Agus: nada que una buena comida no pueda arreglar, ustedes son muy buenos... Un poco raros, pero buena onda. Así que tranquilos, haremos lo que podamos.

Pablo: de verdad que les agradecemos mucho su colaboración. Ustedes se vieron en medio de algo muy gordo que no tenía que ver con ustedes y lo están haciendo muy bien.

Euge: igual no queremos aburrirlos con nuestros mambos.

Seguimos hablando con ellos un buen rato, después salgo al balcón en busca de un poco de aire fresco que me aclare las ideas. Desde acá, observo a Lali parada en su ventana, mirando hacia la infinitud del cielo con la mirada muy perdida y me da mucha pena. No sé como sacarla de ese trance ni como ayudar a que vuelva a ser ella misma.

Vuelvo dentro y Ange ha preparado una mesa muy larga en la que hay sitio para todos. Agus ha sacado un chancho del horno y tiene un olor increíble. Los chicos, como corderitos hambrientos se han sentado alrededor. Pablo, Mery, Emi e Izzy han hecho lo mismo. Yo he cortado un pedazo para Rufi y la he sentado junto a Julia para que coma mientras voy a buscarla a Lali.

Euge: Mariana...

Lali: ¿que pasa Maria Eugenia?

Euge: no me llames así por favor.

Lali: ¿que querés Eugenia?

Euge: quiero que salgas al comedor, tenes que ver esto. - salgo y veo que hace lo mismo - Agus cocinó y mirá... Están todos unidos.

Lali: genial... Eso no significa nada.

Euge: yo sé que querés que esto no fuese así Lali pero tenes que reaccionar de una puta vez ya.

Narra Lali:

Las últimas palabras de Eugenia, son como puñales reveladores. Tiene razón, debo reaccionar. Por mi, por mi bebe, por Peter, por Gaston... Por todos.

Así que agarro mis cosas y diciendo un "buen provecho" a los chicos antes de irme, me dirijo a la clínica con Nicolás y Gimena. Tenemos que investigar sobre esa medicación y ver qué podemos hacer para frenar todo esto antes de que se vuelvan locos. Porque la comida de Agus los frenó, por un rato...

Cuando llego, me cuentan que ya han empezado con la diálisis de Peter, pero es tanta la sobredosificacion que les va a llevar más tiempo del que esperaban.

Lali: ¿no hay opción de ir más rápido?

Nicolás: si, pero no es fácil.

Lali: ¿cuál es la solución?

Nicolás: encontrar un donante que esté dispuesto a intercambiar su sangre con la de Peter.

Lali: ¿en qué consiste eso?

Nicolás: al mezclar la sangre, las toxinas se dividen entre los plasmas de ambos sujetos. Afecta, al donante pero la diálisis es más rápida.

Lali: yo lo haré.

Gime: ni en pedo Mariana.

Lali: soy 0 negativo. No tienen más opciones.

Nicolás: Pablo es su mellizo, ellos comparten sangre también.

Lali: a Pablo lo necesito fresco, es un buen líder.

Gime: pero vos sos la única que puede controlar la situación.

Lali: él no está solo, están las chicas. Izzy y Euge hacen un buen equipo también.

Nicolás: Lali, estás embarazada... Es peligroso, no sabemos si los principios activos de la medicación pueden afectar al feto.

Lali: los síntomas de los chicos son neurológicos...

Nicolás: por eso mismo, te pueden afectar a vos como a tu bebé.

Lali: no importa, me arriesgare.

Gime: yo no estoy de acuerdo con esto, me parece una locura y tenes que frenarla Nicolás.

Lali: Gimena, yo sé que me querés cuidar pero no es la primera vez que alguien manipula mi memoria. Sé que mi esencia va a seguir firme.

Nicolás: déjame que hable con los médicos. - ambos se van y me dejan sola.

Busco la sala de diálisis y veo la camilla de al lado. No tardo más de cinco minutos en conectar el circuito de intercambio de fluidos. Después, me coloco la vía, ha sido un poco difícil sujetarla con el esparadrapo pero al conectarla con la sonda, puedo ver la sangre circular.

Lali: mi amor, sé que me estás oyendo, va a estar todo bien. Vos vas a despertarte y yo, voy a luchar por nosotros.

Cierro mis ojos lentamente, para relajar mi cuerpo. Este procedimiento, tanto en animales como en humanos, generalmente se hace en un grado leve de sedacion. Debo decir, que he trabado las puertas que dan acceso a la habitación. Puedo escuchar desde acá a Gimena y a Nicolás gritarme que estoy loca, pero Euge tenía razón. Tenía que reaccionar, tenía que hacer algo por ellos, tenía que hacerlo por mi y por todos mis compañeros.

Vuelve a mi (2° parte de Soy tu asesina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora