Nueve

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De nuevo, la misma rutina, asistir a las fastidiosas clases de todos los días con aquel profesor de voz rasposa.

Lo único que lo tenía inquieto era no saber dónde se encontraba aquel chico de cuernos, nunca lo sabía.

-Matt- llamó a su amigo con un susurro, no quería que el profesor notara que lo estaba ignorando, haría toda una rabieta -Matt, Matt, Matt.

-¿Qué?- contestó en un tono bajo pero el toque de irritación no pudo faltar.

-¿Has escuchado algo de un tal Larsson?- preguntó mientras observaba su cuaderno.

Matt quedó en silencio por unos segundos, trataba de recordar algo sobre él, pero no tenía un su memoria haberlo visto en un expediente.

-No, pero seguramente tiene que ser dotado para no tener quejas que hayan pasado por mis ojos- respondió con una sonrisa, halagándose.

El británico solo suspiró, de nuevo no tenía información que le ayudara aunque sea para poder visitarlo en tiempos libres. Solo una asquerosa casa que no le daba ganas de pisar nuevamente.

-Joven Thomas, ¿se encuentra bien?- el profesor levantó sus lentes para poder observarlo mejor -Estás muy pálido y para nada atento a la clase.

No hubo respuesta por parte de Tom, solo un profundo pensamiento de "púdrase" con una exquisita amabilidad.

-¿Larsson?- fue lo primero que dijo al entrar al baño de hombres y a los otros que tenía destinado ir.

Todo el día se la pasó preguntando por él, pero nunca hubo una respuesta, todos negaban haberlo visto o escuchado de aquel apellido.

-Demonios- se sentía enfadado, había veces en donde sentía que ese tipo no lo había conocido por coincidencia -¿Dónde demonios estás? No ves que te necesito.

-Me parece obvio- al girar a ver por inercia, se encontró con aquella mirada juguetona al igual que esos benditos cuernos que estuvo esperando ver en todo el día.

-¡Idiota, estuve buscándote por todos lados!- exclamó furioso.

-Lo sé.

-¿Lo sabes o es una maldita broma?

-Solo me escondí, no hay más que eso- respondió con sencillez -A parte nadie me conoce por mi apellido, soy cuidadoso por si abusadores llegaran a preguntar por mí.

Utilizó un tono más fuerte en "abusadores llegaran a preguntar por mí", Tom solo logró chasquear la lengua, estaba cansado de todo eso.

-¿Cuándo será el día que me digas la verdad?- cerró sus puños con fuerza.

-¿De qué hablas?

El noruego lo miró inocente, como si no supiera lo que estaba pasando, pero existe la palabra límite.

-Estuve buscándote todo el día pero supongo que fue un desperdicio de tiempo- bufó -Me voy.

-¡¿Tan pronto?!- hizo un puchero con sus delgados labios -Apenas y te puedo ver, no me abandones.

-¡Basta! ¿Quién eres Tord Larsson?- miró detenidamente la reacción del contrario -No creas que solo pregunté por tu apellido, también lo hice con tu nombre.

-...

-¡Metete tu silencio por el culo!

Agarró su mochila molesto para retirarse, quería ver a Larsson, su pecho ardía de culpa, pero no iba a hacerlo, sabía que regresaría a sus brazos, caería en su juego de las escondidas y le diría que todo estaría bien, así que decidió continuar con su camino.

-Tom, ¿puedo contarte el final de mi libro especial?- preguntó sin obtener alguna contestación -Te lo diré de todas formas.

Tomó algo de aire y comenzó a seguir los pasos del británico, incluso si era ignorado no iba a perder su oportunidad.

-Bien- raspó su garganta y llegando a la última página sonrió -"No todo lo que vez es real, no todos los colores son como tú crees, solo buscas lo que se te ha enseñado. A las hojas las pones verdes, ¿qué tal si son púrpura?, ¿qué tal si la Tierra no existe?, ¿qué tal si nada existe?

Tom quedó alarmado por aquella frase, su vida era tan insignificante como para reflexionar, pero sentía que esa lectura no era solo para pasar el rato. ¿Acaso le estaba diciendo algo?

-¡¿Y eso qué demonios tiene que ver conmigo?!- preguntó sobresaltado.

-No lo sé, cada quien se pone el saco.

-¡Dilo en forma que comprenda!

-Te amo.

-Larsson...- articuló echando humos.

-Te amo, es lo único que debes saber de mí, lo demás vale una mierda, ¡no soy nada sin ti!

Un profundo silencio por parte de los dos los acorraló en la incomodidad.

-¿Me amas?- el británico habló sin mirarle, lo detestaba en esos momentos.

-Con todo lo que puedo.

-Entonces, si eso es verdad, deja de buscarme, aparecer cuando se te pega la gana y lo más importante, ¡olvídate de los besos, abrazos y aquellas tomadas de manos!

-¿Hablas enserio?- preguntó sosteniendo la boca abierta mientras sonreía de lado -¿No éramos pareja?

-Yo también pensaba que habíamos empezado con algo, y si realmente fue así- metió ambas manos en su bolsillo de la sudadera -Terminamos.

-¡¿Por qué ahora?!

-Sé que sonará egoísta pero, ¿dónde demonios estabas en mi cumpleaños, en mis momentos que quería ser feliz contigo?- su voz comenzaba a quebrarse -Eso no hace una pareja, esos son unos amantes.

Larsson miró incrédulo a su bella pareja, no pensó que algún día él se cansaría por sus constantes desapariciones.

-Amor, no puedes terminar conmigo- con voz temblorosa dio pasos hacia él -¿Hay algo que pueda hacer?

-Ven a la cena para que te conozcan y posiblemente ignore lo que pasó hoy- respondió decidido.

-No puedo Tom... Por más que quisiera, no puedo.

Cabizbajo, intentó tomar las manos que tanto había acariciado, pero Tom las quitó con indiferencia y desviando la mirada lentamente, una mueca se abarcó en su rostro.

-Al menos que me digas tus razones para desaparecer, no pensaré que me eres infiel y no quiero averiguarlo.

-¡Dios, amor cómo te atreves a mencionarlo!

-Es irónico, pensé que tú serías diferente a los demás. ¡Eres un maldito falso, igual que yo, igual que todos!

Tom corrió hacia su hogar, mientras que con rapidez era seguido con el que hace unos minutos había terminado.

-¡Déjame, entiéndelo!- exclamó aun teniendo la vista al frente.

Larsson seguía insistiendo de que era algo inútil terminar por algo tan insignificante, pero cada vez que veía al británico sabía que él hablaba enserio.

-¿Hasta cuándo?- incluso hablando despacio, la voz seguía resonando en los tímpanos del de cuencas.

-Hasta que tú decidas contarme quién eres y programar la cena- paró un momento de su carrera -Si no es así, ahórrate buscarme.


¿Enloquecemos Juntos? -TordTom-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora