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03; últimos meses

Louis se siente como una ballena, sí, de verdad. Sabe que su estómago no es tan grande y que no ha subido mucho de peso, pero siempre fue alguien delgado y el verse con panza y no alcanzar a verse bien los pies y no poder moverse con libertad como siempre, está estresándolo. Es algo estúpido, él es el primero en reconocer eso, pero se siente así y no puede evitarlo. Además, le gusta cuando Harry lo abraza y acaricia su vientre y le dice lo hermoso que es, lo sexy que se muestra y lo feliz que está de que él sea el padre de su bebé.

Estas últimas semanas se ha sentido nervioso, sabe que la fecha de parto está cerca y está aterrado de que algo suceda o que no logren llegar a tiempo. Su pequeño o pequeña debería estar llegando al mundo unas semanas antes de navidad y Louis sabe que será el mejor regalo de toda su vida. No han querido saber el sexo, Harry y él decidieron que sería una sorpresa, pero tienen un nombre para ambos sexos. Además de ropa unisex, que pueda usar independiente de todo.

Aún no le han dicho nada a sus familias, a pesar de que han estado cerca a hacerlo, siempre sucede algo que les hace arrepentirse. Saben que es cobarde y algo estúpido, porque tarde o temprano lo sabrán y posiblemente les odien por hacerles perder el proceso, pero nadie parece entenderlos a ellos. Sus amigos les dicen que es algo inmaduro y que debería simplemente soltar la noticia y no tomar en cuenta ninguna opinión negativa que la gente les dé. Pero es difícil.

Así que son simplemente ellos disfrutando de todo el proceso del embarazo.

Han preparado un álbum, uno que es algo así como un libro y que han decorado con las fotos de las ecografías y al cual le han escrito pensamientos y dedicatorias. Lo han decorado juntos, además de ser algo para ellos, saben, que de alguna manera, ese álbum les servirá para enseñárselos a sus familiares y a su chiquitito o chiquitita, cuando sea más grande.

A menudo, Louis comienza a pensar cómo será todo, cuando finalmente su bebé esté aquí, con ellos. Está totalmente consciente de que será difícil, de que posiblemente les toque un bebé llorón y malhumorado, que tenga los horarios de sueño cambiado y duerma de día y se mantenga despierto toda la noche. Tanto Harry como él, saben y están total y absolutamente conscientes de que probablemente no vuelvan a dormir bien en muchísimos años. Pero eso, nada de esas ideas o supuestos, les quita la emoción de ver a su bebito.

Aunque tampoco dispersa los nervios. Harry de por sí ya es una persona nerviosa, pero con todo lo del embarazo ha sido aún peor. Louis tuvo que quitarle el teléfono un día porque estaba metido leyendo experiencias de personas en la sala de parto y no eran agradables. Harry estuvo muchísimo tiempo aterrado de que algo salga mal y repetía constantemente que no sabía que sería de él si los perdía.

Louis amaba tanto a su chico.

Su rizado le tenía muy consentido. Le cumplía cada antojo, le masajeaba la espalda tensa y los pies hinchados, le ponía compresas de agua fría para bajar la hinchazón y le decía siempre lo hermoso y radiante que se veía embarazado de su bebé.

Sí, puede ser que ninguno de los dos sea extremadamente maduro, puede que no tengan idea de cómo ser padres, puede, que ni siquiera estén preparados. Pero siendo sinceros, ¿Quién está verdaderamente preparado para ser padre por primera vez?

Durante los últimos dos meses habían estado armando la habitación del bebé, la habían pintado de blanco con líneas amarillo pastel y la habían decorado con pequeñas mariposas y ositos, era todo absolutamente hermoso. Tenían la carriola, el moisés, la silla para el auto, la silla mecedora, la cuna y los muebles. Además, de una hermosa mecedora de madera, que Louis había encontrado en un mercado de pulgas hace unas semanas. Era preciosa y estaba prácticamente nueva. Lo único que hicieron, fue limarla y pintarla nuevamente. Louis estaba enamorado de todo ese proceso.